37. Tutorial

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Feliz San Valentín, queda perfecto para el pack de capítulos de esta semana <3 -Andie

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A estas alturas ya no había vuelta atrás. Sentiste como tus labios abrazaron la cabeza del pene de Aizawa. Éste, sin reservas, soltó un gemido.

"Ahh, sí..." gimió, apretando un poco los ojos y posicionó sus manos en tu cabeza.

Entendiste el mensaje.

Empezaste a meter poco a poco su longitud para que la piel se lubricara con tu saliva y pudieras empezar a moverte. Al hacerlo, comprobaste que, como habías pensado, al intentar meterlo todo en tu inexperta boca, simplemente no pudiste y se activó tu reflejo nauseoso. Lo sacaste abruptamente y empezaste a toser. Escuchaste risas.

Aizawa se estaba riendo. Te dio mucha pena y querías salir corriendo.

"No esperaba que pudieras a la primera, pero te veías muy segura así que no dije nada." te dijo con una gran sonrisa.

Abriste la boca para responder con algo inteligente pero éste te interrumpió.

"No pasa nada si te equivocas, aquí hay un sensei presente, ¿no es así?" dijo guiñándote el ojo. Este hombre sabía qué decir para aturdirte. Le sonreíste y notaste como este se sonrojó. En ese momento agradeciste al de arriba por estar en esa posición.

Retomaste la atención hacia el pene de Aizawa, que relucía gracias a tu saliva. Te hizo una señal de que continuaras con lo que estabas haciendo y, quién eras tú para desobedecer a tu sensei.

Le diste un pequeño beso antes de volverlo a meter hasta dónde más podías. Empezaste a mover tu cabeza de arriba hacia abajo, cuidando que tus dientes no lo lastimaran y que tu lengua hiciera de las suyas.

"Ahh sí, demonios gatita sí que sabes lamer." dijo apretando un poco tu cabello.

Continuaste moviendo tu cabeza mientras Aizawa gemía sobre ti. Éste era sorprendentemente vocal, no que te molestara en lo absoluto.

"Cambiemos de posición, quiero ver tus pechos." dijo con naturalidad.

Tu corazón saltó un poco. Era muy...directo.

Se acostó en la cama y tú ahora estabas arriba. Tu torso aún tenía tu sostén torpemente amarrado y tus pechos seguían descubiertos. Aizawa los apretó un poco y después te jaló del hombro para que cayeras encima de él. Te besó deliciosamente, en verdad parecía un animal desesperado por devorarte.

Usando su lengua continuaba jugando con tu cuello y tus clavículas.

"Ahh, maldita sea Aizawa, eres tan bueno en esto..." gemiste despreocupadamente.

"Esto no es nada," susurró en tu oreja, "pero primero, chúpamelo de nuevo."

"Demonios, ten un poco más de clase." bromeaste, "Podrías decir algo como: pero primero dále más amor a mi pene... o algo así."

Ambos empezaron a reír descontroladamente. A pesar de que ambos estaban desnudos, el ambiente se sentía seguro y, toda la tensión que habían acumulado, parecía haberse esfumado.

"Que cosa más ridícula pero bueno, con tal de que lo hagas, podrías por favor darle amor a mi pene." te dijo a duras penas sin carcajear.

"Bien, bien."

"Sólo que ahora, puedes usar tus manos para facilitarte la tarea. Apriétala un poco para que se sienta mejor la fricción."

Hiciste caso a sus instrucciones y, una vez que encontraste el ritmo correcto, tenías a Aizawa a tu merced.

¿En qué momento me poseyó el Eros? +18 (Aizawa, Dabi y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora