YOUR VIBE. (Arón Piper)

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Me quedé en silencio por lo que para mí fueron años. Y supongo que para él también ya que podía notar su impaciencia a kilómetros.

–Te he hecho una pregunta, vas a responder o espero a que Lucía te hable de nuevo?

Joder.

Que se supone que debo de hacer ahora? La culpa era totalmente mía, debería de haberle dicho todo esto cuando pasó, así no estaría pasando por esta situación.

–Bueno... Que quieres que te diga? Lo escuchaste no?

Mi tono fue algo vacilón por lo que la cara de Aron cambió aún más si se podía. Mierda, no quise sonar así.

–Enserio Daniela? Me estás vaci--

–Chicos!–Danna abrió la puerta haciendo que sin querer diera un pequeño brinco.–Oh, sorry. No se si he interrumpido algo, pero nos tenemos que ir ya al helicóptero.–Rió nerviosa mirando a Aron y luego a mi.

–Vamos en un momento Danna.–Respondió Aron sin dejar de mirarme.

–No!–Exclamé con miedo de que mi amiga cerrara la puerta y me dejara aquí de nuevo.–Será mejor que vayamos ya. Los chicos siempre llegan tarde por nuestra culpa, no podemos hacerles eso el último día.

Sonreí en forma de súplica para que, por lo menos, la mexicana entendiera que quería irme de ahí.

–En realidad, os he llamado los primeros justo por eso. Osea que, tenéis diez minutos. Os espero en el salón babies.–Sonrió amistosamente y cerró la puerta.

Gracias Danna, sabía que ibas a entender.

–Aron... Yo...–Empecé a hablar pero me interrumpió enseguida.

–Es increíble, eres increíble.–Recalcó.–Desde que estamos así, me llevas pidiendo que tengamos comunicación, porque para ti, eso es lo principal de la relación. Y yo como un gilipollas esforzandome por hacer funcionar esta mierda y vas tú y la cagas.–Habló alterado.

El eco de sus palabras impactaron contra mi, y como si fuera una niña a la que le está regañando un padre, baje mi cabeza mirando mis pies, que nunca me habían parecido tan interesantes como ahora.

–Pero tampoco es para tanto!–Intenté defenderme de alguna manera.–En algún momento esto iba a pasar y lo sabes perfectamente. O tú o yo ibamos a coger otros papeles y en algún momento ibamos a dejar Élite.

Aron resopló pasando su mano por su boca varias veces.

–Pero que no es eso, Daniela coño. Que me da igual al sitio que te vayas a trabajar, que lo que me duele es que no me lo hayas dicho.–Aclaró con una evidente frustración en su rostro.

–No lo sabe nadie.–Respondí.

Sabía perfectamente que no llevaba la razón pero no iba simplemente a quedarme callada. Aunque creo que estos casos sería lo mejor.

–Yo no soy nadie!–Se señaló.–Acaso no confías en mi o que?

–Aron no es eso. Simplemente es algo que no está seguro del todo y listo, tampoco hay que darle tantas vueltas a la tortilla.

En parte, intentaba hacerle entrar en razón. No quería pelearme con él justo el último día.

Se sentó a mi lado en la cama, apoyando sus codos contra sus rodillas, agarrando su cara entre sus manos.

–Desde cuando lo sabes?–Murmuró echando su cabeza a un lado para mirarme pero sin mirar mi cara.

–No se la fecha exacta, pero fue antes de venir.–Dije intentado sonar calmada.