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Los días en Cantabria volaron a tal punto de que ya había pasado una semana desde que estaba en Madrid.

Las navidades fueron bastante divertidas. Danna y yo estuvimos tanto juntas que hasta pareciamos hermanas.

Ahora me encontraba de camino al despacho de Olga, mi manager. Me llamó por la mañana diciendo que tenía algo muy importante que decirme y que sólo podía ser en persona.

–Bon dia Daniela.–Saludó acentuando su catalán.

Mentalmente dí las gracias a mi padre por haberme enseñado de pequeña.

–Bon dia, como estás?

Sonreí saludandola con dos besos. La mujer de unos cuarenta años frunció el ceño ante mi cambio del catalán al español.

Se sentó en su silla y yo imité su acción colocando mis manos encima de la mesa.

–Pues estoy bastante bien. Las navidades en Cataluña, ya sabes, no tienen comparación al resto de España.

Olga era una mujer que buscaba la independencia de Cataluña a cada momento. Es algo a lo que ya estoy acostumbrada, pero al principio me molestaba mucho que criticara a España para que Cataluña tuviera más importancia.

–Si, Cantabria ha estado muy bien también.–Force una sonrisa que pareció más una mueca.

–Ya, me imagino. Pero no es para hablar de la Navidad por lo que estas aquí amor meu.–Separó su cuerpo de la mesa para buscar en unos cajones de la misma.–Ahora dime, que es esto?

Colocó cinco revistas en la mesa. Cinco revistas con mi nombre y el de Aron en grande, con algunas fotos.

No entiendo para que quiere una explicación de esto. Está bastante claro. Las fotos fueron del día que nos encontramos a María y a Jaime en el restaurante. Se nos veía a los dos en la mesa sonriendo. La foto, evidentemente echa desde otro edificio, ya que estábamos en una terraza.

Puto Aron, tenías que escoger terraza para fumar.

En la segunda se nos veía paseando por la gran vía dándonos un beso, justo esa misma noche cuando varias personas se nos quedaron mirando.

Las otras dos eran del mismo estilo, hasta que la última llamó mi atención.

Estábamos Álvaro, Aron y yo. Yo parecía contarle algo muy interesante a Álvaro mientras que Aron me miraba con una mirada que hizo que quisiera derretirme.

–Oh no.–La cara de Olga se descompuso al mirar detrás de mi.

Gire mi cabeza confundida hasta que ví a Aron con Tomás, su representante.

Los hombres entraron en la Oficina saludando. Aron se sentó a mi lado dejando un beso en mi mejilla y Tomás al lado de Olga.

En mi vida he visto a esta mujer tan rígida.

–Se lo has dicho ya?–Preguntó Tomás mirando las revistas en la mesa.

–Estaba a punto pero aparecieron.

–Bueno, mejor, así se lo decimos a la vez.–Susurró.

Miré a Aron buscando una respuesta, pero éste se veía bastante entretenido mirando las páginas de "Que me dices" en las que salíamos nosotros.

–Decirnos que?–Hablé al fin cansada.

Tomás carraspeo, enseguida Aron dejó la revista de mala gana mirando a ambos representantes.

YOUR VIBE. (Arón Piper) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora