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066: Familia de 14 en navidad

¿Cómo es la navidad en la casa de los Choi?

Un completo desastre.

-¡Mamá! -Gritó el pequeño Dino de cinco años corriendo entre los pasillos, llevando consigo al pequeño señor conejo de orejas grandes que le había regalado su padre en su cumpleaños.

Hyejin abrió los ojos en cuanto escuchó el primer gritó de su pequeño y las pequeñas pisadas que se acercaban cada vez más a su habitación, la peli-negra observo como Seungcheol seguía durmiendo ignorando los constantes llamados de su hijo menor.

En navidad era común que eso pasará, el pequeño Dino se levantaba de la cama a increíbles horas de la madrugada para ir a despertar a sus padres e insistirles a que vayan a la sala para ver si Santa les había dejado regalos. Y es que Dino era muy inteligente pero a la vez inocente, cada Navidad esperaba ferozmente la llegada de Santa porque siempre aseguraba ser un buen niño y demostraba haberse portado muy bien en todo el año, aunque eso no fuera del todo cierto, porque el chiquillo era un travieso que solo su madre podia controlar.

Esa navidad no era la excepción, Hyejin ya sabía la razón por la cual su lindo bebé ya estaba despierto... siendo las cinco y trece de la madrugada.

Seungcheol descansaba cómodamente en la cama. Tenía un sueño tan pesado que ni siquiera podía percibir los gritos de su hijo desesperado, pero es que un día antes había tenido trabajo pesado además de que se había encargado de... regalos -secreto-. Así que Hyejin comprendía porque su pareja no movía ni un dedo, estaba cansado y solo quería dormir, no lo molestaría y no permitiría que Dino interrumpirá su sueño.

En cuestión de segundo Hyejin ya estaba sentada en la cama con sus pantuflas y un suéter de felpa puestos y sin mucho que decir salió de la habitación encarando al pequeño dinosaurio que estaba parado frente a su puerta. El señor conejo colgaba de su mano derecha y tocaba una pequeña parte del sueldo.

-Cielo, para de gritar, vas a despertar a papá. -Ordenó Hyejin al pequeño. Dino asintió cerrando la boca y jugando con sus piecitos... descalzos. -Dino ¿Se puede saber por qué no traes las pantuflas puestas?

Cuestionó cruzándose de brazos. Dino intentó protegerse poniendo al señor conejo frente suyo y luego murmuro un pequeño "lo siento". Hyejin sonrió cerrando la puerta de su habitación detrás suyo y luego tomó al pequeño en sus brazos comenzando a caminar en dirección al cuarto de la criatura verde.

-Mamá ¿Podemos ir a ver si Santa trajo regalos? -Preguntó el niño sujetandose con fuerza del cuello de su madre.

-¿Tienes idea de la hora que es? -Preguntó Hyejin. -Tus hermanos y tu padre aún están durmiendo...

Cuando entraron a la habitación decorada con figuras de dinosaurios y dragones, Hyejin puso a Dino en la cama y busco bajo de esta las pantuflas verdes con la cara de un temible dinosaurios para luego ponerlas sobre los pies fríos de su hijo.

-Cinco y veintidós de la madrugada. -Respondió el pequeño ante la anterior pregunta de su madre mirando el reloj que estaba puesto sobre la pared ¿En qué momento su hijo menor había aprendido a leer la hora de un reloj?. -SeungKwan y Vernon están despiertos ya, mamá...

Murmuró lo último.

-¿Kwan y Vernon ya están despiertos? -El niño asintió.