80. La cita de Aizawa 5

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Aizawa entonces viajó con su lengua hacia tu parte más sensible. Soltaste más gemidos mientras este tomaba tus pechos con sus dedos largos y los apretaba mientras que su lengua besaba y besaba tu intimidad, haciendote retorcer. Aizawa también sabía lo que hacía en el sexo oral. Con una de sus manos, dejó tu pecho y con dos de sus dedos te penetró en un ángulo que se sentía especialmente bien.

El calor dentro de tu pelvis crecía y crecía junto con tu respiración. Tomaste a Aizawa por su largo cabello, "Mmm, muy bien, lo haces muy bien..." gemiste. Él entonces aceleró el movimiento con sus dedos y succionó tu clítoris de una forma que era insoportablemente placentero y las contracciones tomaron fuerza. Habías llegado al orgasmo de forma explosiva y entonces jalaste su cabello por accidente.

"Demonios gatita, no sabía que le entrabas al sadismo..." dijo

Tu, francamente no quisiste arruinar el momento confesando lo que había sucedido la noche anterior así que solo reíste y, para que dejara de hablar, bajaste sus shorts de baño y liberaste su pene que estaba un poco dormido.

"Creo que hay que despertar a nuestro amiguito..." dijiste

Aizawa evitó tu mirada pero notaste que estaba avergonzado de no tener una masiva erección al momento.

"Me pregunto si se despertará si hago esto..." dijiste mientras tomabas su miembro y le dabas pequeños besos mientras lo apretabas un poco.

"Mmmhm..." gimió

Sus gemidos eran muy sexys y te prendían, motivo por el cual mostraste meas entusiasmo y le sacaste por completo los shorts, dejándolo completamente desnudo. Era un hombre muy guapo. Abdominales, brazos y nalgas tonificadas; él lo tenía todo.

Tomaste sus testículos y te llevaste uno a la boca mientras que tu otra mano se movía en el tallo, haciéndolo crecer hasta que, en cuestión de segundos, había alcanzado la erección. Aprovechaste entonces para tomarlo en tu boca.

"Ahh, gatita eres mejor en esto de lo que creía..." gimió

Con movimientos de arriba hacia abajo con un ritmo constante y apoyándote con tu mano, le dabas placer a Aizawa. Verlo retorcerse y pedir más te excitaba demasiado.

"Para, para...no quiero terminar justo ahora..." te dijo "Quiero aprovecharte al máximo ya que tienes puesto ese atuendo tan provocativo."

"Demonios tenía planeado hacer esto en mi habitación...espera un momento..." dijo mientras salió corriendo hacia su habitación de donde trajo consigo unos condones.

"No queremos pequeños Eraserheads ahora..." dijo bromeando.

Se colocó el condón y entonces te preparaste para el momento. El sexo con Dabi no es para nada como el sexo con Aizawa. Nunca pensaste que serías del tipo que toma el rol activo como el pasivo dependiendo de quién fuera tu pareja.

Aizawa se posicionó encima de tí y entonces te penetró. No habías tenido uno tan grande en mucho tiempo e inmediatamente sentiste el dolor. Sin embargo, éste comenzó a moverse lentamente, dando entrada al placer.

Sus cuerpos eran uno mientras éste te amaba con todo lo que tenía. Te besaba y te daba a entender que no quería dejarte ir. Tus mejillas rojas no podían ocultar lo bien que te sentías y cómo deseabas consumir cada centímetro de su cuerpo.

"Ahhh...aahh" gemidos escapaban de sus bocas e inundaban el cuarto con el calor de la pasión.

Aizawa entonces te volteó y dejó expuesta tu extensión y empezó a juguetear.

"Eres una buena gatita.." dijo y entonces te penetró con fuerza haciendote sentir una intensa ola de placer.

"Si quieres que te de fuerte tienes que maullar..." dijo

"No puedes hablar en serio..." dijiste casi hiperventilando

"100% real. Si no lo haces me detendré" te retó

"Ugh, bueno ya que estoy usando este ridículo atuendo...Meow" dijiste un poco avergonzada

Aizawa se ruborizó aún más pero se le vió una gran sonrisa

"Hazlo de nuevo...no pares hasta que te diga" dijo con unos ojos oscuros

Esto es ridículo... pero qué más da está loco. Pensaste

"Meow..." maullaste y Aizawa entonces aumentó el ritmo de sus estocadas, haciéndote casi perder el balance.

Apenas y podías seguirle el ritmo a los maullidos porque se sentía demasiado bien al ritmo que iba. Tan agresivo que sentías como tus nalgas se movían como gelatina.

Te dio una nalgada.

"No pares de maullar, no seas una mala gatita..."

No podías creerle. Pero tampoco podías creer lo mucho que te gustó que te haya nalgueado...

El calor del momento alcanzaba su clímax. Aizawa te nalgueaba si eras incapaz de maullar por el placer y, después de un tiempo, éste llegó al orgasmo.

"Mmmmhm..." salió de sus labios.

Tiró el condón relleno en el bote de basura y se acostó junto a ti.

"Tienes mis marcas por todo tu cuerpo..." te dijo mientras te besaba suavemente la frente.

"Mmm que lindo de tu parte." apenas y pudiste contestar.

Aizawa te había chupado más que el cuerpo, no tenías energía de sobra.

Éste empezó a reír al verte en semejante estado. Y te besó gentilmente.

"Deberíamos descansar..." dijo mientras se paraba a apagar la luz.

Así como estaba desnudo, se metió abajo de las cobijas y te invitó a acostarte junto a él.

"¿Qué haces? Debemos regresar, de por sí es muy tarde ya y el tiempo límite es medianoche..." dijiste confundida

"No te preocupes por eso, creeme que Dabi lo entenderá." te dijo mientras te tapaba con las cobijas.

(En verdad se estaba vengando del incidente del tutú al quedarse la noche contigo ignorando el toque de queda)

Decidiste confiar en sus palabras porque francamente no te quedaba más energía después de esa sesión erótica.

"Quítame esta cosa por lo menos. Estoy muy cansada..." le dijiste

Aizawa alzó las cejas y tomó tu cola falsa y la sacó suavemente para después aventarla fuera de la cama. Asimismo, tomó las orejas y las arrojó también.

"Con esto o no, sigues siendo muy sensual a mis ojos." te dijo una última vez con un beso en la frente para después abrazarte y cerrar sus ojos.

Te ruborizaste un poco por el incidente pero, al cerrar los ojos, te quedaste dormida casi inmediatamente en sus cálidos brazos.

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¡¡¡El final de esta historia se acerca!! Gracias por leer <3

¿En qué momento me poseyó el Eros? +18 (Aizawa, Dabi y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora