28. Sensei Quemado-san

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Lo que le siguió fue mucho menos excitante de lo que pensaste. Dabi empezó a explicarte sobre la historia del BDSM y las reglas y los pasos y sepa Dios qué más. Era realmente aburrido.

"Esto es muy aburrido." refunfuñaste.

"¿Qué esperabas? jajaj ¿A poco estás tan desesperada?" bromeó.

Sentiste que tu rostro se calentó -no era totalmente mentira- como si en verdad lo admitirías. Te impresionó el hecho de que Dabi se interesara por reglas y consentimiento cuando literal te había aventado de un segundo piso por no querer lanzarte de una ventana.

"Ya tengo todo claro, ya solo por favor cierra el hocico que me voy a quedar dormida."

"Eres muy molesta, sabías."

"No más que tú, signore italiano jajaja."

La relación que tenías con Dabi no era mala, sorprendentemente. Disfrutabas de reírte de él. Disfrutabas aún más que éste dejara que continuaras haciéndolo. Sin embargo, por más dominante que fueras con él seguías siendo extremadamente tímida e insegura en cuanto al sexo.

No sabías si podías cumplir ese papel y más si se sentía un poco como amenaza, como si dominar a Dabi fuera lo único que te mantenía sana y salva.

"Si vamos a hacer esto, quiero que sepas que tengo 0 experiencia." dijiste tímidamente.

"Es normal, no todos practican este tipo de cosas."

"Dabi, tengo 0 experiencia en ESO." tu rostro se ruborizó aún más.

"Imposible, besas muy bien; y lo que hiciste con los pies, no; ¿es una broma?" dijo un poco nervioso.

Bien, no es como si fueras una santa. En el bachillerato intentaste tener relaciones sexuales con tu novio pero fue demasiado para ti. La inseguridad sobre tu cuerpo rebasaba al nerviosismo tradicional por así decirlo.

Últimamente no te sentías como tu misma al estar con Aizawa y Dabi. Definitivamente te había picado una araña radioactiva que en vez de convertirte en El Hombre Araña te convertía en La Mujer Cachonda.

"¿Qué tiene de gracioso eso? No es como que he tenido muchas oportunidades de hacerlo." dijiste viendo el suelo.

Dabi tomó tu rostro con su mano y te vio a los ojos.

"Cómo puede ser eso si eres la persona más hermosa que he conocido hasta ahora." no había ni una sola gota de broma en su afirmación, "Seguramente sólo los asustaste con tu peculiar forma de ser."

-Manera de arruinar el romance-. Frunciste el ceño

"Digo, a lo que me refiero es que los hombres comunes son una basura y cualquier gota de poder que tenga una mujer les asusta más que las cucarachas jajaja."

Mira quién dice; arqueaste una ceja.

"Bueno yo también soy una basura pero no soy un hombre basura, sólo soy basura jajaja" continuó "Y para que quede claro, ese poder es lo que más me gusta de tí y la razón por la cuál no te quiero soltar."

Decía que tenías poder. Pero, ¿de dónde? De tu particularidad no era, no era de tu habilidad física, lo único que eras era una recién graduada con problemas de impulsividad.

"Yo..." querías decir que estaba mal, que no eras poderosa, pero no te dejó; una vez más te calló con sus labios.

¿En qué momento me poseyó el Eros? +18 (Aizawa, Dabi y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora