12. Desesperación

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El próximo día fuiste a trabajar e intentaste comportarte normal, total los gatos no pueden leer mentes. Sería mentira decir que no estabas exaltada, apenas y pudiste dormir después de lo que había sucedido: trabajas de catsitter para un Pro Hero y de espía para un villano de La Liga al mismo tiempo.

Aizawa no es un hombre de muchas palabras cuando estás trabajando, de repente te dabas cuenta que te veía y se te hacía tierno que inmediatamente volteara la cara. Para haberte intimidado de esa forma el día que se conocieron, él era bastante inofensivo en este ambiente, "nada que ver con esa fantasía que tuve esa vez." pensaste e inmediatamente te sentiste culpable por haber pensado eso de tu jefe.

Los próximos días fuiste e hiciste tus labores por las tardes, pues Aizawa no se encontraba en casa en el horario escolar. Quisiste contarle sobre Dabi todos esos días pero te daba mucho miedo hacerlo.

En cuanto a tu trabajo de espía; cada que regresabas a veces se encontraba Dabi ya en tu habitación -se había conseguido ya un clon de llaves-. Le contabas lo que sucedía -que no era mucho y siempre lo mismo-. Aizawa no apartaba su vista de ti. A veces pensabas que quizás sospechaba algo. Se volvió el tiempo eterno ya que tenías que soportar las amenazas constantes de Dabi al no encontrar nada. Éste siempre salía molesto cuando no tenías nada que decirle.

"Estoy perdiendo la paciencia niña, necesito que me traigas algo, lo que sea. Si no me consigues algo para la próxima semana te juro que voy a ir desapareciendo a una persona día por día hasta que me traigas algo."

"!No! No le hagas daño a nadie por favor" dijiste aterrada.

"Bien, quizás prefieres que libere mi tensión contigo..." se acercó a ti; sentiste escalofríos,

"!Ni hablar!" le gritaste. 

Querías rechazar a Dabi con todas tus fuerzas; por más sexy que fuese y por más que te imaginaras cosas.

"Haré lo que me pidas, sólo...espera un poco más."

Dabi estaba claramente descontento pero te dejó en  paz y se marchó.

Había pasado ya dos semanas desde que empezaste a trabajar. Era el fin de semana de nuevo. Aizawa te dijo que saldría con su amigo Mike, extendió su mano y te entregó un clon de sus llaves.

"Usa esto para cerrar cuando termines aquí" te dijo viéndote fijamente a los ojos.

"Demonios, él en verdad se ve genial" pensaste. Se había peinado para salir. Cuando estaba fuera de su forma oruga parecía otra persona completamente. Empezaste a pensar que de seguro atraía a varias chicas viéndose así; ese pensamiento no te agradó para nada.

"¿Tengo algo en el diente o algo? Me pone nervioso que me veas así" te dijo Aizawa bromeando.

"¡Ah! Lo siento, es que te ves muy guapo" dijiste sin pensar, te percataste inmediatamente, "¡Dios mio! Que cosas digo JA JA JA, ay qué vergüenza" empezaste a murmurar, "por qué me meto en situaciones tan vergonzosas, siempre metiendo la pata, porque no soy una persona normal...".

Aizawa se ruborizó y volteó "Bien, eh, ya me voy" dijo medio tartamudeando, "nos vemos en dos días" cerró la puerta de su casa y se fue, dejándote sola en su casa.

¿En qué momento me poseyó el Eros? +18 (Aizawa, Dabi y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora