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038: Mingyu

—¿Estás lista, Hyejin? —Mingyu preguntó tomando las bicicletas.

Hyejin asintió bajando las escaleras.

—Estoy lista, vamos. —Dijo sonriendo alegremente.

—Lleva una lámpara, ya es noche y necesitamos ir precavidos.

—Pero ¿No hay faroles ahí en el parque? —La chica miró confusa a Mingyu.

—Los hay, pero no son suficientes. Traela por si acaso. —Respondió metiendo el celular de ambos en una mochila que después cargo en su espalda.

Hyejin lo hizo, tomó la lámpara y la acercó a Mingyu para que la metiera a la mochila que llevarían.

—Estamos listos entonces vámonos.

Ambos chicos salieron de su pequeño departamento con sus bicicletas, cuando estuvieron afuera se montaron a ellas y comenzaron a andar por las calles oscuras de su vecindario.

Mingyu y Hyejin salían desde hace tiempo, específicamente dos años y cuatro meses, pero apenas cinco meses atrás habían decidido vivir juntos en un pequeño departamento cerca de la casa donde antes vivía Mingyu con sus compañeros.

A Mingyu, digamos que le encantaba estar con Hyejin y compartir momentos especiales, por eso había hecho una rutina para poder pasar tiempo con ella, con sus amigos y con sus fans. La rutina con Hyejin constaba de hacer los desayunos juntos, desayunar juntos, limpiar juntos, dormir juntos y finalmente salir a dar paseos nocturnos o hacer otras actividades como ver películas o jugar juegos de mesa.

El resto del día Mingyu lo dedicaba a su trabajo y a sus compañeros, pero aunque fuera poco el tiempo que pasaba con su pareja, siempre tenía en mente a Hyejin, cualquier cosa que hacía lo hacía por ella, o cualquier sorpresa que le daba era siempre planeada por sus fans y por él mismo.

Mientras que Hyejin comprendía el trabajo de su pareja y se quedaba en casa para esperarlo pacientemente, cocinaba y hacía un par de cosas divertidas ella sola, como cantar en la regadera o prender el karaoke en la sala de estar. O incluso bailar coreografias de kpop  hasta romperse un hueso.

Se querían, pero Hyejin sabía que no podía tener a Mingyu para ella sola, porque después de todo, había llegado después que sus compañeros, había llegado después de que él se convirtiera en un cantante. Había llegado después y no podía alejarlo de lo que con mucho esfuerzo había conseguido.

Así que simplemente vivía como tenía que vivir, respetaba a Mingyu y mingyu la respetaba, era trato mutuo por lo que no había problemas con ello. Incluso Hyejin estaba agradecida con Carat por haber recibido bien la noticia de que estaba saliendo con Mingyu, claramente no todos estuvieron felices, pero la mayoría dió su vista positiva aceptando a Hyejin y dándole tanto amor como el que le daban a los chicos de seventeen.

Asi tendría que ser siempre.

Cuando llegaron al parque, Mingyu bajo de su bicicleta y la aparcó cerca, Hyejin hizo lo mismo en cuanto él comenzó a alejarse.

El parque tenía vista al mar y a la ciudad, era hermoso.

—Es muy lindo. —Dijo él.

—Lo es... como tú. —Respondió Hyejin con una media sonrisa.

Mingyu se rió nervioso, acomodó su ropa deportiva de color verde y su bandana de cucci que tenía puesta en el pelo.

—¿Asi de lindo soy? —Preguntó sorprendido.

—Incluso más... no lo digo solo yo, lo dice Carat, el mundo entero. —Hyejin abrazó a Mingyu por el brazo y le dió un beso en la mejilla. Mingyu era realmente bonito.

—Tú también eres muy bonita Hyejin.

—Lo sé, no necesitas recordarmelo. —Sonrió ladina.

—Tambien eres muy vanidosa. —Mingyu soltó una carcajada.  

—No hablemos de vanidad señor con fortuna de 20 millones. —Atacó Hyejin burlona.

—Ese chiste ya es muy quemado...

—Ja! si, muy quemado que Carat y los otros miembros se siguen burlando de tí por eso. —Rodó los ojos.

Mingyu suspiró creyendo estar derrotado, pero no, no estaba todo perdido.

—Bueno basta, lady mortadela... —Dijo Mingyu intentando encontrar su venganza.

Hyejin lo miró por cortos segundos y luego soltó una risa silenciosa.

—¡No era lady mortadela, era lady panela! —Gritó finalmente con una carcajada.

—Bueno, me rindo, ya no quiero pelear más. —Sonrió. —Mejor vamos a tomarnos fotos.

Mingyu sugerio sacando su teléfono, Hyejin asintió con media sonrisa, posaron frente a la cámara con la hermosa vista de fondo y se tomaron incontables fotos.

—Ahora tú solo. —Dijo Hyejin tomando el celular en sus manos.

Mingyu hizo varias poses, tocó la bandana con su mano o simplemente hizo poses "sexys" y divertidas frente a Hyejin y la cámara.

—¿Me veo bien? —Preguntó Mingyu mirando cada fotografía.

—Claro que sí, incluso no se si sentirme más enamorada de la vista o del modelo. —Dijo sonríente. Hyejin amaba poner nervioso a Mingyu. 

—Ah, y bueno ¿cuál debería de subir para Carat en Instagram?

—Tal vez esas. —Señalo algunas. —Son perfectas...

—Bien.

Mingyu subió las fotos a su Instagram, de inmediato Carat empezó a darle amor en los comentarios.

—Bueno, vamos de vuelta a la casa.

Mingyu tomo su mano y la llevo de vuelta a las bicicletas, se montaron y volvieron a casa.

Las calles estaban un poco más oscuras, Mingyu saco la lámpara y la puso en la bicicleta para que alumbrará el camino.

Todo permanecía en silencio pero era uno cómodo y satisfactorio.

Cuando llegaron de nuevo a su departamento, entraron y dejaron los bicicletas apartadas detrás de las escaleras, bebieron un poco de agua y luego se sentaron en el sofá.

—Vamos a ver qué dice Carat... —Mingyu saco de vuelta su celular, lo prendió y entró al Instagram.

Un mensaje resaltaba entre todos los miles que había.

"¿Por qué tienes mi bandana?"
"¿Puedes regresarla?, la compré en Estados Unidos, por favor devuelvela"

Era S.coups, líder y amigo de Mingyu.

Hyejin miró a Mingyu.

Ambos soltaron una carcajada.

—¿Pero cómo? Está situación yo la conozco —Se rió Hyejin.

—No pienso regresarla...

No lo sabemos. No sabemos si Mingyu regreso la bandana a scoups.

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Ajá! Esta es la historia detrás de las imágenes de Mingyu con la bandana de scoups JAJSJAJS