Recorremos el centro comercial con Tiago. Nos han invitado a un viaje a Italia y por supuesto no podía negarme. Jamás creí poder llegar al lado europeo del mundo.
—¿Qué te parece esta camisa?— Tiago me enseña una de color azul marino.
—Esta linda— me limito a decir.
Estos días me encuentro más triste de lo normal.
Con Tiago compramos varios atuendos y me encanta poder pasar la tarjeta y no preocuparme por el fondo. Durante los meses que estuve con Leonardo llegué a recaudar un fondo bastante razonable.
—Cass—dice una voz detrás de mi, me doy vuelta y encuentro a Dafne—Hola.
Me quedo estática unos minutos y Tiago me aprieta la mano.
—¡Hola! —le sonrío falsamente, me acerco a ella y le doy un beso en cada mejilla—¿Que haces aquí? Apuesto que comprando para sacarle plata a un hombre.
Bromeo, pero en realidad, digo la verdad.
Mas de una vez acompañe a Dafne para comprarse ropa, y todo consistía en que para la noche sacarle dinero a un hombre.
Juguemos. Y demostrémosle que estamos bien.
Si.—Si...bueno no precisamente —se rasca la parte trasera del cuello— vine con dos compañeras, ellas están comprando.
—Ohh, bueno, pues espero que encuentren lo que buscan —sonrío falsamente, estoy por seguir mi camino pero ella me agarra del brazo haciendo que vuelva a verla—¿que pasa?
Me suelto de su agarre.
—¿Estas bien? —frunce el ceño.
—Pues claro, ¿Por qué estaría mal?.
¡Se me da tan bien fingir!
— Tengo que hablar contigo...¿puedes...?
—Claro, vayamos afuera— dejo el hermoso conjunto de ropa interior en su lugar, y ambas salimos de la tienda.
Llegamos al estacionamiento, Tiago sube al auto y yo me quedo a un lado mirando a Dafne mientras ella se queda viendo el suelo.
—Bueno, ¿de que querías hablar? —cruzo los brazos sobre mi pecho.
—Yo...—suspira y comienza a jugar con su pelo. Hace aquello cuando esta nerviosa— me....me acosté...con Leo.
—lo se—digo con calma forzada— se de la historia —me encojo de hombros como si no me importara, cuando en realidad, me siento muy mal.
Ella me mira, incrédula—¿De verdad?
—Pues claro. Le mandabas mensajes, y te recuerdo que yo me acostaba con el. Veía su teléfono—miro al suelo— de todas maneras, tenia mi sospecha.
—¿Que?
—No es sorpresa que eres una mala amiga, mi querida Dafne—sonrío, y ella abre la boca—Desde que nos conocemos, te has fijado en los chicos que a mi me interesa. Siempre deje pasarlo, porque eras mi amiga. Pero me di cuenta, que no eras mas que una falsa, y maldita…
Una cachetada, impide que siga hablando. Paso mi lengua sobre mis labios, eso no me va a impedir que siga tirándole el veneno que merece.
—¿Te molesta que te digan la verdad? Agradece maldita estúpida, que nunca le dije a tus padres que te acuestas con viejos, y encima le robas las tarjetas de crédito—escupo, intenta volver a golpearme, pero agarro su muñeca —no me vuelvas a tocar un pelo, asquerosa. Sabes bien que conmigo no se juega, Dafne.
—Creí que eras mi amiga...
Rio—Yo creía que eras mi mejor amiga, pero te acostaste con el hombre que yo me acosté. ¿Sabias que me debes mucho, Dafne?
—no, no te debo nada...
—oh vamos, desde hace dos años te venia pagando el tratamiento contra el sida, ¿tus papás se enteraron que tenias? No verdad, porque yo te apoye—señalo su pecho— hice muchas cosas por ti. Y a ti te costo mucho decirle que no a Leonardo.
—Basta, Cassandra.
—Tienes suerte de que no te estoy tirando todas las cosas que me debes en la cara. Te lo mereces, pero no voy a caer tan bajo.
—¡Ya basta! ¿Que te pasa? No eres así...
—Pasa que estoy cansada de que intenten pasar por encima. En especial tu, te perdone tantas, incluyendo que te perdone cuando te acostaste con mi hermano. Te perdoné que le hayas faltado el respeto a varios de mis ex compañeros. Te perdone todo. Pero no voy a perdonar que intentes seguir viendo de estúpida.
—¿Te molesta que me haya acostado con Leo? ¿Es eso? —niego— ¿¡Entonces que!?
—¡Me molesta que siempre quieras intentar ser mejor que yo, sabiendo que soy mejor que tu, en todos los aspectos! —listo, lo dije.
—No eres mejor que yo...
—Oh vamos, Dafne—sonrío, y un nudo se me forma en la garganta— me falta de todo en mi vida, pero soy feliz. Tu tienes todo, pero vives en la desgracia.
—Por lo menos no debo aceptar un puto trato, para que me cojan por plata.
—¡Pero si es lo mismo que haces tu! —rio— simplemente que tu follas con diferentes personas, sin condón, y por eso te contagiaste de una enfermedad. Yo en cambio, solo con uno...hacemos lo mismo querida, simplemente que a mi me va mejor.
—Eres una zorra, ¡Una maldita! ¡Traidora!
—¿Si? —rodeo el auto, y abro mi puerta— tu eres el doble de eso y más, zorra.
Entro al auto, y enciendo el motor. Miro a Tiago.
—Perdón.
Se que se disculpa por haberse acostado con Dafne.
—Eras un niño— le acaricio el pelo— no sabías lo que hacías.
Él me sonríe y yo aprieto el volante con fuerza. Definitivamente Dafne está borrada de mi vida y es una lastima que después de varios años de amistad terminemos de esta manera.
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Piacere (+18) © [Completa]
RomanceSer profundamente amado te da fuerzas, mientras que amar profundamente a alguien te da coraje. Lao Tse Todos los derechos del autor reservados.®