CAPÍTULO 50

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—¿A Italia? ¿me estas jugando una broma, no? —niego por decima vez.

—No, mañana que viene voy junto a Tiago. Pero Leo y Astrid se van mañana— digo acostada. A mi lado se encuentran Sharith, Val, y Jimena. Estamos todos en el nuevo apartamento de la ultima.

—Okey, se supone que venían ayudarme a desempacar, y están hablando sobre la vida rica de Cass— se cruza de brazos Jimena, y me mira—¿Esta permitido llevar amigas?

Rio y niego— Me pagan el pasaje—hago un puchero.

—Pues esta chica que ven aquí, mañana conocerá a los padres de su ahora novio—se señala Sharith.

—¿Ya? ¿No es muy pronto? —pregunta Jimena, y la castaña niega con la cabeza.

—Na, quiero ver si son esos suegros buena onda, y que no les molesta que su hijo esté con una chica como yo— se encoge de hombros.

—Cass tiene suerte— dice Val—conoció a su suegro, antes de tiempo, y encima el la adora…

—No es mi suegro—aclaro— es como un padre.

—Iu— hace una mueca de asco Jimena—no digas eso, queda re turbio, y raro. Ya están con él hijo.

—Buen punto— se le une Sharith y volteo los ojos.

—¡Debes mandarnos foto de todo! —dice Val con una sonrisa, asiento rodando los ojos. Desde que llegué, han estado así de insoportables.

Hasta están mas emocionadas que yo, debo admitir que irme a Italia jamás entro en una de las cosas que soñaba, ya que sabia perfectamente que muy poco lo iba a lograr. Pero desde que Leo llegó a mi vida lo único que ha hecho es, hacerme soñar en grande.

Irme a Italia, es un gran paso en mi vida.

—¡Que si les dije! —todas ríen, y yo ruedo los ojos.

—Uy, se imaginan a Cass follando en la noche, el dándole nalgadas, mientras que su verga, dura, erecta… —Valeria se muerde el labio inferior —todo un sueño follarse a un hombre así.

—Comienzo a pensar que te lo quieres tirar— digo y ella me guiña un ojo.

—¿Quién dice que no? —le doy una mala mirada y ella ríe abiertamente.

Aún sigo dolida por Dafne, por lo que esas bromas me dan un mal sabor de boca, y cambian mi estado de animo enseguida. Cojo otra caja, y la llevo hasta el armario de Jimena. La abro, y sonrío.

—Así que la señorita Jimena, se presenta a su novia con ropa interior de encaje muy…muy sexi—saco de la caja un conjunto color negro, esto apenas le cubre sus partes.

Ella se sonroja— Oh vamos, todas tienen ropa interior de encaje, ¿No? —asentimos— Ven, es normal, y sexi, esto— dice arrebatándome el conjunto.

—Uf, no se, pero a mi me dan latigazos—se muerde el labio inferior Val— ¡Dios! Es que si ustedes escucharan su voz, y en la manera que la cuerda choca contra mi piel. Ay no queridas, se pierden mucho.

Sharith, Jimena y yo nos miramos, mientras que Val fantasea en su cabeza. Se muerde el labio inferior, y todas reímos. Ella parece volver a la realidad, y se sonroja completamente.

Hace unas semanas conoció a un señor de edad que parece satisfacer muy bien a mi amiga.

—Así que el suggar daddy de Val, es todo un hombre poderoso, y Val una sumisa— comienza Sharith.

—no soy una sumisa—aclara—además ni me penetro.

—¿Qué? —decimos las tres al mismo tiempo.

La pelinegra se encoge de hombros—Siempre me hace sexo oral, o me folla con los dedos, pero aún no he sentido su verga dentro de mi— hace un puchero— y no me lastima los pezones, o me ata contra la cama—aclara— solamente me da nalgadas, y deja marcas por todo mi cuerpo.

—Aja—digo colocando una blusa de Jimena en un perchero.

—Austin me ha follado de todas maneras— cuenta Sharith— hasta lo hemos hecho en su coche. Dios mío, ¡ni siquiera los vidrios estaban polarizados!

Todas reímos, y yo hablo; —Okey ,eso es vivir la vida al maximo.

—Si señor—dice Jimena.

—Espero que por lo menos te cuides— dice Val.
Me remuevo incómoda— Hay algo que tengo que confesar.

Todas me prestan atención.

—Yo…cuando...estoy desnuda y Leonardo…me toca— llevo mis manos a mi pecho— me siento incómoda y siento algo raro y…

—Son las secuelas de la violación— Jimena me toma de la mano— Sigues sintiendo las manos de aquellos hombres encima de tuyo es totalmente comprensible.

—¿Y cuánto duraría? Porqué me siento tan mal que Leonardo no pueda follar…

—Cass…si Leonardo te aprecia un poco va a saber entender que no puedes tener sexo todavía— me toca la frente— porque la cosita que tienes aquí aún no olvida lo sucedido.

—Ya pasó un mes— murmuro.

—Hay personas que tardan toda la vida en superar y seguir— me acaricia la cara mientras Val y Sharith nos miran— Pero si Leonardo de verdad te trata bien, te hace sentir segura tu…tu mente entenderá que esa es la persona indicada.

Asiento mordiéndome el labio inferior.

—Te quiero— le digo honestamente. Ella me abraza.

—También te quiero.

—Hey, ¿Y nosotras?— Sharith se cruza de brazos. Le hago una seña para que se acerque también y con ella lo hace Valeria.

Las cuatros nos fundimos en un abrazo completamente intenso.

Piacere (+18) © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora