Capítulo XXIX

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Narración general

Karito recibió al castaño. Decidió dejar pasar lo sucedido el día de hoy con Baru, pero sólo por esa vez, si volvía a ocurrir le contaría toda la verdad a Firem sí o sí.

—¿Te sucede algo?— preguntó Firem a Karito.

"Rayos" pensó la Sarutobi, aún no aprendía a disimular del todo bien por lo visto.

—No es nada, sólo que me enteré que Temari se va a ir a España hoy mismo, eso es todo— contestó Karito de forma rápida y certera, era una muy buena excusa para su estado de humor tan intranquilo.

—¿Le dijiste a Shikamaru?— Firem suponía que Karito estaría en el dilema de si decirle o no a su amigo.

—No, aún no le he dicho nada, la verdad no sé si deba hacerlo— respondió Karito.

Firem nada más la miró algo pensativo.

—Bueno, haz lo que a ti te haga tener la consciencia tranquila, antes que calmar la de los demás calma la tuya propia, ahorita aunque le digas a Shikamaru ya es muy tarde. A estás horas es casi seguro que Temari esta por abordar su vuelo, si le quieres decir a Shikamaru, hazlo mañana con más calma y con la cabeza fría— le sugirió el castaño, no quería que Karito se estrese en vano.

—Supongo que tienes razón, eso será lo mejor— Karito entendía el punto de vista de Firem, mañana hablaría con su amigo al respecto.

.............

Las voces sonaban anunciando los diversos vuelos, se veían a muchas personas que abordaban y bajaban de varios aviones.

Los que bajaban eran principalmente turistas, personas con deseos de conocer Japón, por su parte los que abordaban se dividían entre turistas y residentes.

Temari tenía dos maletas con su equipaje y Kankuro tenía otra más, haciendo un total de tres maletas, trataron de llevar lo justo y necesario.

La voz se volvió a escuchar.

"—Pasajeros con destino a Madrid, favor de dirigirse al anden número catorce, el vuelo saldrá en veinte minutos— anunciaron por el parlante".

Temari se puso de pie y Kankuro en seguida de ella.

Ambos hermanos miraron a su hermano pequeño quién también estaba ya de pie.

—Cuídense mucho por favor— dijo Gaara con una pequeña sonrisa en su rostro, no era una persona muy expresiva, por lo que verlo sonreír fue reconfortante para sus hermanos.

—Tú igual Gaara, prometemos mantenerte informado de cualquier cosa que suceda— dijo Temari y abrazó a su hermano, fue un abrazo muy fraternal y lleno de apoyo mutuo.

—Nos vemos después Gaara, por favor no hagas fiestas locas en nuestra ausencia. Y si vas a meter a una chica linda a casa para follar, que sea en tu habitación o en su defecto en la de Temari, pero mi cuarto es lugar prohibido— aclaró Kankuro dándole un abrazo a Gaara y ganándose una mirada reprobatoria de la rubia por lo que dijo.

Por su parte Gaara tenía sus mejillas del mismo color que su cabello, las ocurrencias de su hermano no tenían ningún límite. Cuándo pensaba que ya conocía a Sabaku No Kankuro, él le salía con alguna nueva sorpresa.

—Ya vámonos y deja de decirle estupideces a Gaara— la rubia tomó sus maletas y fue en dirección al lugar indicado. Kankuro tomó la suya y fue detrás de su hermana.

El pelirrojo se espero en el lugar hasta que perdió de vista a sus dos hermanos, una vez tal cosa pasó se fue al auto para volver a casa. Ya era muy noche y se sentía cansado, con bastante sueño.

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