𝘼𝙏𝙏𝘼𝐂𝐂𝐀: 𝙎𝙀𝙑𝘌𝘕𝙏𝙀𝘌𝘕 𝘐𝘔𝘈𝙂𝙄𝘕𝘈𝘚

007: Jihoon

—Jihoonnie~ Te extraño. —hyejin canturreo del otro lado de la puerta del estudio de su pareja.

Jihoon llevaba casi todo el día ahí dentro, trabajando en varios proyectos que tenía que concluir pronto, por lo que no se había mostrado ni siquiera en el comedor a la hora de la comida y ahora en la cena. Hyejin ya lo extrañaba,  necesitaba de sus besos y abrazos.

Los chicos, amigos de ambos, estaban abajo. Habían llegado para cenar porque Hyejin los había invitado, sin embargo su pareja no tenía fecha para salir del estudio y no sabía si ir a buscarlo sería algo bueno o algo malo porque tampoco quería molestarlo. Al final la pelinegra decidió visitar a su novio en su estudio en petición del resto de los chicos.

Hyejin esperó unos segundos a que su pareja contestará a su llamado más sin embargo solo hubo un largo silencio.

—Jihoon... —lloriqueo.

Poco tiempo después se escucharon movimientos del otro lado de la puerta. Hyejin sonrió cuando apareció su adorable novio con un semblante serio como el que mayormente tenía. Lo miró a los ojos con amor, lo había extrañado tanto.

—¿Qué pasa Hyejin? —cuestionó él mientras la dejaba pasar a su estudio.

Hyejin entró emocionada y entrecerró la puerta. "Woozi" volvió a su silla pero sin perderla de vista.

—Quería verte... —comenzó por decir Hyejin, sentándose en otra silla a un costado de él. —Quería tus abrazos, tus caricias, tus mimos, quería oír tu voz, ver tus lindos ojos, ver tu sonrisa, tocar tus mejillas, acariciar tu pelo. Te quería a tí. —agregó, imitando sus palabras con sus manos.

Jihoon presto atención a cada palabra que Hyejin le decia. Una sonrisa se formó en su rostro cuando finalizó. Él también la necesitaba.

—Yo también te extrañé cariño, ven aquí. —tomo la silla en la que estaba sentada y la arrastró en ella hasta tenerla cerca.

Ambos se miraron a los ojos, y una sonrisa apareció en sus rostros. Hyejin dejó un beso fugaz en su mejilla y tomó sus manos. No había palabras para describir lo mucho que amaba a Jihoon. Él era su persona favorita en el mundo, y eran momentos como esos en los que le demostraba ese amor que le tenía.

—Te amo mi amor. —Hyejin susurró cerca del rostro de su pareja. Pellizco su mejilla y le regaló un pequeño beso en su nariz. —Eres la persona más hermosa que he visto en esta tierra. Mis ojos son tan afortunados de poder verte todos los días y mi cuerpo al poder sentirte. —concluyó.

Jihoon sonrió tímido.

—Que romántica. —dijo entre cortas risas. —Yo también Te amo Hyejin, más de lo que tú crees.

—¿De verdad me amas? —hyejin cuestionó con un puchero infantil. Jihoon asintió.

—Por supuesto. Es más, jamás creí que encontraría a la mujer correcta para decirle ésto, pero admito que... eres el amor de mi vida. —confesó.

Los ojos de Hyejin se iluminaron enseguida. Las palabras de Jihoon eran tan sinceras, tan reales. Otra mirada basto para transmitir todo el amor que se tenían.

Ambos se quedaron en silencio, disfrutando de la presencia del otro. Jihoon la abrazo con cariño, Hyejin correspondió a su abrazo cerrando los ojos y se escondió en él, pero pronto, antes de que pudiera disfrutar por completo, recordó que estaba allí por otro motivo.

Hyejin abrió los ojos y se alejó de Jihoon, éste la miró confundido.

—Ya recordé que venía a otra cosa también. —sonrió mientras jugaba con sus manos.

—¿Qué sucede?

—Bueno, lo que pasa es que yo venía por tí para que cenes conmigo... bueno, con nosotros. —hyejin soltó una pequeña risa. Jihoon ladeó la cabeza.

Antes de que Hyejin pudiera terminar de explicarle, los chicos aparecieron de la nada en el estudio. Los rostros de Hoshi y Dino se asomaron por la puerta y pronto se escucharon las voces del resto. Jihoon se cruzó de brazos mientras soltaba una carcajada.

—Hyung.... queremos cenar ¿Será que podemos hacerlo ya? —cuestionó Dino entrando al estudio.

En cuestión de segundos la habitación se llenó de risas y bromas. Esa noche cenaron y conversaron de todos los temas que tenían pendientes. Woozi salió del estudio y descanso un poco. Hyejin se fue a dormir realmente encantada por la cena que habían tenido ese día.

No había nada más que decir; Hyejin amaba a Woozi incondicionalmente.