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Lan JingYi se mantenía observando al contrario quien se movía de un lado al otro rodeando el árbol, no dejaba de quejarse de la actitud de los cultivadores.

—No tienes que enojarte —habló Lan JingYi. —Son idiotas, esta bien, ahora intenta calmarte y busquemos algo más que hacer. 

Jin Ling bufó. sus manos jugaron con su cabello mientras el enojo desaparecía de su cuerpo, se acomodo a un lado de Lan JingYi. Se mantuvieron en silencio, Lan JingYi nunca despegó la mirada del más alto.

Lan JingYi miro a su lado izquierdo, vio como las personas que estaban en Glamour Hall pasaban, aparto la mirada por uno segundos pero después lo regreso al ver algo inusual, alcanzó a ver a Wen Qing y Nie Mingjue caminando juntos, la mano del líder Nie rodeaba los hombros de la mujer.  

—¡Lo sabía! —exclamó Lan JingYi logrando llamar la atención del otro. —No es nada —JingYi sonrió, se quedo callado por un tiempo, con un suspiro Lan JingYi preguntó: —¿Qué soy para ti?

Jin Ling se mantuvo en silencio, su mirada permaneció en el suelo por un tiempo, su cuerpo tembló mientras su corazón se acelero, antes esa pregunta fue hecha y la reacción fue diferente, ¿Por qué ahora parece estar nervioso de su respuesta?

Separo los labios dudando sobre responder, de su boca solo pudo salir un: —Mi...

Sin poder terminar la frase, una voz furiosa llego a sus oídos. 

Jin Ling tomó del brazo al contrario, después lo jalo en dirección al lugar donde la voz venía. 

Frente a ellos encontraron a Qin Su con el ceño fruncido y unas cuantas venas marcándose en su rostro, Meng Yao con los brazos cruzados sobre su pecho, Wen Chao permanecía sin hacer nada atrás de su pareja.

Jin Ling sintió como su brazo fue pellizcado de repente, se dio la vuelta para exigirle al otro una explicación, Lan JingYi señalo a la mujer, en especial aquello en su mano; una espada se mantenía siendo apretada con fuerza. 

Jin Ling abrió los ojos al reconocerla, su voz se atoro en su garganta. Desde que "renacieron" Jin Ling había estado separado de dos cosas, su flauta y su espada, gracias a Meng Yao su flauta fue devuelta pero su espada seguía perdida en alguna de las sectas, al parecer se quedo en LanlingJin con Qin Su.

—¡Por tu culpa mis padres murieron! ¡Mi padre tuvo que soportarte durante vida! ¿¡Acaso no puedes dejarlo descansar ahora que esta muerto?! ¡Tu presencia lo único que hace es molestarlo! —habló Qin Su con molestia. —Pero eso no es lo peor, incluso lo llevaste a él con mis padres, ¿¡Esperas recibir una bendición del más allá?! ¡Ten un poco de cara frente a ellos! —Qin Su rio al tiempo que negaba. —Que estupidez mía, ¡Cosas como ustedes y los Fai van por la vida sin cara! 

—Tu padre tal vez este molesto —inició Meng Yao. —Pero Madame Jin y Gege estarán feliz de verme. 

—¡No vuelvas a nombrarlos! ¡No tienes derecho hacerlo! —reclamó Qin Su.

—Tengo todo el derecho a nombrarlos, te recuerdo que Madame Jin me quería como su hijo y Gege como su hermano —Qin Su abofeteo al contrario. 

—¡Lárgate de LanlingJin! —ordenó Qin Su. —¡Tienes prohibido acercarte a la secta! ¡Incluso tienes prohibido traer a esta anormal que gusta de ti contigo!

En ese momento el sonido de la carne golpeando carne apareció, aquellos que observaban a escondidas y Wen Chao miraron sorprendidos. 

Meng Yao acaba de abofetear a Qin Su.

—Puedes ofenderme a mi —inició Meng Yao. Qin Su lo miro aun cubriendo su mejilla lastimada. —Pero te arrepentirás de ofenderlo a él.

Qin Su le dio una mirada rápida a la espada en su mano, después miro a Meng Yao, una idea cruzo en su mente.