059: Woozi

2K 205 7
                                    

—No podemos continuar. —Dijo molesta.

—¿Qué hice está vez? —Cuestionó incrédulo a lo que sus oídos habían escuchado.

—¿Qué hiciste? Lo sabes bien, no finjas no saberlo... —Respondió furiosa, realmente furiosa. 

—¿Lo de ésta noche? —La pregunta fue hecha para si mismo, sin embargo parecía ser la respuesta que quería  Hyejin.

—Prometiste que no lo harías... —Murmuró Hyejin, retrocediendo. Jihoon suspiró cansado.

—Te recuerdo que ese es mi trabajo, Hyejin. —Aclaró intentando disipar la duda. —Tenia que hacerlo...

—¡Tú lo prometiste! —Gritó. —¡Prometiste que no lo matarias! me mentiste...

Jihoon negó. Hyejin no podría comprenderlo.

—Tuve que hacerlo. —Repitió. —De no ser así... los muertos seríamos tú y yo. ¿Puedes entender eso?

—¡No, no puedo! Jihoon... —Hyejin cerró los ojos con fuerza. Jihoon pudo ver cómo el enojo de Hyejin era reemplazado por tristeza, y como sus ojos llenos de irá se convertían agua, en lágrimas. —Mi hermano...

Susurró. Sintiéndose desgarrada. Jihoon pudo sentir su voz así, lastimada y derrotada.

Por un momento quiso arrodillarse y pedir perdón, pero, de no haber matado a Soonyoung... ahora Hyejin estaría muerta, posiblemente en alguna parte de la casa o quizás en ninguna parte. Y Jihoon... Jihoon amaba a Hyejin con toda el alma, pero tal parece que el sentimiento no era mutuo. Hyejin amaba más a su hermano, pero su hermano había sido un completo traidor.

¿Fue incorrecto matarlo?
No, hubiera sido incorrecto dejarlo vivo.

Jihoon suspiró bajando la cabeza. Nada era correcto, incluso su vida estaba envuelta en errores, no había nada que pudiera cambiar su cruel destino.

Deseaba nunca haber conocido a Hyejin. Así, si moría, no perdería nada. Pero ahora esa mujer, se había convertido en todo para él.

Realmente quien perdía era Jihoon.

—Hyejin, escúchame... —Dijo acercándose lentamente a ella. Con temor a lastimarla más. —Lo siento.

Hyejin levantó la cabeza con brusquedad, no merecía ni el perdón de Dios. Pero lo había hecho para salvar la vida de la mujer que amaba.

—Cierra la boca... maldito mentiroso. —Expresó Hyejin con odio, con asco. El corazón de Jihoon se rompió.

—No Hyejin, no me digas eso... —Susurró dolido. —No me digas eso...

—Te odio. —Balbuceo alejándose de él.

Jihoon sintió su mundo derrumbarse, Hyejin lo odiaba y no había forma de remediarlo.

Por favor no.

—¡Hyejin lo hice por tí! —Gritó sintiéndose vacío. —Si no hubiera matado a Soonyoung, ellos hubieran venido por tí, te habrían matado... te habrían hecho trizas. ¡Soonyoung estaba detrás de todo esto! Si no lo hubiera matado entonces él mismo te hubiera mandado a matar, sin importarle que fueras su hermana.

Confesó.

Hyejin no respondió, ella solo se quedó en silencio dándole la espalda.

—Lo hice para salvarte a ti, porque te amó. —Se sinceró.

—No me importa tu amor. —Respondió secamente. 

Hyejin caminó a la salida, dispuesta a irse. Jihoon quizo detenerla pero no pudo, ella lo lanzó lejos remarcandole que no lo quería más.

Hyejin abrió la puerta pero antes de salir un hombre la tomo de los pelos colocando un arma en su cabeza. La chica gritó asustada pero Jihoon no podía levantarse del suelo, estaba ahí mirando todo el espectáculo.

Otros dos hombres entraron después acercándose a Jihoon de manera amenazante. ¿Era el fin? pero... si había matado a Soonyoung, Mingyu, él había prometido que nada les pasaría si mataba a su enemigo.

—Mingyu... —Murmuró Jihoon intentando levantarse pero los dos hombres no se lo permitieron. —Dijiste...

—Yo dije que lo matarás. —Interrumpió el más alto sofocando a Hyejin. —Lo hicistes...

—¡Eso es suficiente! ¡Déjala en paz! —Gritó esperando a que soltaran a Hyejin, pero solo recibió un golpe en la mejilla por parte de uno de los hombres.

—Sabes, Jihoon... es posible que tres personas sepan guardar un secreto, pero para eso dos deben de estar muertas. —Expresó con ironía.

Jihoon negó, no por favor...

Mingyu tiró del gatillo perforando la cabeza de Hyejin. El cuerpo de la chica calló al suelo como piedra y en segundos la sangre que salía de su ser comenzó a esparcirse por el suelo.

Jihoon soltó un grito desgarrador, lo habían hecho, habían matado a la mujer que amaba. Y él que intento protegerla de los malos...

Le habían quitado su mundo, su amor. Por favor que alguien los pare...

Como si no fuera suficiente, Mingyu vacío su arma perforando más el cuerpo de Hyejin y luego, cuando una sonrisa descarada salió de sus labios, se fué. No sin antes darle una señal a sus hombres.

Jihoon miró el cuerpo muerto de Hyejin por última vez, con lágrimas en los ojos.

—Te amo, Hyejin.

Susurró. Luego fue embestido con una infinidad de disparos.

Lo mataron. Mataron a Jihoon y luego se fueron.

Bueno, al menos ya podían estar juntos de nuevo.

Aunque...

¿Hyejin querría estar con él incluso en la muerte después de haber matado a su hermano?

𝘼𝙏𝙏𝘼𝐂𝐂𝐀: 𝙎𝙀𝙑𝘌𝘕𝙏𝙀𝘌𝘕 𝘐𝘔𝘈𝙂𝙄𝘕𝘈𝘚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora