𝘼𝙏𝙏𝘼𝐂𝐂𝐀: 𝙎𝙀𝙑𝘌𝘕𝙏𝙀𝘌𝘕 𝘐𝘔𝘈𝙂𝙄𝘕𝘈𝘚

084: Seungcheol

Una raya es negativo, dos positivo.

Bien, Hyejin se repetía esas seis palabras mientras que esperaba paciente en el baño a que se viera el resultado en las tres pruebas de embarazo que se había hecho momentos atrás.

La chica se mordió la lengua cuando empezó a ver cómo unas manchitas de color comenzaban a pintarse sobre la pantallita de las pruebas, quería gritar y pedirle a Seungcheol que la acompañase en la espera de los resultados pero él últimamente estaba muy cansado así que no lo molestaría, no hasta que supiera la respuesta.

Cuando paso el tiempo correspondiente y cuando los resultados ya se reflejaban, Hyejin observó ansiosa.

La primer prueba termino con dos rayas: positivo. La segunda prueba termino con dos rayas: positivo. Y la tercer prueba terminó... con dos rayas: positivo. En conclusión, todas las pruebas le indicaban a Hyejin que estaba embarazada.

La chica puso ambas manos en su boca en un estado de shock, pero momentos después sintió sus mejillas húmedas y sus ojos en una medialuna dejando escapar las lágrimas de alegría que retenía.

Pero no despertó a Seungcheol.

Hyejin se lavo las manos y volvió a la cama, observó como Seungcheol dormía cómodamente dándole la espalda. La chica acarició su barriga con ilusión y se acostó en la cama acurrucandose en la espalda de su pareja, pasando un brazo por su cintura.

Hyejin se dispuso a dormir, le daría la noticia a Seungcheol durante la mañana.

Durante la mañana, Seungcheol despertó por inercia, observó lentamente a su alrededor adaptando a su vista a la luz del sol que entraba y se reflejaba en las paredes blancas, suspiró dándose cuenta de que era una mañana más. La cama se movía un poco seguramente era Hyejin quién se movía a sus espaldas, no giró puesto que aún tenía sueño y quería volver a dormir, pero un ligero movimiento fue suficiente para que Hyejin se diera cuenta de que Seungcheol también estaba despierto.

—Buenos días. —dijo ella. Seungcheol se quedó paralizado, ¿Qué pasaba con su voz? ¿Por qué de repente ella...? —¿Cómo amaneciste?

Cuestionó acercándose a él. Seungcheol giró recibiendola y sonrió.

—Buenos días Hyejin... —murmuró contra su pecho. —Amanecí bien ¿Tú qué tal?

—De maravilla. —respondió. De nuevo, su voz. Ella se escuchaba diferente a todos los días, era como una mezcla de felicidad, emoción y muchas cosas que Seungcheol no podía descifrar.

—¿Estás feliz? —cuestionó temeroso por la respuesta.
Hyejin sonrió.

—Más que feliz. —fue lo que ella respondió. La chica sonrió enormemente mostrando sus dientes blancos. Seungcheol parpadeo desconcertado.

—¿Puedo saber la razón de tu felicidad? —preguntó acercándose aún más a su pareja. Era extraño que Hyejin despertara feliz en una mañana calurosa y con los pajaros gritando... si gritando, porque eso ya no era cantar.

Hyejin lo miró y en cuestión de segundos su mirada se volvió cristalina, pero no de tristeza si no de felicidad. Seungcheol se quedó quieto. ¿De qué se había perdido?

—Hyejin...

—¿Estás listo? —lo interrumpió.

—¿Listo para qué? —cuestionó ahora nervioso.

Hyejin soltó una ligera risa, cerró los ojos y suspiró profundamente, sin perder esa aura feliz con la que había amanecido.

—¿Recuerdas que te dije que últimamente no estaba sintiéndome bien... en los últimos días? —sonrió luego de fórmular su pregunta.

—Si... bueno mareos, náuseas y esas cosas. —asintió.

—Pues decidí hacerme una prueba de embarazo anoche. Bueno en realidad fueron tres pruebas las que me realice durante la noche... mientras tú dormías. —soltó. Seungcheol abrió los ojos sorprendido, su boca se separó sutilmente y sus manos se dirigieron al brazo de Hyejin, un poco atónito por las declaraciones de su pareja.

