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Nos acababamos de subir al avión. Todos nuestros asientos están bastante juntos y eso me relajó, ya que nunca me ha gustado viajar con personas patosas a los lados, delante o atrás. Me pongo muy incómoda en esas situaciones porque si empiezan a joderte no les puedes decir nada de la manera en la que me gustaría.

Mi asiento estaba principalmente al lado de Aitana pero Aron le suplicó prácticamente que le dejara su sitio para ponerse a mi lado. Así que ahora, estaba en la ventanilla con Aron en medio y al otro lado Itzan. Delante Claudia, Álvaro y Ester, y atrás Aitana, Miguel y Omar.
El resto estaba en la fila del medio.

El viaje fue demasiado agitado. Itzan y Aron no pararon de hablar en ningún segundo y lo único que yo quería era dormir, catorce horas iban a servirme para descansar lo que no he descansado en estos días.

Note mi cuerpo relajado al fin cuando encontré la postura perfecta en mi pequeño espacio cuando noté como mordian mi cuello. No me hizo falta abrir mis ojos para saber quién era.

–Aron... Para.–Dije soñolienta pegando mi cabeza a la pared. Esto le dió más espacio al chico que colocó su mano en la cara interior de mi muslo apretandolo y siguió con sus besos.

–Daniela, estoy aburrido.–Susurró besando mi mejilla.

Resoplé frustrada al ver mi sueño interrumpido. Cuatro horas de vuelo llevábamos, cuatro. Y en las cuatro no había dejado de hablar con Itzan. Ahora que yo ya estoy feliz con que me ignore, viene a dar por culo.

–Pues ponte una película, déjame en paz.–Me volteé dandole la espalda.

Sentí como acariciaba mi columna que estaba medio descubierta por mi top y dejó un beso en mi hombro.

El avión estaba a oscuras completamente, solo iluminaban algunas pantallas y las luces de emergencia. Pero tampoco iluminaba tanto.

–Ve la película conmigo por favor.–Susurró de nuevo.–Quiero estar contigo.

Mi corazón dió un vuelco ante esas palabras tan sencillas. Pero es que a veces creo que la gente infravalora el significado de un quiero estar contigo. Algo muy simple, pero con mucho significado si te lo dice la persona correcta.

–Y por qué no la ves con Itzan?–Pregunté dándome la vuelta de nuevo acurrucando mi cabeza en su pecho y abrazando su tronco con mis brazos.

–Porque esta escuchando música y se va a quedar dormido en nada.

No respondí pero le oí. No tenía ganas de responderle tenía tanto sueño que me era imposible articular palabra alguna.

–Daniela... –Me llamó agitando mi cuerpo.

–Que si, pon lo que quieras.–Hablé con algo de dificultad y a partir de ahí me quedé profundamente dormida.

Parecieron horas las que me dormí pero me desperté prácticamente encima de Aron. Todavía era de noche y en el avión reinaba el silencio menos por las turbinas que si se escuchaban.

Aron seguía viendo la película e Itzan estaba dormido apoyado en su mismo brazo.

Me moví levemente hacia abajo para buscar una manta de las que ofrecía el avión.

–Que buscas?–Preguntó el rapado quitándose un auricular mirando cada uno de mis vagos movimientos.

–Puedes coger la manta de abajo? Estoy temblando.

El chico alargó su mano y con facilidad encontró la manta. Le quitó el envoltorio y la colocó encima de los dos, cubriendo todo nuestro cuerpo.

YOUR VIBE. (Arón Piper) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora