Piacere (+18) © [Completa]

CAPITULO 21

—Creo que me estoy enamorando— frunzo el ceño y observo a Jimena.

—¿No estabas enamorada, ya? —ahora es ella quién frunce el ceño.

Hoy nos ha tocado compartir turno, por lo que ella me esta contando su vida, mientras yo la escucho parlotear. Esta mujer nunca se cansa de hacerlo.

Pasaron nueve días desde el accidente con el señor en el club, el jefe de la cafetería no quiso darme más días de licencia por lo que tuve que volver a trabajar si no quería perder mi trabajo.

Los recuerdos de esa noche siguen en mi mente y trato de olvidar pero a cada nada la voz, las manos y los azotes se sientan de nuevo a mi alrededor y me tengo que obligar a respirar.

—Si…bueno, acepté salir con el porque es guapo. Pero ahora que lo conozco, me doy cuenta que es mi hombre perfecto—asiento, dudosa.

—pues dile, “Te amo”, seguro y qué te corresponde—me encojo de hombros.

—no lo se,…—duda— la palabra «Te amo» tiene mucho significado, no se le puede decir a cualquiera.

—Entonces solo di que tus sentimientos se están volviendo mas fuerte, y punto. Ya en unos meses sabrás si lo amas o no, ¿No crees? —asiente dudosa — a todo esto, ¿Cómo se conocieron?

Y cuando está por apunto de comenzar a contarme su historia de amor llega un cliente.
Aprovecho para responder el mensaje pendiente de Leonardo.

No le he respondido desde esa noche y me da cierta pena que cada que pueda vaya a casa. Astrid me ha dicho que está desesperado por hablar conmigo y me da cierta pena que se preocupe por alguien que no se merece.

Leonardo;
«¿Estás bien?»

Yo;
«Si.»

Leonardo; 
«¿Qué haces esta tarde? »

Yo;
«Debo estudiar. Mañana tengo un examen importante  »

Leonardo;
«¿Necesitas ayuda? »

Yo;
«¿Ahora eres profesor?»

Hasta me puedo imaginar como puso los ojos en blancos.

Leonardo;
«¿Si o no? »

Yo;
«Depende a que te refieres con “Estudiar “ puedo confundir las cosas, sorry»

Leonardo;
«Obviamente te voy a follar hasta cansarme. Y en la madrugada te enseñare porque el 69,es el mejor numero»

Yo;
«Pervertido »

—¡Uy! La chica se esta enamorando—ni siquiera sentí cuando Jimena se colocó a mi lado. Frunzo el ceño y la miro.

—¿De que hablas? —apago el celular.

Pone los ojos en blancos— ya estas sonriendo a la pantalla, Leonardo te gusta. Te gusta el millonario.

—Ya estás delirando— guardo mi celular en el bolsillo del delantal— Me voy a lavar las tazas.

—¡Hazlo, evade la realidad!— me saca la lengua y yo el dedo del medio.

Llega la hora de salida. Por suerte ya tengo mi apreciado auto. Así que voy directo al estacionamiento, entro al vehículo mientras coloco música. Repiqueteo los dedos sobre el volante mientras tarareo la canción que suena por la radio.

Llego a casa, y Tiago no se encuentra. Según el esta en la casa de un amigo haciendo algunos trabajos prácticos de la escuela. Últimamente ambos estamos con los exámenes finales.