—¿Qué travesía nos espera hoy, Mingyu? —cuestionó Hyejin con una sonrisa apareciendo por la puerta de la habitación.
Mingyu se quedó mirando desde la cama, aún acostado y envuelto en las sábanas a pesar de que estuviera haciendo un calor infernal desde temprano. Su cabello estaba alborotado y tenía una expresión somnolienta, al contrario de Hyejin quien ya se había dado un baño e incluso ya había tenido un desayuno improvisado, sin embargo aún estaba en pijama.
El chico se quedó pensando ¿Qué travesía los esperaba ese día? Hace no mucho que habían salido a dar un paseo nocturno en bicicleta —que por cierto fue bastante divertido que de tan solo recordarlo el moreno soltó una ligera risa—, y ese día que Mingyu tenía descanso del trabajo claro que lo aprovecharía para pasarla bien con su pareja, pero entonces el problema de no saber que hacer lo invadia y la idea de volver a dar paseos en bicicleta pero de día, era simplemente abrumador tomando en cuenta lo fuerte que estaba el sol ese día.
—¿Qué quieres hacer? —habló sintiéndose un poco más despierto.
Hyejin lo miró con una sonrisa juguetona y señaló el armario. ¿Armario? Mingyu hizo una mueca confusa ¿Por qué Hyejin había señalado el armario? ¿Había algo malo en el? ¿Quería cambiarlo?
Definitivamente esa expresión por parte de su pareja lo hizo sentir confundido y curioso pero cuando Hyejin se dió cuenta del rostro de Mingyu quien no había comprendido se apresuró a aclarar sus intenciones.
—Ropa. —dijo con simpleza.
Ahora sí, Mingyu comprendió. Hyejin quería salir a comprar ropa, incluso... ahora que lo recordaba, la pelinegra le había dicho la noche anterior que quería buscar algo nuevo para su armario y que, como él tenía día libre, podrían ir juntos a pasearse por los pasillos de una tienda, pero lo había olvidado porque estaba tan cansado que no pudo terminar de escuchar los deseos de Hyejin porque cayó dormido.
Pero bueno, ahora lo recordaba.
—Oh, lo siento. Olvidé que querías salir a comprar ropa. —se disculpó saliendo de la cama y poniéndose sus sandalias.
—Esta bien, yo también lo olvide por un segundo. —sonrió Hyejin lanzandole una toalla en la cara.
Mingyu entro al baño y momentos después el sonido del agua cayendo de la regadera anunció que el chico se estaba bañando.
—¿Sabes, Mingyu? —lo llamo Hyejin desde afuera.
—¿Si? —se escuchó la respuesta del alto con eco.
—Ayer estuve hablando con Minghao y me recomendó una tienda donde venden ropa bonita... dijo que era muy de mi estilo así que me gustaría ir. —chasqueo la lengua terminando de poner su zapato.
—¿Te dijo dónde? —de nuevo, su voz sonando en eco.
—No. Me dijo solo el nombre pero no la dirección, él dijo que tú sabías cuál era y en dónde. —aclaró.
Mingyu no respondió, el sonido del agua haciendo aún más eco fue lo único que se escuchó. Hyejin se quedó sentada en la cama mirando al suelo y chocando entre si sus pies.
Los días soleados no eran los favoritos de la pelinegra, en realidad ella odiaba las épocas de calor, odiaba la primavera con todo su ser y era incapaz de pasarla afuera de su casa y de un buen ventilador, era muy desagradable tener esa sensación de la ropa pegada al cuerpo gracias al sudor, o esa molestia de tener el pelo pegado al cuello y la cabeza caliente —siendo situación de Hyejin por tener el pelo largo—, pero justo ese día que era desafortunadamente el inicio de la primavera, la chica tuvo la necesidad de cambiar un poco su armario, además de que necesitaba las suficientes prendas para sobrevivir al calor y no morir en el intento, y como Mingyu estaba en casa lo único que pensaba en hacer era salir a pasear, aún si el calor la invitara a literalmente e irónicamente a no salir.
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𝘼𝙏𝙏𝘼𝐂𝐂𝐀: 𝙎𝙀𝙑𝘌𝘕𝙏𝙀𝘌𝘕 𝘐𝘔𝘈𝙂𝙄𝘕𝘈𝘚
Fanfictionㅤㅤㅤㅤ( 𝙁𝙄𝙉𝘼𝙇𝙄𝙕𝘼𝘿𝘼 ) 𝙝𝙩𝙩𝙥𝙨://𝙨𝙫𝙩𝙖𝙩𝙩𝙖𝙘𝙘𝙖.𝙞𝙢𝙖𝙜𝙞𝙣𝙖𝙨.𝙘𝙤𝙢 𔓘𝘼𝙏𝙏𝘼𝘾𝘾𝘼; 𝙚𝙨𝙘𝙚𝙣𝙖𝙧𝙞𝙤𝙨 𝙛𝙞𝙘𝙩𝙞𝙘𝙞𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙣 𝙡𝙤𝙨 𝙢𝙞𝙚𝙢𝙗𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙎𝙀𝙑𝙀𝙉𝙏𝙀𝙀𝙉. 𔓘𝗘𝘀𝘁𝗲 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼 𝗡𝗢 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗜𝗘𝗡𝗘...