18. Inseguridades

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"¿Qué demonios hago?" pensaste frenéticamente. Sólo tenías una toalla contigo.

"Estas tardando mucho niña, ¿es una invitación a que entre?" Dabi empezó a reír.

De todas las personas tenía que ser él. No había de otra, o salías tú o entraba él.

"Voy a salir, pero tienes que cerrar los ojos." Escuchaste risas

"!Dabi! !Por favor!" le suplicaste.

"Bien, bien, cerraré los ojos, solo sal."

Saliste con tu toalla, que por cierto era de Miraculous Ladybug (si queremos seducirlo, tenemos que ir con todo pues). Saliste del baño y viste que en tu cama había ya un atuendo.

"¿Qué significa eso?" le dijiste. "Me tomé la molestia de escoger tu atuendo; todo lo que tienes es muy aburrido, eso fue lo más rescatable".

Viste el conjunto que escogió Dabi. Te sonrojaste un poco, habías comprado esas prendas pero nunca las habías usado porque no te atrevías. Una falda corta con estampado color pastel con negro y una crop top de cuero negra ajustada al busto. Incluso agregó el arnés de muslos que estaba refundido en tu clóset.

"De ninguna manera voy a usar esto" reíste sarcásticamente.

"Por mí está bien si te quedas en tu linda toalla, o mejor aún sin la toalla 😉."

"Qué gracioso eres." le respondiste sarcásticamente.

"Póntelo antes de que me den ganas de ver Mira-culos siendo tú el primer episodio 😏." (jajaj, referencia a la tía tocino)

"Ugh, está bien, me iré a cambiar.".

Entraste al baño de nuevo. No te gustaba que Dabi te amenazara con verte desnuda.

Recordaste cómo fue la primera y única vez que te desnudaste frente a otro hombre, por más que tu novio de la preparatoria intentara convencerte de que eras suficiente, sólo sentías vergüenza. Tu cuerpo era demasiado imperfecto a tus ojos. Estabas segura que quien fuera que viera tu cuerpo desnudo te abandonaría y por ende sufrirías. Pusiste frente a tí una muralla resistente que no dejaba entrar a absolutamente nadie. De esa manera tu único novio terminó alejándose y te quedaste sola.

Sin embargo, hace poco Aizawa dijo que te quería tomar. Sin embargo, pensabas que no lo merecías en absoluto. Aizawa era demasiado para tí. No podías enfrentar su posible rechazo si viera tu imperfecto cuerpo.

Te pusiste el atuendo y te viste en el espejo de nuevo. "¿De donde saqué que esto se vería bien en mí?" suspiraste; con mucho trabajo y después de meditar por unos minutos saliste del cuarto y te enfrentaste a Dabi utilizando el revelador atuendo. Saliste volteando al suelo y con los hombros encogidos.

"Qué vergüenza, ¿por qué me haces esto Dabi? A mí...en verdad no me gusta como se me ve esto." le dijiste casi murmurando.

Dabi no habló; volteaste en la dirección que se encontraba. Él estaba boquiabierto, casi sin parpadear, viéndote fijamente.

''N-No me veas así, me pones nerviosa."

Sentiste como se te calentaba la cara de la vergüenza.

"Lo se, soy horrenda, deja me cambio rápido" le dijiste urgentemente.

Diste la vuelta pero Dabi te alcanzó y te agarró del brazo. Viste que la cara de Dabi ya no estaba seria; en su lugar estaba una enorme sonrisa juguetona.

"¿En verdad estas muy tonta verdad?" te dijo antes de jalarte hacia él...

¿En qué momento me poseyó el Eros? +18 (Aizawa, Dabi y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora