𝘼𝙏𝙏𝘼𝐂𝐂𝐀: 𝙎𝙀𝙑𝘌𝘕𝙏𝙀𝘌𝘕 𝘐𝘔𝘈𝙂𝙄𝘕𝘈𝘚

047: Seungcheol 1/3

—¿Quién te ha tocado en el intercambio de regalo navideño? —Preguntó Min a Hyejin mientras caminaban por el pasillo entre los alumnos directo a la cafetería.

Hyejin miró a su amiga por largos segundos, cierto, lo había olvidado.

Era tres de diciembre, el último mes del año, épocas navideñas. Y como era costumbre en la universidad donde Hyejin asistía, se hacían eventos para celebrar aquellas fechas, se adornaba toda la escuela y se ponía un enorme árbol de navidad en la entrada de todas las instalaciones, también hacían intercambios de regalos entre los alumnos de cada salón, se realizaban obras de teatro con temática navideña, entre grupos preparaban villancicos y, para muchos algo muy importante, el cierre de trimestre.

En esa ocasión las cosas no habían cambiado. Tal vez un poco la organización entre los grupos y los maestros pero las actividades seguían siendo las mismas; adornar la escuela, poner árbol de navidad, intercambios de regalos, obras de teatro, villancicos y cierre de trimestre blah blah blah. Sin cambios y sin diferencias. Tan repetitivo cada año que sinceramente, para Hyejin se había convertido en el mes más aburrido de todo el año.
Y sin mencionar que Hyejin odiaba la navidad. Una total Grinch.

Cierto, como pudo olvidarlo.  Ese día, con anticipación, se habían organizado para poner las parejas del intercambio de regalo navideño. Pero nadie sabía realmente quien le había tocado a sus compañeros porque las elecciones se hacían de forma anónima. Es decir, cada presidente de la clase escribía los nombres de todos los alumnos en cada aula y se elegía un papelito al azar, el nombre que te saliera entonces era la persona a la que tenías que regalarle, pero si salía tu nombre entonces tenías que autoregalarte, pero todo de forma anónima, nadie podía saber quién te había tocado. Era una dinámica muy simple pero difícil de cumplir para algunos, por el tema de no contarle a nadie sobre tu intercambio.

Pero digamos que las reglas Min se las pasaba por el trasero, porque ella siempre le estaba preguntando acerca de la persona que le había tocado en el intercambio, asegurando que la información quedaría en secreto. Entre amigas.

Y si, siempre guardaba el secreto, pero era muy molesta en todo el proceso.

Hyejin suspiró. La persona que le había tocado... era un chico. 

—No te diré. —Expresó Hyejin con enfasís en la primer palabra. Claro que le diría, estaba a punto de explotar porque necesitaba desahogarse, pero solo jugaría un poco antes de decirlo todo.

Min hizo un puchero ante su cruda respuesta.

—¿Por qué no? —Cuestionó ella de manera incrédula.

—Porque no...

—¡Pero Hyejin! —Gritó, haciendo su puchero más presente.  Ella comenzaría a hacer un berrinche, sin importarle que alguien la estuviese viendo, tan sin vergüenza. Hyejin podía verlo avecinarse. —¡No puedes ser así!

—¿Así cómo? —Hyejin quería reírse, no por la situación, si no porque alguien las estaba mirando. Alguien importante para Min.

—Siempre me dices... ¡Yo siempre te digo! —Bufó. —No puedo creer que hoy sea diferente... ¡Me lastimas Hyejin! prometiste nunca lastimarme... ¡Estás rompiendo tu promesa!.

Hyejin soltó una carcajada. No podía contenerse.
Tenía una amiga muy dramática, era tarde para arrepentirse y cambiarla por otra.

—¿No te da vergüenza que tu crush de toda la vida te este viendo hacer un berrinche? —Hyejin murmuró señalando discretamente a la dirección donde se encontraba el enamorado de su amiga, quien permanecía mirando la escena con total descaro y con una mirada de burla.