Salgo de la cafetería con un fuerte dolor de cabeza, subo a mi auto y coloco el pedido de Javier en el asiento del copiloto con cuidado.
Javier es uno de mis clientes favoritos y recientemente me pidió que le acercará a su empresa un café ya que según él; El de nuestra cafetería era el mejor.
El trayecto a la empresa no es para nada largo y en menos de quince minutos ya me encuentro en la recepción pidiendo permiso para subir a la oficina de Javier. Me dan el pase de visitante y con el café y la bolsa de donas en la mano voy directo a uno de los ascensores.
—¡Por fin! Necesitaba un buen café para comenzar el día— Javier me recibe con los brazos abiertos.
—Ni a mi hermano le llevaría café si me lo pide— bromeo— así que imagínate el aprecio que te tengo.
—Sabes que eres como una hija para mí— asiento sabiendo la verdad.
Muchas veces me repitió que desearía haber sido mi padre y darme la vida que merezco.
Cada vez que saca ese tema solamente soy capaz de sonreír incómoda, no es que no me agrade la idea pero es algo que no sucedió y pensar en lo distinto que podría haber sido todo me entristece un poco.
—Debo volver a trabajar así que te veo luego— Javier deposita un beso en la frente— Te quiero, nos vemos.
—Adiós, hija— me sonríe antes de volver a sentarse detrás de su escritorio.
Cuando salgo de la oficina me despido con una sonrisa de la secretaria de Javier. Saco mi móvil para revisar la hora y cuando lo vuelvo a guardar mi corazón se detiene completamente.
Por el largo pasillo viene caminando un hombre alto. Lleva una camisa blanca que se le pega perfectamente al cuerpo, unos pantalones negros ceñidos a sus piernas largas y no puedo visualizar bien sus ojos ya que los anteojos de sol me lo impiden. Pasa una mano por su cabello y no me doy cuenta que me quedé parada en medio del pasillo hasta que cruza por mi lado.
Ni siquiera voltea su cabeza hacia mi, solamente sigue mirando hasta llegar hasta la puerta de la oficina de Javier.
Y solamente eso me faltó para saber que es Leonardo Marchetti.
ESTÁS LEYENDO
Piacere (+18) © [Completa]
RomanceSer profundamente amado te da fuerzas, mientras que amar profundamente a alguien te da coraje. Lao Tse Todos los derechos del autor reservados.®