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–Diego acelera!–Chilló Itzan.

–Que no aceleres!–Georgina se encogió en su sitio mientras todos reíamos a carcajadas.

Salimos de Andorra por la mañana pero Diego cogió un "atajo" que nos llevó hacia el país Vasco y ya con la gracia salimos por la noche porque hicimos turismo allí.

Así que, aquí estábamos a las doce de la noche, peleando con el coche de al lado para adelantarlo y riendo a carcajadas.

–Pega un volantazo coño!–Chilló esta vez Omar.

Diego giró el volante acercándonos al coche que enseguida se asustó y empezó a gritarnos.

–Al chino se le han abierto los ojos.–Murmuró Danna sin parar de reír.

–Danna!

–Me cago en la ostia tio, ahora el de atrás me está haciendo ráfagas. Por qué me hace ráfagas?

Diego miraba hacia atrás por el retrovisor mientras Georgina gritaba histérica diciendo que mirara hacia delante. A todo esto Claudia, Ester y Jorge estaban dormidos, y cada dos por tres Álvaro les hacia una que otra broma que hacia que alguno de los tres quisiera matarle.

–Te está haciendo ráfagas porque vas a ciento ochenta en una autopista de ciento veinte.–Respondió Aron.

–Queréis Jagger?–Preguntó Omar sacando una botella de su bolsa.

Gire mi cabeza extrañada y ya el moreno se estaba sirviendo en un vaso de plástico. Itzan y Aron gritaron en seguida que si y prácticamente se pelearon para llegar a la parte de atrás del coche.


[X]


ARON POV.

–Han caído todos como moscas.–Susurró Diego echando una mirada a los pasajeros del coche.

Seguí bebiendo de mi vaso mientras miraba a Daniela dormida en el pecho de Danna. Estaban todos dormidos menos Diego, Itzan, Omar y yo. Pero toda mi atención iba hacia la castaña que no tenía ni idea de todo lo que causaba en mi.

Itzan pellizco mi brazo haciendo que me sobresaltara mientras me giraba hacia él.

–Aron no tio. Ni se te ocurra mirarla así.–Dijo Itzan con un tono amenazante. Bebí de nuevo de mi vaso y bufé.

–Que más da como la mire? Dejalo que se enamore cojones.–Me defendió Omar con un tono chulesco.

–Pero que estamos locos o que? Que te vas a enamorar de Daniela tio? Que tiene a millones detrás de ella.

–Itzan, no me toques los huevos que no puedo fumar aquí.–Advertí terminando mi vaso.

Agarré la botella y me eché más. El líquido pasó por mi garganta quemando, cerré mis ojos fuerte para volverlos a abrir.

–Esta bien para varias noches, pero nada más.–Solté indiferente observando de que no estuviera despierta.

Diego carcajeó e Itzan rió seco negando con la cabeza mientras se echaba hacia atrás, dejándome como un caso perdido.

–Venga ya hombre.

–Es que eso no te lo crees ni tú Aron.–Añadió Omar frunciendo el ceño.

Saqué el paquete de cigarros y cogí uno poniéndolo en mis labios. Me la sudaba si estábamos en un coche o no. Lo encendí y le ofrecí a Itzan y Omar que aceptaron gustosos bajo las críticas de Diego que decía que estábamos borrachos y no se que más.

–Me voy a reír más cuando te enamores chaval.–Continuó Omar. Solté una carcajada bajo la mirada intensa de Itzan.–Llegara el día que lo primero que pienses sea ella. Que todas las chicas te la sudaran porque solo te importe si ella está bien, protegerla y cuidarla.

–Omar deja de hablar tonterias que estas borracho tio.–Reí dándole una calada a mi cigarro.

–Y vas a querer hacerla feliz.–Prosiguió Diego y bufé.–Darle todo lo que se merece. Vas a querer pasar todo el rato a su lado y verla sonreir. Darías lo que fuera por ella, incluso matarias por ella y no podrás sacartela de la cabeza en ningún momento. Todo se dividirá entre los demás y ella.

–Estás seguro que no has bebido?–Preguntó Itzan haciendo que soltara una carcajada nerviosa.

–Tú te burlas pero es que tiene toda la razón. Es que Aron ya está coladito por Daniela.–Dijo Omar como si fuera obvio.

Casi me atraganté con mi bebida al escuchar eso. La verdad era, que me gustaba Daniela, a cualquiera le gustaría Daniela. Pero no iba a enamorarme de ella ni ella de mi. Simplemente esto es una especie de juego.

–Aquí nadie está coladito por nadie.–Dejé claro.

Recibí varias burlas por los chicos pero fui fiel a lo que dije. Enamorarse era una palabra demasiado fuerte y no estoy dispuesto a que me hagan daño otra vez.

–Al final, te acabará rompiendo el corazón.–Se burló Itzan.

–Es que yo por el momento no quiero estar en una relación.–Dije abriendome poco a poco.

Enseguida noté como todos me miraban confundidos y a la vez expectantes por lo siguiente que iba a decir.

–El otro día le dije a Álvaro que ella era mi novia pero no quiero. No quiero soñar con alguien ni planear un futuro a su lado.–Me encogí de hombros.

El alcohol estaba empezando a hacer efecto en mi y esto podría llevarnos por un buen o un mal camino. Omar empezó a hacerme preguntas pero no respondí a ninguna, simplemente soltaba un "porque no." O "porque si" O "Me la suda"

Tengo miedo. Lo admito, tengo miedo de emocionarme por un mensaje de Buenos días, de formar recuerdos llamados canciones, películas, frases, imágenes o incluso escritos. Tengo miedo de encariñarme, de pensar todo el tiempo en alguien más que no sea yo. No quiero reír por recordar algún momento juntos. No quiero escuchar canciones dedicadas porque quizás en algún momento, esas mismas canciones me llevarán a la destrucción.

Porque algún día todo esto se acabará, acabaremos cogiendo otros trabajos y no vamos a estar tan juntos como ahora.

–Entonces vas a decir ahora que no te gusta Daniela? Es que no estoy entendiendo nada Aron.

Omar se apoyó en el reposacabezas de mi asiento mientras seguía bebiendo.

–Si me gusta, me encanta Daniela.–Dije sincero.

–Entonces eres un cobarde, que quieres que te diga.–Bufó Omar–Te contradices tú solo. Te pasas meses conquistandola y cuando la tienes en la palma de tu mano ya no, porque resulta que a la estrellita le da miedo enamorarse.

–Y que coño quieres que haga si no puedo evitarlo.–Le recriminé desviando mi vista hacia la ventana.

–Pues hablandote ya como amigo de Daniela, si te da miedo la dejas ser feliz sin ti y deja de tocar los cojones.–Me dijo volviéndose a sentar en su asiento.

–Pues haré eso.–Murmuré dándole la última calada al cigarro. Abrí la ventanilla y lo tiré.

–Enserio? Así sin más?–Preguntó Diego incrédulo.

Pasé mi mirada a Daniela quien seguía dormida plácidamente. Acaricié suavemente su mejilla. Ella se merecía a alguien sin miedo de quererla, alguien mejor. Y me dolía, juro por Dios que me dolía.

Aunque ahora, viéndola de frente muchas dudas llegan a mi mente. Tengo miedo porque la quiero y temo amarla.

YOUR VIBE. (Arón Piper) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora