026: JeongHan

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"Después de la tormenta llega la calma".

Esa frase tomo sentido en cuanto Hyejin vio la luz en la oscuridad.

Tantos días, meses, de sufrimiento habían cesado, la chica ya no derramaría más lágrimas.

Aunque esas lágrimas, esos días dónde deseaba dejar todo, fuesen causadas por el amor de su vida. Quién inconscientemente le había hecho daño.

Hyejin no podía odiarlo por más que la haya lastimado. Entendía perfectamente la situación, podía comprender, pero el ser humano tiene límites y su pareja llego a aquel límite dónde se dijo asi mismo "ya no más".

"Tanto trabajo a la basura" pensó la pelinegra en cuanto la relación dió su fin.

Quizás la tormenta no había cesado completamente, al menos no para Hyejin quién cada noche se lamentaba por ya no poder estar en sus brazos.

Era una completa lastima, pero por más que lo buscará; él no respondía. Por más que la joven intentará darle arreglo al asunto, él, no tenía las intenciones de escuchar sus propuestas. No cuando sabía que si volvían sería solo para comenzar la incertidumbre, otra vez.

Pero, así como el ser humano tiene sus límites, el ser humano tiene algo llamado "Insistencia". Eso era lo que tenía la peli-negra, era tan persistente, al menos con las cosas que más amaba. Y él, JeongHan, era una de ellas.

La chica pelinegra caminaba por las calles de la ciudad con la mirada en un punto desconocido.

No sabía en qué momento había terminado en esa situación, quizás sus lágrimas no le permitieron ver el tiempo en que todo acabo.

Su corazón latía, ella seguía con vida, pero su mente estaba muerta. A cierto punto, para volverse enfermo, tóxico, psicópata.

Pero eso a ella no le interesaba, había vivido y pasado tanto tiempo con alguien igual de enfermo, que tener una mente podrida ya no le causaba ningún efecto de sorpresa.

Hyejin estaba tan perdida, comprendía perfectamente que el dolor había aumentado en cuanto dejo de verlo, de oír su voz, de ver el cambio en sus ojos.

Ya no tenía más a Yoon JeongHan.

Hyejin levanto las manos sobre su cabeza en cuanto sintió las fuertes gotas de lluvia golpear su cabellera negra.

Sus ojos se volvieron dos hilos al sentir el aire colarse por su rostro y su cuerpo. Un escalofrío subió por su columna vertebral causándole un leve cosquilleo.

La chica observó a su alrededor; la gente corría siendo ahuyentada por la fuerte lluvia que se presentaba. La chica sonrió con ironía, ella no tenía un lugar al cual correr y cubrirse del agua.
Había salido de su departamento para perderse en las calles que nunca antes había visitado, su único objetivo, encontrar a alguien que jamás había perdido. No para ella, sabía que podía conseguirlo si le rogaba un poco, sabía que en cuanto lo tuviera frente a ella, el Yoon JeongHan verdadero se iría y vendría solo JeongHan.

Solo de esa manera podría conseguirlo de nuevo, pero valla, la tormenta la había atrapado y no existía salida.

La pelinegra caminó, no permitiría que la lluvia le quitará sus ganas de seguir buscando, nada la detendría hasta encontrar al que días atrás le había hecho tanto daño para que en un pequeño parpadeo se arrodillase a pedirle perdón. Aquel chico que decidio terminar con ella para no lastimarme más.

El cielo gris y lleno de agua se veía tan lamentable, era como el reflejo de Hyejin en ese momento.

No había nada más miserable que el rostro de una chica tan joven con ojeras, labios morados y ojos rojos por tanto llorar.

Hyejin se detuvo por un segundo, su mirada se enfoco en la casa que se encontraba a tan solo unos metros de ella.
Una sonrisa aliviada aparecio en su rostro, "Te tengo" pensó la joven.

Sus pies se movieron otra vez, pero como si fuera cosa del destino; un fuerte viento la hizo detenerse en seco, para segundos después sentir un pedazo de papel estamparse en su rostro.

Con un poco de fastidio retiro el papel y lo tomo con ambas manos para seguido ver el contenido en el pedazo de hoja.

"SE BUSCA"
Fue lo primero que vió escrito en letras mayúsculas. Bajo esas dos palabras había una foto, la cual se veía despintada por la lluvia. Pero claramente pudo identificar el rostro deforme por el agua.

Sus ojos se llenaron de lágrimas mezcladas con la lluvia.

"¿Qué está pasando?" Se dijo la chica.
Los datos, la foto, todo. Era él, era JeongHan.

Según el papel, el chico había desaparecido tres días atrás, no sabían nada de él. Solo un vecino declaró que la última vez que lo había visto era cuando el regaba sus plantas. Según el informe del vecino, JeongHan había salido de su hogar con una capucha y un arma escondida entre su chamarra.

Todos sabían del problema mental de Yoon JeongHan así que muchos supusieron que esa arma la utilizaría para asesinar a alguien o simplemente para él mismo quitarse la vida.

No, Hyejin no podía creerlo, miles de recuerdos amargos y dulces inundaron su cabeza.

Sus piernas fallaron y cayó en el asfalto mojado mientras que sostenía el papel con fuerzas.

Su corazón estaba hecho pedazos, no podía ser cierto. Deseaba que la idea de que Yoon JeongHan se suicidó fuera simplemente una idea.

No, no lo merecía, Yoon JeongHan siempre fue una buena persona, Yoon JeongHan fue el hombre del que se enamoro.

Pero de un día a otro, Yoon JeongHan se convirtió en solo JeongHan.

Los golpes, las cicatrices aún estaban plasmadas en el cuerpo inofensivo de Hyejin. Los besos y las caricias, todo le hacían pesar a la joven.

Difinitivamente lo había perdido, y no se lo perdonaría por qué ella juro estar a su lado en todo momento sin importar su enfermedad. Ella juro que lo ayudaría e iría con él a todas sus terapias. Ella juro recuperar a Yoon JeongHan.

Palabras vacías, juramentos convertidos en pecados. Hyejin juró en vano, era un monstruo. Si eso creía ella, el verdadero monstruo era el que se había apoderado de su novio.

La chica quedaría marcada con todos esos recuerdos.

Pero sobre todo, en su memoria y corazón quedaría aquel Yoon JeongHan que tanto amó.

Yoon JeongHan...

Yoon JeongHan, quién se enamoro de una joven sabiendo que no podría protegerla cuando sabía que su otro yo sé mantenía dormido y que en cualquier momento despertaría.

Yoon JeongHan nació siendo Yoon JeongHan y murió siendo JeongHan.

El chico que sufría de transtorno de personalidad, el chico que aún con esa enfermedad mental logro tener al amor de su vida, el chico que solo le dió pocos días de amor y el resto sufrimiento.

Yoon JeongHan, se había quitado la vida deseando así matar a JeongHan.

A su otro yo.






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Hola!!! Bueno si, volví después de tanto tiempo :))))

Por si no quedo claro; JeongHan sufría de transtorno de personalidad. "Yoon JeongHan" era el bueno y "Solo JeongHan" era el malo por así decirlo.

Espero que les haya gustado!! y espero actualizar más seguido.

𝘼𝙏𝙏𝘼𝐂𝐂𝐀: 𝙎𝙀𝙑𝘌𝘕𝙏𝙀𝘌𝘕 𝘐𝘔𝘈𝙂𝙄𝘕𝘈𝘚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora