55. Cruda

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Punto de vista de Aizawa

Lo primero que hizo Aizawa esa noche, después de que la impostora se marchó, fue marcarle a su mejor amigo Mike. El alcohol no pudo detenerle las lágrimas mientras le contaba ansiosamente la situación a su amigo.

"Se la ha llevado Mike, no sé qué voy a hacer si a ella le pasa algo." dijo sollozando.

"Tranquilo amigo. Demonios nunca te había escuchado así. Escucha, tu situación es muy complicada; estuviste involucrado en una conspiración contra la policía, tienes que ser muy cuidadoso con lo que planees hacer. Claro, cuentas conmigo si quieres partirle la madre a ese cara de grieta. Peero, primero descansa y que se te baje la peda. Te marco mañana. ¿Okay?" dijo Mike por el teléfono.

"Mmmhm..." dijo Aizawa moqueando.

Esa noche, contrario a lo que le sugirió su amigo, no pudo dormir. Sumándole la desvelada a la cruda por haberse tomado tantos shots la noche anterior, su cabeza punzaba al ritmo de los latidos de su corazón. Ni la mejor pastilla le había quitado el dolor provocado por la enorme cantidad de estrés que se cargaba.

El sonido de los pájaros indicaron el inicio de un nuevo día.

Aizawa, sin saber qué más hacer, bajó las escaleras a buscar algo de comer. Se dio cuenta entonces que en la puerta principal, había un sobre.

¿Qué es esto? pensó

Debería tener cuidado en que no fuera un tipo de trampa pero tenía un presentimiento que no era el caso.

Abrió el sobre. Adentro había una carta impresa. Aizawa frunció el ceño al leer el contenido. Era una dirección. La especificación era que fuera solo esa misma noche.

¿De qué trata todo esto? pensó

Al final de la carta sin embargo hubo algo que lo hizo enojar enormemente: "Ven si quieres volver a verla."

Aizawa apretó el sobre que había estado reposando en su otra mano hasta quedar hecho bolita.

Bien, entonces no hay de otra. pensó

Se metió a bañar con poca gana. El agua fría corría por su cuerpo en lo que su mente vagaba intentando mantener la cordura.

No encontró la motivación para cambiarse así que sólo se secó y se acostó de nuevo. Su cuerpo desnudo abrazaba el calor de sus cobijas y, finalmente, el cansancio le ganó y se quedó dormido en espera a la hora de reunión.

Después de un par de horas, Aizawa despertó. Después de cambiarse y comer pan tostado, salió de su casa sin saber qué esperar de dicha reunión.

Siguiendo las indicaciones, encontró el lugar de reunión. Era un restaurante 24 hrs que vendía panqueques y hamburguesas. Entró y, sin saber a quién encontrar, se sentó. Volteando a los lados, no parecía haber nadie sospechoso. No había muchas personas. Todos comían con una cara larga. Aizawa se quedó ponderando la razón de sus caras infelices y si la de él estaría igual.

"¿Qué le puedo ofrecer señor?" dijo una mujer

"Ahhh!!" Aizawa gritó de espanto.

"Jajajaj, lo siento. ¿Estaba muy concentrado?" le dijo en una voz amable.

"Hmm, sí algo así..."

"Bueno entonces, ¿le puedo ofrecer algo de tomar mientras le traigo el menú de comida?" preguntó la mesera.

"Café, negro, porfavor." le contestó

"Bien, ahora viene."

La mesera poco después le trajo una taza y le sirvió café. Le ofreció el menú y se fue.

Aizawa se tomó lentamente el café aún inspeccionando su alrededor.

¿Me habrán dejado plantado? pensó

Se levantó al baño ya que el café había hecho de las suyas.

¿En qué momento me poseyó el Eros? +18 (Aizawa, Dabi y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora