27. Cuerpo traicionero

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Dabi entonces se acercó a ti. Tu corazón se aceleró. Tenía ese porte aterrorizante que lo hacía ver extremadamente sensual.  "He tenido sexo convencional varias veces" te dijo mientras te tocaba el hombro, "sé donde tocar, cómo tocar y lo demás" comenzó a bajar su mano lentamente por tu brazo. "Planeaba utilizarte de la misma forma que a mis otros juguetes desechables, pero sí que desde el principio jugaste sucio conmigo."

No entendías muy bien a lo que se refería, pero tu cuerpo no necesitaba entender más que la delicadez de su tacto.

"¿De qué estás hablando?" preguntaste en voz baja.

"Hablo de que eres una niña tonta, cariño; me molesta tanto que seas tan inútil y aún provoques tantas cosas en mí."

"Oye, no fue una invitación para insultarme." le dijiste con los labios fruncidos.

Sí, sí, sí; niña tonta y lo que sea. Sí eras bastante impulsiva y despistada (por eso estabas precisamente secuestrada con un supervillano en ese momento). Esos "defectos" venían con sus cosas positivas también.

Todos en esta vida tienen inseguridad y no eras la excepción; sin embargo, éstas eran principalmente físicas, de tu carácter eras más orgullosa. Mientras otras personas sucumben ante la presión del miedo, tú eres bastante valiente, no dejas que nadie te pisotee. Si bien, eso te hacía un poco inalcanzable para los demás, nadie iba a poder lastimar tu corazón.

"Si no fueras una niña tonta, no estarías viva..." sin decir más te cargó.

¡Qué horror! No te gustaba nada el hecho de que Dabi te había cargado.

"¡Suéltame bastardo!" le gritaste mientras éste te llevaba a la habitación.

Llegaron a la habitación; tú aún en sus brazos. Pensaste que era demasiado incómodo tener a Dabi cargándote. Éste entonces te tiró en la cama y fue a cerrar la puerta de la habitación. Entonces volteó a verte. Estabas postrada en la suave cama, tu corta falda no podía esconder tus calzoncitos. Las calcetas altas por lo menos podían tapar la mitad de tus piernas. Notaste que sus ojos oscurecieron, viéndose aún más aterrador.

"Tenemos que hablar..." dijo seriamente.

Tenemos que hablar es algo que se le decía a tu pareja cuando descubrías que se estaba acostando con tu mejor amigue, ¿qué le pasaba?

"¿Y ahora cuál es el problema?" le dijiste un poco confundida.

Dabi se acercó a tí, "Si bien ya sabes que me gusta ser dominado en el sexo, tenemos que llegar a un acuerdo si queremos hacerlo de nuevo."

¡Ja! La audacia de este hombre en verdad. ¿Si "queremos" volverlo a hacer? Eso te sonaba a manada. No es como si tu quisieras seguir involucrada con él, sólo deseabas escapar e irte de Japón para siempre; encontrar un trabajo de bajo perfil en el extranjero y casarte con alguien decente que no te moleste.

"¿Quién decidió que yo quería seguir haciéndolo eh?" preguntaste indignada.

"Tú misma" te sonrió pícaramente.

"A qué te refi..." antes de que terminaras de hablar Dabi te cayó con un beso. Los besos de Dabi, tan reconfortantes y suaves, hacían que te derritieras más fácil que la mantequilla. Después de tan sólo unos segundos éste rompió el beso. No podías esconder el hecho de que estabas muy decepcionada.

"Tu cara lo dice todo jajaja," empezó a reír "ahora como decía, vamos a acordar ciertos términos para nuestros encuentros 😉."

¿En qué momento me poseyó el Eros? +18 (Aizawa, Dabi y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora