Piacere (+18) © [Completa]

CAPITULO 31

Entrando al quincho me encuentro con una cara conocida.

Dimitri.

—¡Ey! —me sonríe. No lleva remera, y debo admitir que tiene un buen cuerpo.

Evito morderme el labio—Hola, por fin egresados, ¿Eh?

—Los años valieron la pena—se encoge de hombros y me ayuda a cargar las cosas para llevar a las mesas que se encuentran ahí—¿Viniste con alguien?

—Traje a mi hermano, y una amiga de el—le sonrío—¿Tu?

—Solo con los de mi pequeño grupo—asiento recordando su grupo.

Como es mas alto que yo, debo pararme de puntitas. Rodeo sus hombros con mi brazo.

—Bueno Dimitri—suspiro y sonrío—¡A emborracharse!

—¿Qué? No— se separa de mi.

Le pego por el hombro, oh mierda, esa mezcla de alcohol que me dieron en la entrada no me sentó bien. Ya me estoy comenzando a marear, y siento la sangre caliente.

—¡Si! —miro a todos—¡¿Nos emborrachamos o que?!

—¡Si! —todos gritan y dos chicos comienzan a servir bebida. Ponen música a todo volumen, y una canción en inglés, que no conozco suena por los altavoces.

—¿Qué debo hacer? —pregunto mirando al vaso que tengo frente a mi, también hay una fila de nueve chicos y chicas, esperando.

El chico frente a mi sonríe—Es un juego. Debes beber del vaso, colocarlo boca abajo en la orilla de la mesa, y darle vuelta. Debe caer parado.

—¡Ah! —enseguida capto— como el juego ese de internet.

—¡Exacto! —exclama el chico detrás de mi, aunque dudo que sepa de cuál hablo.

Entonces, suenan una bocina, y comienza el juego. Bebo el liquido y enseguida reconozco que es vodka, después coloco el vaso boca abajo, le doy un empujón con el dedo indicé, da vueltas pero no cae parado. Vuelvo hacer lo mismo y esta vez cae bien.

Me muevo, y el chico detrás de mi hace lo mismo, a el le sale en el primer intento. Luego la chica siguiente, el equipo contrario esta luchando con un chico que parece estar muy borracho. Le gritan para que reaccione, pero el solo se tambalea.

Pronto mi grupo termina y todo gritamos. Hemos ganado, en realidad no hay premio pero es divertido jugar.

Todos gritamos de felicidad, y es cuando decidimos ir a la piscina. Ya algunos están ahí, incluyendo a Astrid y Tiago que me hacen señas.

Me saco mi pantalón corto de Jean, y dejo descubierto la parte baja del bikini de dos piezas color rojo. Me saco la remera, y quedo solamente en bikini. Voy directo donde se encuentran todos y comenzamos hablar.

—¡Oigan!— Un chico llama la atención— ¿De quién mierda es esta casa? Porque déjenme decirles que ¡TIENEN LA MEJOR PISCINA DEL MUNDO!

Y no miente. La piscina es enorme que cabe perfectamente todos los invitados.

—Intenten adivinar— Vania. La organizadora sonríe— ¡De Ryan McMiller!

Mi sonrisa se borra automáticamente y me alejo con el corazón en el pecho. Una sensación de calidez recorre mi pecho.

Llega un punto donde voy hasta donde se encuentran Tiago y Astrid. Ellos me saludan con una sonrisa.

—¿Qué tal la estas pasando? —pregunta Tiago.

—¿Yo? Bien, ¿Ustedes? —pregunto y Astrid se adelanta en contestar;

—De maravilla. Mis amigos no me creen que estoy en una fiesta universitaria. Esto es maravilloso. Por cierto, felicidades Cass. Te mereces ese titulo.