No supo articular palabra ¿Su pareja se había hecho tres pruebas de embarazo mientras él dormía? ¿Qué era lo que... lo que había salido como resultado entonces? Seungcheol no pudo responder, ni tampoco moverse, estaba paralizado y cuando la sonrisa de Hyejin se agrando mucho más mientras sacaba de la mesa de noche tres pruebas de embarazo... Seungcheol no supo que sentir.

—Cheol, antes que nada, bueno antes de que conozcas los resultados de estás pruebas... quiero que sepas que aunque las tres tengan el mismo resultado, no podemos tener todo asegurado, debemos visitar un doctor. Aunque admito que yo le creo firmemente a estás cosas, pero tú... solo, por favor, ten en cuenta ésto. —Hyejin acarició la mejilla helada de Seungcheol y sonrió como lo había estado haciendo desde que él la miró.

Hyejin río, a carcajadas, sintiéndose nerviosa por mostrarle los resultados a Seungcheol, pero en cambio él... él ya quería conocer la respuesta.

Hubo un silencio perpetuo entre los dos, Hyejin tenía las pruebas entre su pecho ocultando los resultados, y sus ojos cristalinos temblaban ante el tacto frío de Seungcheol.

—Salieron positivas, cheollie... estoy embarazada. —murmuró Hyejin girando las pruebas, sus lágrimas caían una tras otra mientras que una sonrisa deformaba en sus labios.

Seungcheol tomo los aparatos entre sus manos y observó que las tres tenían dos rayas lo cual significaba positivo.

La mirada del pelinegro se iluminó, sus ojos se aguadaron conteniendo las lágrimas y una sonrisa se dibujaba lentamente en sus labios. El corazón de Seungcheol palpitaba con fuerza, su cuerpo se invadía por una felicidad inmensa, no podía describir lo que sentía en ese momento.

Hyejin se lanzó a los brazos de Seungcheol cuando este los extendió, las lágrimas dejaban en claro lo sensible del momento y recordaban que no siempre aparecían en momentos tristes. Ambos se abrazaron como si alguien quisiera alejarlos y Seungcheol se atrevió a besar la cabeza de Hyejin cuando se dió cuenta de que no había alguien que pudiera arrebatarsela.

—Vamos a ser papás... —murmuró incrédulo.

—¡Sí Seungcheol! ¡Vamos a ser papás! —alegró Hyejin.

—No puedo creerlo cariño... un bebé. —dijo limpiando un poco sus lágrimas.

—Es algo que estuvimos buscando por mucho tiempo. ¿Estás feliz? —cuestionó juntando su nariz en la mejilla de Seungcheol.

—Claro que estoy feliz... ¡Muy feliz Hyejin! —gritó.

Seungcheol se levantó de la cama corriendo por la casa, alegando a la nada que sería padre y gritándole al cielo que amaría a su hijo, agradeciéndole a la vida por darle tal regaló.

—Cariño vuelve aquí. —Hyejin estaba detrás de él, sosteniendo su brazo para que no subiera a la azotea. —Abrazame tengo frío. —se excusó al darse cuenta de que Seungcheol no tenía planes de bajar. El contrario no lo pensó dos veces y se bajó de las escaleras atrapando a la pelinegra en un abrazo.

—Gracias Hyejin. Me haces el hombre más feliz. —susurró acariciando suavemente la panza de la chica. —Aqui hay un bebé... necesito que vayamos al doctor ahora para que lo haga oficial.

—¿Después les dirás a tus padres? —cuestionó Hyejin, Seungcheol asintió. —Esta bien... te amo.

—Tambien te amo, Jinnie. ¡Y también amo a ese bebé!

Hyejin y Seungcheol subieron de vuelta a la recámara, se arreglaron y después de algunos mimos fueron a visitar a un doctor.

¿Qué les digo? Hyejin si estaba embarazada... Cuatro semanas. Obviamente aún no conocían el sexo pero les daré un spoiler: niño.

Algo así fue la historia de cómo la familia Choi se enteró de la llegada del primer bebé: Jeonghan. Y por supuesto, era el primero de ocho.

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Para entender leean el especial de navidad dónde santaclous pasa por la casa de los Choi.