Los Colores de una Mentira ©®

Capítulo 13.

Antes de bajar a desayunar, revise mis redes sociales, los chicos subían adelantos del video, pero solo un poco pues no querían que nos robasen la idea.

Sonreí ante un post, era una fotografía en donde salíamos Hannah y yo, no sabía cuando la habían tomado pero al pie de la foro rezaba: Perdóname amiga y se me había etiquetado, al igual que una del grupo completo en la cual rezaba: perdónanos Cassy. Y sonreí ante su gesto, cerré la Mac y me encamine al baño tomaría una ducha. Me coloque unas mallas y una franela negra y encima una blusa a cuadros azules y unas converse del mismo color, baje a desayunar.

—¿Te llevo? —preguntó Chase, asentí. Era mejor firmar la pipa de la paz.

—¿A dónde irán? —quiso saber papá.

—Prácticas de baile —el asintió.

Cuando terminamos, subí al auto de Chase y este iba silencio y con el GPS encendido, me llevo adonde serian las prácticas. Era una especie de fábrica abandonada la cual estaba bien acondicionada, tanto que mi cara fue de sorpresa total.

—No dejes que te afecte —dijo y lo mire extrañada, cuando Hannah me vio se acerco a mi corriendo y me abrazo.

—¿Me perdonas? Por favor dime que me perdonas —dijo rápidamente y yo reí. Ella miro a mi acompañante, pero no dijo nada.

—No te preocupes —ella suspiró, su teléfono sonó.

—¿Qué pasa? —Preguntó— si, aquí esta —ella me cedió su celular y yo lo tome sin entender.

—¿Cassy? — preguntó una vocecita.

—Dinah ¿cómo has estado pequeña?

—Molesta. Porque no has venido a verme ¿Ya no somos mejores amigas? —y me la imagine haciendo pucheros.

—Claro que si, cariño. Es solo que he estado un poco liada

—¿Cuando vendrás?

—¿Qué tal si paso por allá, más tarde?

—Vale te estaré esperando ¿eh? —dijo para luego colgar, le pase el teléfono a Hannah. Entonces recordé a mi acompañante.

—Hannah, él es Chase. Chase, ella es Hannah —el sonrió. Hannah hizo lo propio.

—¡Cassy! —exclamó Tyler, quien me abrazó, dejándome aire— no te preocupes, que le di su merecido por ti.

—¿De qué hablas? —justo entonces entro Ben con su noviecita. ¿Es que en serio llegan unos detrás de otro?.

Que alguien note la amargura en mi voz.

Ella iba guindada de su brazo cual estrella de cine.

Pero me sorprendí mucho cuando le vi un ojo morado. Entonces entendí lo que Tyler dijo.

—¡Tyler! No debiste hacerlo

—¿Cómo que no? —preguntaron Chase y Tyler al unísono. En serio los hombres cuando querían podían ser de lo más bestias. Ellos se miraron.

—¿Ves? Tu amigo ya hasta me cae bien —nuestras mirada se cruzaron y sus ojos se volvieron más oscuros, cuando miraron a la persona a mis espaldas.

Aunque ellos no se conocían y yo no había dado a entender nada, se profesaban tal odio que hasta el gato salió huyendo de ellos. Negué con la cabeza y puse los ojos en blanco, justo entonces salió una pelinegra y menuda de detrás de ellos.

—¡Cassy!

—Hola pequeña —me envolvió la cintura con sus delgados brazos y yo se lo devolví.