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Vaya, no estabas muy preparada para lo siguiente. Dabi tenía una manera de escalar todos los muros protectivos que pusiste tan rápidamente. Sin tus muros, lo que se encontraba ahí era un ser casi infantil, impulsado simplemente por el instinto de sobrevivir.
Ese ser de vez en cuando salía y te poseía a cumplir las necesidades más básicas; las fisiológicas. Entre ellas claro están el comer, dormir, respirar, pero también está el sexo.
Y como si fuera mucho decir, el sexo era lo que te mantenía viva en ese preciso momento.
Dabi entonces abrió tus piernas, exponiendo tus calzoncitos que, si bien no estaban empapados, al pequeño roce de sus dedos contra la tela, se sentían evidentemente húmedos.
"Agh!" gritaste sorprendida.
Nadie había llegado tan lejos contigo; jamás pensaste que alguien quisiera hacer ESO contigo. Tenías mil ideas metidas en la cabeza, que si no estaba limpio, que si no olía bien, que si no estaba afeitado. Pero esos pensamientos existían sólamente en tu cabeza ya que Dabi no dudó ni un segundo en colocar su cabeza entre tus piernas.
Con su mano derecha acarició tu vulva por encima de la tela. Se sentía genial. Tus mejillas eran casi del color de la sangre que fluía por ellas debajo de tu piel. Tus piernas temblaban un poco.
"Esto te está gustando, ¿cierto?" preguntó Dabi con una sonrisa.
"S-sí, me gusta" le respondiste sin poder verlo a los ojos.
"Bien, voy a tocarte por debajo de la tela, ¿bien?"
"Bien."
Con la mano que te acariciaba agarró tus calzones y los hizo de lado, dejando tu zona íntima descubierta. No podías ver de la pena; pensaste que sería genial que te tragarra la tierra en ese momento.
Dabi entonces colocó dos dedo cerca de tu entrada y pellizcó un poco de tus líquidos. Éste te enseñó lo transparente y elástico que era tu moco cervical; señal de que estabas excitada.
"Esto estorba un poco." dijo apuntando a los calzones. "Te los voy a quitar."
Señalaste que estaba bien. Te quitó la falda primero, ahora estabas casi completamente desnuda; sólo faltaban tus calzones. Con sus dos manos tomó los calzoncillos y los deslizó lentamente por tus piernas. Una vez afuera los aventó. Te vió a los ojos y tu volteaste en otra dirección.
"¿Recuerdas lo que dije?" preguntó.
"S-sí"
"Quiero que lo veas todo."
Entonces empezó a besar tus muslos, subiendo poco a poco a donde estaba la mayoría de tu sangre. Te estremecías cuando besaba un punto sensible. A él le causaba gracia. Entonces llegó a su destino, y como a un niño que le dan un chocolate, empezó a comerlo con ansias.
Al principio se sintió gracioso. No es como que se inventó la lengua para lamer genitales, pero una vez que pasaron pocos segundos, empezaste a sentir gran placer. Esto no se comparaba a cuando lo hacías con tus manos. La experiencia de Dabi era notoria; sabía lo que estaba haciendo.
"a#@dsnjkc" gemías sin parar mientras éste disfrutaba de su buffette.
De repente te sorprendió un dedo entrar a tu canal. Dabi presionaba un punto sensible dentro de tí. Gemiste y lo tomaste de su cabello negro, empujeandolo un poco como diciendo "sí, continúa así". En este punto tu mente no pensaba más que en el calor del momento. A falta de palabras, sólo había gemidos y respiración acelerada.
Dabi era tan bueno en ésto que cuando tu clítoris estaba en su punto máximo de erección, sincronizó su lengua y su dedo para estimularte de manera que seguramente alcanzarías el clímax en cuestión de segundos.
"Mmmhmm" gemiste fuertemente.
Estaba ahí la onda de placer que tanto reconocías de tus noches solitarias. Sin embargo, aunque el orgasmo se siente igual de bien todo el tiempo, éste quizás había sido el mejor orgasmo de toda tu vida. Jamás olvirás el día en que Dabi, el villano quemado te practicó un sexo oral al nivel de los dioses.
Dabi se separó de tu punzante sexo y te vio con una cara llena de satisfacción. Ya imaginabas lo que estaría pensando. Cuando pudiste recuperar un poco la respiración -ya que sentías que habías corrido un maratón- le diste un sape en la cabeza.
"Oye...qué diablos"
"ESO, es por ser tan molesto."
Empezaste a reír. Por primera vez en tu vida te encontrabas riendo estando completamente desnuda. Quizás haber sido raptada por este villano no te vino tan mal después de todo.
"Me meteré a bañar, me siento toda babeada." te levantaste.
"Bien, te espero en la sala para la cena." Dabi aún seguía viendo tu cuerpo desnudo con admiración.
"Ya fue suficiente por hoy, sal de aquí" reclamaste.
Te metiste a la ducha y te lavaste. ¿Quién demonios eras? Dejando que ese idiota hiciera eso, pero era tan lindo que era repugnante. Esperarías que no preguntara tantas cosas y que sólo hiciera lo que quisiera; te ruborizaste recordando lo que había sucedido.
Te cambiaste con otro de los ridículos atuendos que te "compró" Dabi. Saliste del cuarto sintiéndote mejor que nunca. Dabi estaba en la cocina preparando la cena. Sus ojos se cruzaron y se sonrieron con cariño. Quizás hicieras todo lo que él le pidieras, incluído el castigo que tanto le gustaba -aunque eso sí lo merecía porque te tenía encerrada-.
Antes de que pudieras caminar un poco más, escuchaste un fuerte ruido. Te asustaste. En la cara de Dabi se borró su sonrisa. Intentó correr hacia tí pero todo sucedió tan rápido.
Como si en cámara lenta viste la trampilla abrirse; después una tela envolverte y jalarte hacia ésta; los ojos abiertos de sorpresa de Dabi volverse llenos de furia y sus palmas incendiarse de una flama azul. Estabas entonces en los brazos de otro hombre.
"Al fin te encontré, gatita..."
Casi mil palabras en este capítulo 😳. Quiero decirles que agradezco mucho que lean mi historia y voten por los capítulos. Este es el fin de la temporada 2. Me tomaré un pequeño descanso, no será largo lo prometo. No esperen actualización el próximo martes pero esperen mucho drama para la próxima temporada 😉 xoxox -Andie
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¿En qué momento me poseyó el Eros? +18 (Aizawa, Dabi y tú)
FanfictionDentro del mundo de My Hero Academia, eres una chica impulsiva de 23 años que hace un mes dejó la universidad. Un día te estrellas con un personaje misterioso en la calle y tu vida cambia para siempre. Después de unos Takis Fuego y muchos gatitos t...