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Hotel Riu Plaza España.



–A mi no me parece nada bien.–Habló Danna tomando de su copa.

Habíamos quedado Ester, Danna y yo en una de las terrazas más prestigiosas de Madrid. Olga de había encargado de decirle a todos nuestros amigos sobre lo mío con Aron. Según ella, era mejor que lo supieran para mantenernos vigilados. Casi había pasado un mes y medio en donde los medios dejaron de hablar, pero eso no evitaba que los fans lo hicieran. Preguntaban a cada momento por nosotros, en cada post de Instagram o story.

Mis encuentros con Aron han sido demasiado fugaces, ya que estábamos trabajando mucho para terminar antes la temporada y empezar a hacer entrevistas. Olga también, me había programado muchas cosas por hacer y ninguno de los dos teníamos tiempo para pasar con el otro. Era algo demasiado frustrante.

–Es que nosotros no tenemos la culpa de habernos llevado tan bien. Somos el mejor squad de la historia y ya está, es lo que hay.

Reí levemente ante la seguridad de Ester al hablar. Danna pegó un gritito haciendo que ambas la miraramos.

–Osea, me parece horrendo que no puedas salir con alguien que quieres por la mierda que diga la gente. ¡Es normal que nos liemos entre nosotros somos amigos por Dios!

–Es estúpido, lo sé.– Eché mis hombros hacia delante terminando mi pastel de merienda mientras miraba el atardecer.

–También eres muy manipulable Daniela. No puedes dejar que una mujer de cincuenta años te diga lo que tienes que hacer.–Añadió Ester con el ceño fruncido.

–¿Y que coño hago? ¿Pierdo mi trabajo? No pienso jugarmela y él tampoco.–Respondí molesta abriendo mis ojos más.

–Sweetheart, no te van a echar de Élite en la vida, porque joder tia, eres súper necesaria ahí. Pero aunque te echaran tienes millones de ofertas de trabajo. Eres demasiado famosa.

Rodé los ojos cruzando mis brazos ante el comentario de la mexicana. Pero ésta continuó hablando.

–Además, Ester tiene razón. Imaginate que su mánager le pone a alguna modelo para que sea su novia por contrato. Para que la gente al fin, dejen de especular. ¿Que harías?

Me revolví en la silla buscando la comodidad que no iba a encontrar. Joder, eso me había descolocado totalmente.

–Seguramente vendrias a nosotras y dirías, Ay no debi haberos hecho caso. Pero ya será tarde.–Respondió Ester por mi, con una sonrisita en su cara.

–Exacto. No podrás cambiar nada, porque lo hecho, hecho está.–Agarró mi mano entre la suya.–Linda, yo de ti iría a la perra de mi manager y le dejaria las cosas en claro.

–¡Pero no hay que dejar nada en claro!

Danna cerró sus ojos respirando fuerte. Luego sonrió haciendo que Ester riera.

–Si la hay. He visto como os mirais mientras estais grabando. Y odio como Álvaro y Ester pueden darse besos en público y que vosotros tengais que ir al baño cinco minutos después del otro para por lo menos daros un beso.

Miré a la castaña sorprendida ante sus palabras.

–¿Como sa--

Ester me interrumpió agarrando mi otra mano.–¿Crees que nadie se ha dado cuenta? Quizá los de producción no, pero nosotros somos vuestros amigos y lo sabemos todo. Sobre todo Danna y yo.

Sonrió arrogante mientras negué con la cabeza divertida. Danna agarró la mano de Ester y reímos por nuestra unión.

El vino con el azúcar estaban empezando a hacer su efecto. Y por un momento no parabamos de reír como locas.

YOUR VIBE. (Arón Piper) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora