Capítulo XXVIII

91 16 116
                                    

Narración general

La madre de Karito conducía por la dirección que le dió su hija, ella no se daba cuenta, tampoco su hija del auto que las venía siguiendo.

En poco tiempo llegaron al edificio dónde estaba el departamento dónde se quedaba el castaño, y que ahora sería el nuevo hogar de la castaña.

A unos metros el auto se estacionó, bajando la ventana del auto para ver mejor, revelando a una hermosa pelinegra.

"Fumiko Uchiha eres una genio" pensó la Uchiha de si misma con una sonrisa de satisfacción personal, estaba por averiguar la dirección exacta de su hermoso castaño.

—¿Hay alguien en casa para abrirnos la puerta?— preguntó Naori a su hija.

—No, pero Firem me dió una llave, así que no creo que tengamos problemas— Karito le mostró la llave a su madre.

—Se ve que confías mucho en ese muchacho— opinó Naori y su hija la miró algo sorprendida, no entendía el comentario de su madre.

—¿Qué quieres decir con eso?— preguntó la castaña algo seria, pensaba que su madre la apoyaba.

—Nada hija, sólo que tengas mucho cuidado, recién lo acabas de conocer. No quiero que nada malo te pase es todo— respondió su madre con un tono maternal y preocupado.

—Descuida mamá— Karito la miró a los ojos—, gracias a ti y a papá aprendí a cuidarme, y sé que no tenemos mucho de conocernos. Pero sé que Firem sería incapaz de hacerme daño, no preguntes cómo sé, sólo lo sé— concluyó la castaña.

El resto de la tarde para la castaña fue acomodar sus cosas, al menos desempacar algunas y otras maletas nada más bajarlas del auto.

Su madre tenía unas lágrimas en sus ojos.

—¿Qué sucede mamá?— preguntó la castaña a su madre algo preocupada.

—No es nada mi pequeña, es que, bueno, yo sé que en algún momento los hijos volarán solos, pero no me hago a la idea de que ya vas por tu cuenta. Al menos tuviste la buena suerte de encontrar a alguien que te ayude, pero igual voy a extrañarte mi niña, prométeme que vas a visitarme seguido— concluyó su madre entre lágrimas, que más de tristeza eran de nostalgia y orgullo.

—Lo haré mamá, no te preocupes— respondió la castaña y ambas se abrazaron con amor.

.............

Algunas horas pasaron desde eso. Karito ya sentía ese departamento cada vez más cómo su hogar, aunque el castaño le dijo que tenía una casa propia en Suna, era cambiar de una ciudad a otra, pero velando por el interés de ambos quizás la idea de mudarse no era mala, quizás luego de que se casarán lo podría pensar.

Ahí estaba Karito, tranquila y pensando en mil cosas, mil cosas que antes no pensaba pues no había tenido pareja. Cuándo su celular comenzó a sonar, al fijarse en el número le apareció uno desconocido.

Al responder escuchó una voz que cada vez le resultaba más familiar y por lo mismo no le costó identificar.

"—Hola, Temari— saludó la castaña de vuelta a la rubia.

La castaña escuchaba lo que le comentaba su recientemente nueva amiga, y su expresión de asombro era cada vez más evidente, aunque por la llamada la rubia no veía las expresiones faciales de la Sarutobi.

—Claro, comprendo Temari, descuida, buena suerte en tu viaje— le respondió la castaña y la comunicación se cortó.

La castaña volvió a estar pensativa, Temari partiría en un vuelo a España esa misma noche. Su debate mental era si contarle o no a su amigo Shikamaru.

Presión social [ShikaTema y más] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora