Capítulo 21.

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—Con una chica tan linda como tú, no hay problema —dijo una voz ronca, e inmediatamente lo reconocí, levante la mirada y él me miraba como si buscase algo que no encajaba, sus amigo o secuaces, como quieran llamarles, le seguían. Brandon era uno de ellos, apenas hizo una seña imperceptible para los demás, pero para mí no, de que no hiciese, ni dijese nada.

Jake estaba delante de mí.

La persona que más odiaba y despreciaba, y necesite de todo mi autocontrol para no escupirle, ni arañarle la cara. La causa de mis pesadillas, y la razón por la que papá se había marchado. Lo odiaba. Y a veces me preguntaba ¿cómo puedes odiar a un rostro tan hermoso? Tenía ganas de desfigurarlo. Jake era guapo, apuesto le queda mejor, tenía los ojos marrones claros, cabellos castaño y piel demasiado blanca, tenía una sonrisa perfecta y la barbilla como si la fuesen cincelado.

El me sonrió, con esa sonrisa que un día me enamoro y hoy tenía ganas de sacar diente a diente, para que sintiese lo que es el dolor de verdad. El me miraba con una sonrisa galante. Esa sonrisa con la que las bobas caían, ¿y a quien engaño? Yo también caí como una boba.

—¿Tienes nombre o te comieron la lengua los ratones, preciosura?

—¡Cassy! —llamo Hannah acercándose a mí, bajando con mucho cuidado los escalones. Ella los miro de reojo y luego a mi— ¿Todo está bien? —pregunto insegura. Salí de mi estupor y reaccione, prefabrique una sonrisa, ya que miraba a Jake como si fuese a sacarle los ojos y no estaba muy lejos de ello, pero eso el no tiene que saberlo.

—Sí, todo está bien, un pequeño accidente —Jake nos sonreía de forma coqueta. Miro a Hannah.

—Hermosas chicas, para estar solas —quería abofetearlo.

Calma Cassy, aun no.

—No están solas —dijo Seth sumándose al grupo, el paso su brazo por la cintura de Hannah y se acerco protectoramente a mí. Jake nos miro, Elías también estaba con ellos. Los ojos de Jake, se desviaron nuevamente a mi persona.

—Cassy, bonito nombre —paladeo mi nombre como si estuviese probando vino— para una hermosa dama —el intento acercarse, pero Seth se puso en medio y Ben llego junto a él.

—No te acerques a ella —dijo Ben de forma amenazadora.

—¿Y tu quien eres? —pregunto Jake, mirándolo de arriba a abajo, como si Ben fuese un insecto y estuviese decidiendo si pisarlo o no porque así era Jake, descarado hasta la medula.

—Su novio —dijo el seguro. Elías no tenía intención de desmentirlo y es que en las últimas semanas Ben y yo hemos estado muy juntos. No nos desmintió y yo tampoco, no sabía cómo terminaría esto y no tenía ganas de averiguarlo. Jake rio e iba a decir algo, pero Elías lo corto.

—Vamos Jake, son chicos de mi colegio —Jake lo miro, como si se acordase que iba acompañado y luego a nosotros, el asintió.

—Espero verte luego, preciosa —dijo sin más, saco unos billetes de su cartera y los metió en el tarro que traía Hannah que en un momento dado se puso al frente —para la caridad —tome a Ben del hombro, pues estaba en tensión y eso era señal de que quería golpear algo o más propiamente a Jake. Todos sus amigos hicieron lo mismo y Brandon quien con la mirada lo dijo todo. Que lo perdonase por semejante espectáculo, ellos por fin se fueron y Hannah y yo soltamos el aire retenido.

—¿Que fue eso? —pregunto Seth.

—Unos idiotas con complejos de dioses —dije encogiéndome de hombros. Ben sonrió.

—¿Ese no era tu amigo? —pregunto Seth confundido.

—Sí, prefiere que me mantenga al margen de sus amigos —ellos me miraron sin comprender, me encogí de hombros.

Los Colores de una Mentira ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora