Capítulo 15.

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—Si te suelto ¿No gritaras? —Pregunto una voz ronca y yo negué— bien —me soltó y entonces me gire hacía él.

—¿Qué te pasa? ¿Estás loco? Casi me matas del susto —susurre.

—¿Que se supone que estás haciendo, tu? —pregunto él con el ceño fruncido.

—Nada —conteste rápidamente.

—A mi no me parecía que hacías nada —replico y yo lo mire mal, me quito el celular y miro el mismo lo que estaba haciendo, negó con la cabeza y se tomo el puente de la nariz como si yo lo sacase de sus casillas— Te estás metiendo en terreno peligroso, Cassidy —rechine los dientes.

—No me jorobes, Brandon. Están pasando cosas y yo necesito saber que —el negó.

—No así, pudieron haberte visto Cassidy y puesto en peligro, aquí hay mucha gente que respeta a Elías.

—No me llames así —exclame— no lo entiendes, esto se trata de saber que paso aquella noche.

—No, la que no lo entiende eres tú. Esto es algo mucho más grande que tu y que yo, Cassy —me miro directo a los ojos— ¿y qué te hace pensar que Elías estuvo esa noche?

—Lo sé, él estuvo ahí, al principio no lo reconocí, pero esta mañana Jake estuvo en mi casa y él lo acompañaba. Todo comenzó a encajar. Ellos se conocen desde antes —el me miro.

—¿Jake estuvo en tu casa?

—Él no me vio, pero sí estuvieron, Brandon.

—Entonces debes tener más cuidado, Cassidy. Ellos no pueden saber que estas aquí.

—¿Que sabes que yo no? ¿Qué haces aquí? —pregunte lo más obvio, pues no había razón para que el anduviese por ahí— ¿Que está pasando?

—Te dije que te ayudaría.

—¿Cómo? Brandon yo no quiero que tu salgas perjudicado, estoy bien así —dije y sonreí.

—Te lo debo.

—No seas estúpido, tu no me debes nada a mí —tomo mi rostro entre sus manos.

—Claro que si, ahora vete y no vuelvas acercarte a Elías, mantente lo más alejada posible, es por tu bien.

—¿Y qué hago con esto? —dije mostrando mi celular.

—Archívalo y envíamelo, tal vez nos sirva de algo —asentí poco convencida cuando iba a salir de allí, el me tomo de la mano y me abrazo— mantente alejada, Cassy —pidió, yo asentí, pero aun tenía dudas y aun me faltaba hablar con él, camine deprisa y llegue al comedor, los chicos estaban allí. Hannah me sonrió y me abrió espacio para que tomase asiento.

—¿Qué pasa? estas pálida —dijo ella y yo negué, Ben se sentó a mi lado.

—¿Estás bien? —Asentí, su celular sonó y él lo tomo— Si, está aquí a mi lado —dijo el que me paso su celular, yo lo mire sin entender— es para ti —lo mire mal y tome el teléfono.

—¿Si?

—¿Cassy?

—Sí, pequeña ¿qué pasa?

—¿Crees que puedas venir después de clases? —Pregunto— la audición es en unos días y aun me falta práctica.

—Claro cariño.

—Bien, te esperare —dijo y colgó, le devolví el celular a Ben.

—¿Melanie? —pregunto Hannah.

Los Colores de una Mentira ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora