Capítulo XXXV

59 13 107
                                    

Narración general

Konohamaru esperaba que su hermana aceptara sus disculpas.

-Oye, no estarás planeando tenerme con las manos estiradas todo el día, ¿o sí?- el joven le sonrió a su hermana.

La Sarutobi lo medito unos segundos y finalmente le terminó dando una cachetada a su hermano, no muy fuerte, no muy leve.

Cosa que dejó sorprendido al Sarutobi y más a Firem quién justo había vuelto de comprar comida.

El Sarutobi se sintió algo adolorido, no fue una cachetada muy fuerte, pero lo lastimó, algo dentro de él se vió herido.

Sumando eso al hecho de que el novio de su hermana estaba ahí, viendo la escena lo hizo sentir humillado, pero esa humillación rápidamente se volvió ira, una ira contra las dos personas que tenía delante.

-¿Qué mierda te pasa? ¿es así cómo respondes a alguien que te pide perdón?- le reclamó el joven Sarutobi con furia, pero en sus ojos se notaban que las lágrimas querían salir.

-No tienes derecho a faltarme al respeto Konohamaru Sarutobi- el tono de su hermana fue duro, no gritó ni nada, pero se notaba esa sensación de reprimenda.

-¿Y tú si tienes derecho a pegarme o qué? Tú no eres ni mi papá ni mi mamá, yo solamente venía a disculparme contigo- el joven Sarutobi le sostuvo la mirada a su hermana.

Firem se sintió algo incómodo, sentía que sobraba ahí, pero los dos hermanos estaban justo en la entrada de su departamento y no podía entrar sin pasar en medio de ambos.

-Konohamaru, te conozco desde que naciste, tú no estás arrepentido de verdad, esas disculpas no son sinceras, únicamente lo haces para sentirte mejor contigo mismo, para calmar tu perturbada consciencia- le echó en cara la Sarutobi.

-¿Tú qué sabes de sinceridad? Tú no me conoces y yo ya no te conozco a ti- las primeras lágrimas empezaron a salir de los ojos de Konohamaru.

-Ya te lo dije, tus disculpas no son sinceras, si lo fueran no dudaría en aceptarlas, pero tú mismo en el fondo de tu ser sabes que no lo son- Karito mantenía su postura.

-Escucha a tu hermana Konohamaru, ella tiene razón- Firem no quería intervenir, pero no fue capaz de evitarlo.

-¡Tú no me digas que hacer! Tú y tu clan son unos asesinos que acabaron con muchos Sarutobi durante la guerra de clanes, las palabras de un asesino no tienen ningún valor- Konohamaru lo miró con mucha rabia.

El Saisho no quiso contestar, no quería discutir con el hermano de su novia, no ahora ni así, no era el momento, además. Él tenía claro que al iniciar una relación con Karito se exponía a que alguien tocara el tema de la guerra de clanes del pasado.

-¡Konohamaru! Ya te dije que no me faltes el respeto, ni a mí ni a Firem, él no te ha hecho nada- Karito le volvió a llamar la atención, pero ahora un poco más fuerte.

-Claro, que novedad, mi hermana poniéndose de parte de los demás antes que de su propio hermano. Ya veo cuáles son tus prioridades, por eso no te importó abandonar a tu familia que siempre te ha querido por el primer idiota que se te cruzó por delante- ya las lágrimas salían por sus ojos sin control, pero su rabia no disminuía.

-Yo nunca he estado en tu contra Kon, pero nada más mírate. Aún te falta madurar hermano, yo nada más quiero lo mejor para ti, porque te amo. Y si tengo que mostrarte tus errores para que así seas un hombre de bien en el futuro, pues lo haré- Karito se sentía mal, le dolía ver a su hermano en ese estado, pero tenía que ser fuerte por él.

Presión social [ShikaTema y más] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora