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Bajamos del tren llegando ya a la ciudad natal.

Danna estuvo hablando todo el viaje sobre Jorge. Al parecer ambos tenían un tonteo algo extraño, pero ninguno quería admitir que se gustaban. Aunque Jorge era muy detallista con ella.

El autobús paso por nosotras y luego de dos horas aproximadamente llegamos a mi casa.

-Estoy muerta.-Dijo Danna dejando las maletas en mi porche.

-Debes de estar sedienta también, porque lo que has hablado en el viaje, no lo has hablado en tu vida.

Mi amiga me miró mal haciendo que sonriera inocente.

De repente la puerta principal se abrió dejando ver a mi madre sonriente con mi padre atrás.

-Chicas! Al fin llegais, tenéis que estar hambrientas, tú padre acaba de hacer pez espada. Vamos pasar, pasar!

Mi madre nos dió un abrazo a Danna y a mi y luego esta acción se repitió con mi padre.

-Siento si voy a ser una molestia para vuestras Navidades Ana.-Habló Danna mirando a mi madre algo incómoda.

-Jamás Danna. Sabes que eres mi hija mexicana.-Rió feliz.-Además ya tenemos tu regalo.

-Tenemos? Ya no vienen los Reyes Magos?-Una voz grabe sonó bajando por las escaleras.

Danna se quedó boquiabierta y yo no me quedé atrás.

-Con este cuerpo piensas decir si vienen o no los Reyes Magos?- Me acerqué a mi hermano, Noah, para darle un abrazo.

El chico de diecinueve años me envolvió completamente con sus brazos musculosos. Luego se separó de mi y abrazó a Danna. A está casi se le caían las bragas.

Negué divertida por su reacción y decidimos subir las maletas a mi habitación.

-No recordaba tu casa tan grande. Osea y tu habitación es ideal.

Danna se sentó en la silla de mi escritorio, admirando cada rincón de mi habitación.

-Tampoco recordabas a mi hermano así eh.-Dije juguetona y la chica rió descontrolada.

Fui al baño un momento y luego de cinco minutos salí. Danna estaba viendo algunos cuadros que tenía en las paredes y me señaló uno, en el que saliamos Ester, Aron, Álvaro, Danna, Miguel y yo.

-Recuerdas este día? Nosotros siempre saliamos juntos a la calle.-Habló nostálgica y me acerqué para verlo mejor.

-Escuchar quiero que todos me mireis ahora!- Álvaro estaba con su guitarra en frente de Callao mientras nosotros como tontos le prestabamos atención.

-Anda bajate de ahí, que va a venir la policía.-Dijo Miguel serio pero a la vez divertido. Le ofreció su mano a Álvaro para que se bajase del Banco en el que estaba subido.

-Que no coño! Voy a cantar, quiero a todo el mundo en silencio!-Gritó haciendo que varias personas nos miraran.

-Como te puede gustar esa cosa?-Sonreí mirando a Ester que parecía no dar crédito a lo que veía.

-La verdad que no lo sé. Pero tú con Miguelito que?-Preguntó la gallega.

Mis ojos se abrieron como platos. Enseguida sentí la sangre correr hasta mis mejillas y tape mi cara.

Mientras tanto Álvaro cantaba y los chicos intentaban callarlo, mientras que Danna solo grababa la escena riendo.

-Ayer nos dimos un par de besos en los camerinos.-Susurré.

YOUR VIBE. (Arón Piper) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora