36

2.1K 80 17
                                        

Tomé la cuarta copa en la noche o quizás la quinta, o la sexta... no se. Ya me estaba empezando a marear un poco, pero sin duda, estaba en el punto bueno del pedo. El punto en el cual te atreves a hacer cosas que no harías sobria en la vida.

–Para de beber ya, te aseguro que tu hígado te dará las gracias.

Álvaro vino a mi lado riendo y le di un abrazo suspirando.

–Gracias a ti por ser tan buen amigo Álvaro.

Bueno puede que este un poco más pedo de lo que creía. Éste me devolvió el abrazo extrañado pero vacilón.

–Si estas sentimental, ve con Aron, que te estaba buscando antes.–Me separé de él con dificultad porque me tambaleé un poco de no ser porque el ojiazul me seguía agarrando.

–Voy a ir. Tú quédate aquí, no te muevas.–Ordené señalandolo con mi dedo.

–Y por qué no?–Rió quitando la Copa de mis manos.

–Me voy, adiós.–No hice caso a su pregunta y le escuché reír aún más.

Divisé a Aron a lo lejos y con cuidado de no pisar a nadie, ni caerme, fuí hacia él.

Las luces de la discoteca le daban en la cara haciendo que no se distinguiera del todo bien. Pero era una discoteca sin techo y le reconocí por la luz natural de la Luna que ayudaba bastante.

De pronto le perdí de vista y me topé con algunos fans que me reconocieron. Tengo que tener la cara hecha un cuadro pero no era su culpa. Al fin y al cabo, para una vez que coinciden conmigo...

Cuando se fueron sentí unos brazos rodeando mi cintura con fuerza. Sonreí cuando el olor de aquel chico inundó mis fosas nasales. Olía tan bien, amaba ese perfume y él lo sabía. Lo hacía aposta el cabrón.

–Me buscabas?–Asiento en modo de respuesta.–Te he visto hablar con ellos, todos te quieren, no?

Besa mi mejilla humedeciendo la zona. Libera mi cintura pero agarra los lados de mis caderas con fuerza. Su agarre se aprieta sutilmente y mi cuerpo reacciona en consecuencia.

No podía articular palabra ninguna. Me sentía pérdida, hipnotizada por él. No sé qué mierda llevaría la copa pero me sentía en las nubes.

–Bailamos?–Asiento y ríe contra mi oreja.–Que pasa? Que te ha comido la lengua el gato?

Me doy la vuelta relamiendo mis labios y acercando mi rostro al suyo. Nuestras narices rozan pero no llegamos a besarnos. No todavía.

–Siento que si hablo, solo diré cosas malas.–Confieso.

Estoy segura de que mañana me voy a avergonzar de esto como nunca, y más sabiendo que Aron no está tan borracho como para olvidar todo mañana.

Le escucho soltar una lenta respiración, que choca con mis labios.

–A mi me gustaría escuchar esas cosas.–Aprieta de nuevo su agarre en mis caderas y está vez, relame sus labios él, sin dejar de mirar los míos.–Entonces, bailamos?

–Sí, me encantaría ver algunos de tus movimientos.

Sonrió ladeando su cara como si me fuera a besar.

–Daniela, vas a hacer que nos vayamos de aquí ya.–Dijo a milímetros de mis labios.

Decidí jugar un poco con él. La música que ponían aquí para bailar era aburrida y estoy segura de que lo que menos le importa a Aron ahora es bailar de una buena manera.

Mordí mi labio inferior, colocando mis manos en sus bíceps desnudos. Clavé mis uñas y las baje lentamente hasta llegar a sus codos.

Sonreí inocente cuando quiso besarme y alejé mi cara. Me miró frustrado y sentí sus manos bajar hasta llegar a mi culo dándole un apretón.

YOUR VIBE. (Arón Piper) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora