–Toma tia, ya está, relaja las tetas.
Claudia me dió el anticonceptivo que prácticamente casi caigo por mis nervios. Por qué no había usado un preservativo? Ahora la pastilla del día después iba a hacer que mi cuerpo este hinchado por días. Como si retuviera líquido y tenía que ser justo aquí, rodeados de playa.
–Joder, joder, joder.–Murmuré tragando la pastilla con la ayuda de un vaso de agua.
–Te arrepientes?–Preguntó Claudia en un susurro. Ambas estabamos en la cocina y los chicos daban vueltas de un sitio a otro preparando las cosas para irnos a la playa.
–No claro que no.–Respondí segura frunciendo el ceño.
Dejé el vaso en el fregadero para que después los empleados de la limpieza lo fregaran. Podría hacerlo yo pero no tenía ganas la verdad.
–Podemos irnos ya? El chófer nos está esperando!–Gritó Omar desde fuera.
Agarré mi bolso de playa con Claudia detrás y salí fuera. El aire caliente chocó con mi cara, haciéndome saber la calor bochornosa que hacía, siendo apenas las ocho y media de la mañana.
Nos subimos en la furgo, me senté al lado de Miguel y apoyé mi cabeza en su hombro. El rubio estaba pegado a la ventana así que en mi posición el aire me daba a mi también, calmando el calor que tenía.
La playa estaba bastante cerca y sola. Así que fue una suerte para nosotros. Colocamos nuestras cosas y las toallas en la arena. Nos quedamos en bañador y justo cuando iba a ir corriendo con las chicas al agua, una mano agarró mi antebrazo haciéndome retroceder.
–Donde te crees que vas sin ponerte la crema? Que quieres quemarte?
Me reí de la preocupación de Aron. Quien ya tenía el bote de crema entre sus dedos y con un pegote en sus manos.
–Aron.–Me quejé como una niña.–Hace mucho calor, se va a ir con el agua.
Repliqué pero al rapado le dió igual. Se puso detrás mia pasando mi pelo por delante de mí hombro, esparciendo la crema por mi espalda.
Aron se tomaba su tiempo, hacia pequeños masajes a lo largo de mi espalda y aprovechó también para ponermela por las demás partes del cuerpo con la excusa de que no se fiaba de mi.
–Puedes aligerarte?–Protesté sintiendo sus dedos en mi cara.
–Acaso quieres un cáncer de piel?–Su tono chulesco hizo que rodara los ojos.
–Quiero ponerme morena, no camuflarme con la arena.
–Quieres callarte? Ahora te toca a ti.–Me pasó la crema y en menos de un segundo la eche en mi mano para esparcirla sobre su espalda.
Sabía que no iba a conformarse con sólo su espalda e iba a querer que hiciera como él. Así que en menos de un minuto el chico ya estaba protegido de los rayos solares.
–Que mala eres, yo haciéndolo con cariño y tu a la bulla. Eso dice mucho de ti, que lo sepas.–Dijo mientras caminabamos hacia el agua cogidos de la mano.
–Si, lo que tú digas.–Dije con indiferencia y con un toque divertido en mi voz.
Todos los demás ya se encontraban en el agua, así que pasamos un rato todos juntos, hablando y luego jugando como niños, llamando la atención de las únicas dos personas que estaban en la playa con nosotros.
Después de un rato salí junto con Aron, yendo a un lugar más apartado. Cuando los chicos estaban suficientemente lejos y no había nadie más que Aron, quité la parte de arriba de mi bikini y me tumbe en la arena cerrando los ojos.

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YOUR VIBE. (Arón Piper)
RomanceEncendí el cigarro apartando la vista de Miguel al cielo. -Guapa, divertida y loca.-Sonreí-Joder, es perfecta.