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Solo debias alzar la mirada al cielo y notarías como durante toda la semana que había pasado se encontraba de un color gris, o tal vez había sol pero para esa familia todos los días eran nublados.

La última vez que el sol salió para ellos se encontraban rodeados de gente que les quería, gente con quienes habían pasado su vida hasta el momento. Siglos trabajados en una secta para que en menos de una noche todo se viera destruido por una nube.

La familia había logrado escapar, se refugiaron en una Posada cercana. Desde el día de la destrucción Qin Su había sido atacada por una fiebre que no terminaban, la única niña dormía mientras sus hermanos no paraban de vigilarla.

Meng Yao se levantó de la cama, durante la noche le había tocado a él dormí y Jin Zixuan cuidar de la chica, el más bajo miro a su alrededor en busca de alimento, se había acabado, ya de pie camino hasta el otro y tocó su hombro.

—Gege, ¿puedes aguantar un poco más? Voy a comprar alimento —mencionó Meng Yao, Jin Zixuan asintió.

Acomodo su túnica, peino su cabello y mojó un poco su cara, luego salió para comprar algo de comida, con un sombrero de paja puesto trato de pasar desapercibido entre la gente.

Escucho como unas cuantas personas hablaban chismes falsos sobre la caída de LanlingJin, quería voltearse y romperles la boca a golpes por inventar tales palabras ofensivas había la gente fallecida.

A pesar de que su instinto lo pedía, no podía, si lo hacía las consecuencias para sus hermanos sería terrible, continuó con sus compras forzandose a resistir

Distrajo su mente preguntándose como estarían los de apellido Fai, no los había vistos desde aquel día.

Ellos encontraron la Posada donde su familia viven ahora, se quedaron un tiempo con ellos, Qin Su se durmió luego de llorar un rato, solo los cuatro hombres quedaban despiertos, a escondidas Meng Yao escuchó la conversación de su Gege con los Fai.

Considerando la situación a la que se enfrentaban y el peligro que significaba continuar con ellos, Jin Zixuan les ordenó que se alejaran de ellos. Luego de esa conversación los Fai abandonaron el lugar con el manto de la noche cubriendoles.

Meng Yao término las compras y regresó a la Posada con cuidado, mientras compraba unos cuantos Lan pasaron cerca de él y casi lo descubren, gracias a que pasó algo cercano al lugar que distrajo a los Lan.

Se dirigio al cuarto que ocupaban, abrió la puerta encontrándose con Jin Zixuan derribado en el suelo, miro a la cama de Qin Su descubriendo que estaba vacía. De inmediato se acercó a su hermano para comenzar a moverlo, este reaccionó a los pocos minutos.

—¿Qué paso? —preguntó en un susurro Jin Zixuan.

—¿Dónde está Qin Su? —cuestionó Meng Yao.

Jin Zixuan señalo a la cama al mismo tiempo que giraba su cuerpo, al descubrir la cama vacía negó, la chica se había escapado.

Meng Yao salió corriendo del cuarto, Jin Zixuan se quedó en el lugar esperando a la chica. El tiempo pasaban y no había señales de la chica, el mayor de los tres cada vez tenía más miedo.

Asumiendo que fue su culpa decidió ir en busca de su hermana, salió corriendo de la Posada, no pudo avanzar demasiado en su búsqueda.

Al llegar a la puerta del lugar término tropezando con una persona, ambas cayeron en el suelo.

—¡Fijate pedazo de...! ¡Papá! —exclamó la persona, se trataba de Jin Ling.

—Lo siento —se disculpó Jin Zixuan frotando su cabeza. —¡Fai Ru! —llamó con cariño.