Leonardo Marchetti.
Dejo a mi adorada hermana en la casa de mi padre y voy a la mía. Donde Julia salta con sus preguntas y acosamiento. Solo vine para que Malek me lleve, y también porque aquí tengo mi laptop, que debo llevar para terminar algunos trabajos.
Quizás pase toda la semana en el pent-house, no soporto mucho la presencia de Julia.
—¿Dónde te vas? Haces días no vienes a dormir— aparece Julia en el umbral de mi habitación.
—Me voy al pent-house, ¿sabes porque? —niega— Porque no te soporto, porque no me gusta tu presencia.
—Y seguramente te vas a follar con la otra puta.
—¿Algún problema con eso? —la miro a los ojos y aparta la mirada. Recojo mi portátil, y el regalo que tengo.
—Hijo de puta—susurra cuando paso a su lado.
—¿Y recién te das cuenta? —me detengo frente a ella— Si no te despido es porque le prometí a Miley que no lo haría, pero no me rompas las bolas porque te juro que te tiro de patitas a las calles.
No dejo que conteste y salgo del lugar. Cierro la puerta de mi casa con fuerza provocando que se escuché a metros. Malek me espera recostado en el auto.
—¿Todo bien? —asiento y me meto en el auto.
El hace lo mismo y enciende el motor, estoy yendo a la casa de la castaña a recogerla como lo dije antes.
Y no me importaba si me rechazaba, iba hasta la casa y la follaba en vista de su hermano pequeño.
Aprovecho el tiempo del trayecto para leer algunos correos importantes, que tenía pensado hacer mañana.
—Oye…—levanto la mirada y me encuentro a Malek viéndome por el retrovisor.
—¿Qué?
—¿Qué sucede con la chica? ¿Por qué tanto interés de la nada? —suspiro.
—No pasa nada. Solo quiero follar con ella, no tiene nada de malo.
—Pues yo me quiero follar a la amiga—sonríe y pongo los ojos en blancos mientras recorremos la ciudad.
Llegamos a la casa de la castaña, pido a Malek que toque claxon, y ella sale con un deslumbrante vestido, combinando con el color de su mirada. Lleva un vestido ceñido al cuerpo de color negro con brillos, no le cubre los hombros y tiene una abertura en el muslo. Joder, hasta siento como mi miembro ya quiere salir del pantalón.
—Adelante señorita—aparece en mi campo de visión Malek, no escuché, ni sentí cuando se bajó del auto para abrirle la puerta a la castaña de esbeltas piernas.
Se sienta al lado mío—Hola— sonríe tímidamente.
¿De verdad? ¿Después de follar aún se tiene vergüenza? Al parecer si, bueno, plata y carácter siempre tuve así que no conozco eso de “Vergüenza”
—Hola—cierro la laptop y la dejo a un lado—¿Tu hermano?
En realidad no me importa el chico pero creo que es educado preguntar por la familia.
—Se quedó solo, estaba mirando películas —se encoge de hombros y veo como no lleva maquillaje solo un leve labial color crema.
Joder, hasta sin maquillaje es hermosa la maldita. Aunque no tiene nada novedoso, tiene belleza natural, que es lo que muchas personas no tienen. Y al parecer ella lo sabe aprovechar.
Agarro el regalo que tenia preparado, le entrego la cajita y abre sus ojos muy grandes, exageradamente diría yo.
—¿Qué es esto? —pregunta sosteniendo la caja entre sus manos.
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Piacere (+18) © [Completa]
RomansaSer profundamente amado te da fuerzas, mientras que amar profundamente a alguien te da coraje. Lao Tse Todos los derechos del autor reservados.®