Piacere (+18) © [Completa]

CAPÍTULO 56

Plancho con las manos el vestido que tengo puesto. Detrás de mi Hansel cierra la puerta del auto, y luego me toma de la mano. Juntos comenzamos a caminar hacia el restaurante que hace mucho tiempo no pisaba. Es el que varias veces vinimos con mamá y Tiago. Richard no se encuentra, pero en su lugar atiende un chico casi de mi edad.
Pasamos a la parte donde hay más gente y nos sentamos frente a frente. El me sonríe, nos traen un vino, y la carta.

—No se que pedir—murmura Hansel, viendo la carta— Ya que tus labios no están en el menú.

Eso me hace sonreír, —Pues deberías pedir el Salmón ahumado, es lo mas fácil.

—Si, quizás— justo la chica que nos atendió hace rato llega para pedir nuestra orden— un salmón ahumado, y para la señorita…

—Un bistec encebollado.

—Enseguida— la chica nos sonríe y agarra las cartas. Bebo un poco de vino blanco.

—¿No puedes tomar vino? —pregunta Hansel.

Hago una mueca— estoy tomando pastillas, tengo prohibido el consumo de alcohol.

El asiente— No me habías dicho nada.

—Nadie además de mi abuela sabe de hecho—  sonríe y su mirada se ilumina— Siempre venia a este restaurante con mamá.

Intento cambiar de tema.

—¿De verdad? —asiento— ¿Cómo era ella?

—Pues… Era muy buena, demasiado para este mundo. Incluso cometió algunos errores, pero siempre busco la manera de darnos lo mejor a mi y a Tiago— sonrío.

—Eso suena maravilloso— asiento.—¿Y tú hermano? ¿Cómo va con eso del arte?

—Cada vez mejorando. Ahora se ha inscripto en un curso de verano. Le apasiona eso.

—Lo bueno es que Tiago tiene varias oportunidades para hacerse conocer en el mundo de las bellas artes. Más si tiene talento.

—Lo se.

Él me sonríe y le devuelvo el gesto.

— ¿Cómo van las cosas con Leonardo?

Solo escuchar su nombre causa estragos dentro de mi— no hablemos de él.

—Esta bien, pero es loco…

—¿Qué cosa?

—es loco que no quieras hablar de él, porque justo ahora esta viniendo hacia nosotros acompañado de Miley.

Me quedo estática en mi lugar, y agarro la copa con extrema fuerza, siento un perfume llegar a mis fosas nasales.

—Hola, Hansel —escucho la voz de Miley, y luego siento el aroma de Leonardo llegar.

Cierro los ojos, y me bebo lo que queda de liquido en mi copa, deseando poder ingerir alcohol.