Presión social [ShikaTema y más]

Capítulo XXXI

Narración general

La impresión no era poca cosa, era un país completamente nuevo y además estaba solo.

Cómo desearía estar con Karito, Chouji, Ino o cualquiera de sus amigos, ahora es que Shikamaru se daba cuenta de lo grande que era el mundo y de lo pequeño que era él en comparación.

Al salir del aeropuerto lo primero que hizo fue buscar un taxi, no fue difícil pues había varios. Al ir de intercambio por parte de su escuela ya tenía un lugar al cuál llegar y eso era un problema menos, lo verdaderamente difícil sería encontrar a Temari en todo el país. No tenía ninguna garantía de que estuvieran en la misma ciudad, ni siquiera de si durarían en España el mismo tiempo.

Una suave lluvia caía en la ciudad, no era una tormenta, pero si pasabas más tiempo del debido bajo el agua seguro terminabas empapado.

...............

Temari y Kankuro terminaban de desempacar en lo que parecía ser un departamento con dos habitaciones, una para cada uno.

El viaje siempre es agotador, ambos se sentían acabados, molidos y aunque para Kankuro fue muy difícil, logró convencer a Temari de ir a descansar, mañana tratarían con el asunto de sus padres, pero necesitaban estar en plena forma.

..............

—Te lo digo Ukyo, ese Firem anda de asalta cunas— le platicaba Baru a Ukyo en un bar

El pelinegro escuchaba a su amigo, ya estaba algo entonado, pero muy lúcido. Y cada una de sus palabras parecían honestas.

—Seguro que lo imaginaste, Firem es demasiado serio y correcto, no creo que ande en una relación con una chica tan menor que él, imagina. Parecería que espero a que cumpliera sus dieciocho años— Ukyo trataba de razonar la situación, no creía a su amigo Firem capaz de tales cosas.

—Pues se nota a leguas que tú no lo conoces tan bien cómo crees Ukyo— le echó en cara Baru a su amigo con la mirada más seria que pudo debido a su estado de ebriedad—. Firem resultó ser el típico asalta cunas.

—Yo sigo sin creerlo, de verdad Firem no me parece ese tipo de persona— Ukyo se mantenía fiel a sus principios.

—Y más encima esta re buena la condena— dijo Baru para si mismo, aunque en voz alta y Ukyo lo escuchó perfecto.

—Baru— el pelinegro llamó a su amigo.

—¿Qué sucede?— preguntó su amigo viendo con algo de asombro que ahora era Ukyo el de la mirada seria.

—Deberías de valorar más tu amistad con Firem, ya no sé si lo que dices es cierto o no, pero aún si lo fuera. Es la pareja de Firem y es algo que tú cómo su amigo debes de respetar, las novias de tus amigos son mujeres con las que no debes intentar pasar a ninguna base— concluyó Ukyo.

Baru lo miró algo asombrado, había hablado en voz alta y Ukyo sabía que cuándo Baru dice que una mujer esta buena es porque se la quiere follar del bueno y no hay más. Después del asombro vino la furia.

—¿Las novias de mis amigos? Mira Ukyo, no te vengas a dar facha de moralista y ético conmigo, por lo menos Firem puede decir que tiene y que ha tenido novia, pero tú. No eres más que un vulgar cero a la izquierda para las mujeres, ni novias cómo las de Firem, ni compañeras de una noche cómo las mías, ¡TÚ JAMÁS HAZ TENIDO A ALGUIEN! Simplemente eres patético— Baru se levantó de su asiento y se retiró del bar dejando a un consternado y algo afligido Ukyo.

Por mucho que odiará las palabras de Baru, Ukyo sabía que él tenía razón, al menos Firem podía decir que había tenido novia, Baru con mayor razón, pero él. Nunca fue capaz de tener algo con ninguna mujer más allá de una amistad.