Capítulo XXI

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Narración general

Shikamaru se encontraba recostado en su cama, la luz de la luna podía entrar levemente por su ventana. Era muy raro en él, pero tenía dificultades para dormir, si dejaría a su amiga libre para que ella busque su verdadero amor, tenía que hacerlo de la manera correcta.

Si aún había espacio para alguna duda en su mente o en su corazón, aquél beso con Karito lo había aclarado todo dentro de su cabeza, quería a Karito, sí, la amaba, sí, pero cómo amiga y hermana, no cómo mujer.

A diferencia de Temari por quién ya no podía negar la enorme atracción que sentía, a pesar de que ella siguiera llamándolo niño.

Eso generaba otra duda en su cabeza, ayudaría a su amiga a ser feliz con una persona que sí la amaba. No obstante sería buena idea intentar algo de nueva cuenta con Temari una vez que estuviera soltero. No es que no la amara, pero ya lo habían rechazado dos veces lo que había logrado mermar sus ganas de un nuevo intento.

Quizás su nueva desición fuese influenciada por su personalidad, rendirse siempre era una buena solución para evitar cualquier problema, con Temari fue a lo mejor la vez que más se esforzó en la vida, pero tampoco es que le quedasen muchas más ganas. Nuevamente sentía el enorme deseo de rendirse, podría ser considerado una actitud cobarde e infantil. Aunque no le importaba, era una desición tomada, ya no volvería a intentar ningún acercamiento con Sabaku No Temari, aunque la amara con todo su ser, al rechazarlo dos veces, el amor había pasado a un segundo plano. Tal vez no lo parezca de una persona de personalidad tan pasiva cómo él, pero también tenía un orgullo y luego de una doble negativa por parte de Temari lo sentía herido.

Además ahora tenía algo más importante en que pensar, ahora que tenía claras sus emociones, debía buscar la manera de hablar con aquél castaño nuevamente.

Una buena inspiración llegó a su cabeza, de esos momentos dónde sientes que lo sabes todo. Una idea maravillosa y que no podía salir mal.

...........

Karito al igual que Shikamaru no era capaz de conciliar su tan preciado sueño. Su mente era un lío con su corazón y era un completo fastidio para ella.

No sabía que hacer, se sentía en tremenda encrucijada. No sólo por sus sentimientos, también por los de Shikamaru, porqué sin importar lo mucho que lo niegue o trate de ocultarlo, él aún ama a Temari. Y de una u otra forma se engaña a si mismo.

En medio de su momento de reflexión mental su celular sonó, la típica notificación de alguna de las muchas aplicaciones que tenía indicándole el recibimiento de algún mensaje.

Al mirar su celular se percató que era un mensaje de Shikamaru, el contenido del mismo era breve y sencillo.

"Nos vemos mañana en la noche en la discoteca, esa, la que tiene karaoke para los valientes del público que se creen cantantes, nos vemos ahí cómo a las nueve en punto, no llegues tarde ;)".

Bueno, tal parecía ser que ahora tenía una cita a la noche siguiente.

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Finalmente ambos amigos fueron capaces de conciliar el sueño, su noche había sido larga y un tanto divertida. Si bien la cena fue algo incómoda en un principio por los comentarios respecto a su relación, en si el ambiente era muy agradable y ameno, demostrando la gran unión que existe en la familia Sarutobi.

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Hanabi se encontraba aún haciendo algo de tarea de investigación, en su clase de biología le habían encargado varios temas, bueno, a todo su grupo en general, pero le costaba bastante concentrarse desde lo sucedido con Konohamaru. Ya era muy entrada la noche, incluso se atrevería a decir que madrugada. Sin embargo por más que quería no era capaz de avanzar, aún no comprendía que fue lo que ella hizo mal, podría acercarse a su hermana Hinata a preguntar en busca de algún consejo, no obstante ella era tan tímida que nunca había tenido novio, era increíble que aún siendo la menor de las dos, ella ya tenía mucha más experiencia en el tema de los noviazgos. Era una de esas raras casualidades de la vida, pero que la frustraba pues no había nadie que pudiera aconsejarla, menos sus padres, ya que ellos no sabían que ella tenía novio pues lo tenía prohibido. Otra razón de peso para tener coraje acumulado, su relación secreta había fracasado y no podía recurrir a nadie para llorar pues se supone que en primer lugar según las reglas de sus padres, dicha relación no existió jamás.

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