5. Un acto de profanación

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Llegaste a tu casa cansada pero estabas contenta de que ya habías terminado todo el lío de la mochila y podías continuar tu búsqueda de trabajo en internet. No habías tenido suerte hasta la fecha. Continuaste buscando el resto del día y anotando algunos potenciales contactos. Finalmente, encontraste una vacante de catsitter (cuidando gatos)

"Me gustan los gatitos" pensaste. Pagaban muy bien, el horario estaba excelente y tus únicos clientes serían gatitos. Ese trabajo era perfecto para tí; anotaste el número de contacto y decidiste marcar al día siguiente día ya que se había hecho tarde.

Te sentías más cansada de lo normal y te fuiste a la cama más temprano de lo usual. Cerraste los ojos y lo primero que vino a tu mente fue la cara de Shoto Aizawa a pocos centímetros de la tuya. Recordaste que olía como usualmente describen a los hombres; madera, whisky y frescura. Empezaste a sentir como tu cuerpo reacciona ante el recuerdo.

"Joder!" gritaste, estabas muy excitada con el maldito recuerdo de Aizawa. Sentiste mariposas no sólo en el estómago, éstas viajaban de la base de tu cuello hasta el punto sensible de tu pelvis, induciendo contracciones. Por más que te resistías a las señales que mandaba tu cuerpo no pudiste evitar fantasear con Aizawa...

Lo que hubiera pasado si en vez de sermonearte te hubiera empezado a besar los labios apasionadamente, después bajando lentamente hacia tu cuello en donde seguiría besando, llegándote una ráfaga de su dulce fragancia varonil. Después te hubiera quitado lentamente la blusa besando tu clavícula bajando hacia tu sostén donde pararía para centrarse en tus nalgas, que apretaría con fuerza. Te cargaría hacia la mesa cercana y te bajaría los pantalones y...

"¡Mmhhm!" gritaste de la nada; sentiste una intensa ola de placer por todo tu cuerpo; tu mano dentro de tus pijamas estaba mojada.

Después de tu orgasmo viste el techo y te preguntaste qué demonios te sucedía. No obstante, te sentiste tan relajada después de masturbarte que te quedaste dormida, olvidando poner tu alarma para la cita de trabajo.

(corto pero picoso)

¿En qué momento me poseyó el Eros? +18 (Aizawa, Dabi y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora