023: Joshua

7.4K 426 29
                                    

Era un día atareado para la pelinegra, ver personas caminar desesperadas de un lado a otro la hacían querer arrancarse los pelos, más sin embargo intentaba ignorar aquello manteniéndose quieta sobre la silla de terciopelo.

A pesar de ser un día bastante importante no podía dejar de lado aquella tristeza y desilusión que se acumulaba en su corazón.

Saber que él estaba a nada de comprometerse con su hermana la lastimaba tanto que deseaba simplemente desaparecer y ser olvidada por todos, pero no era así.

Hyejin tenía que vestir un precioso vestido de color azúl marino para entregar a su hermana en el altar.

Aunque quiso negarse, la insistencia de su mayor la hizo aceptar así que por eso se encontraba en aquel lugar esperando que las estilistas hicieran un intento por hacerla ver bien.

Una pequeña lágrima se escapó de su ojo al mirar a su hermana con ese vestido de novia que la hacía lucir hermosa.

Millones de sentimientos encontrados la hicieron querer desmayarse, no del impacto, si no de la tristeza que sentía por todo su ser.

Pensar que en algún momento el hombre que había amado por tantos años ya vestía de traje y esperaba ansioso a su prometida, hacia que Hyejin decidiera cometer errores y perjudicar la felicidad de su hermana.

¿Ahora como la chica podría ser feliz si Joshua estaba por casarse con su hermana?

De un momento a otro ya tenía encima la mirada de su compañera de aventuras y travesías. Una mirada que había dejado de sentir cálida desde hace tanto tiempo, ahora no sentía más que la emoción de formar una familia apartada de ella.

—¿Jinnie?, ¿Estás llorando? —cuestionó la mayor intentando no sonar tan preocupada.

—Si... bueno no, es solo que no pensaba verte en un vestido de novia... tan pronto —respondió mientras su boca se secaba y un nudo en su garganta se formaba.

—¿Estás feliz por mi, verdad? —la joven asintío.

Mentiras.

No lloraba por felicidad, Hyejin lloraba porque no era ella quien estaba dentro de ese vestido.

Todo su mundo se había ido abajo en cuanto le llegó la noticia de que su hermana se casaba con Joshua; un chico del cual estuvo enamorada desde la escuela secundaria. Un chico que a pesar de ser un año mayor acepto ser su amigo.

Ese chico que ahora estaba por ser parte de su familia, pero no de la forma en que ella quería.

—No llores, al menos no hoy... prefiero verte compartir mi felicidad.
—concluyo su mayor antes de darse la vuelta y marcharse.

"Si tan solo supieras"

Después de muchos minutos, al fin comenzaron a arreglar a la hermosa pelinegra.

Un maquillaje sencillo bastaba para que Hyejin luciera tan hermosa como en esos días que llegaba al colegio con un poco de saliva en el cachete.

Tan hermosa que hacía dudar al pobre joven que se encontraba ya dentro del traje, siendo halagado por sus amigos y familiares.

Cuándo Hyejin estuvo lista, una mujer le pidió que visitará a su hermana en unas habitaciones más retiradas. Según quería verla y compartir los últimos momentos antes de convertirse en una mujer casada.

Hyejin obediente, se encaminó a la recámara principal en la cual se encontraba la novia y otras personas más.

Sin ánimos, arrastraba los pies con la mirada siempre en el suelo, pensando en que hacer para huir de ahí antes de que ambos digan el "acepto" y antes de que el sacerdote diga "puede besar a la novia".

𝘼𝙏𝙏𝘼𝐂𝐂𝐀: 𝙎𝙀𝙑𝘌𝘕𝙏𝙀𝘌𝘕 𝘐𝘔𝘈𝙂𝙄𝘕𝘈𝘚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora