Capítulo VII

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Narración general

Las alarmas sonaban, los tiempos habían cambiado, ahora sonaban en los celulares y no en los relojes.

Firem despertaba con un ligero dolor de cabeza, había bebido un poco con sus amigos, pero su poca resistencia al alcohol le había pasado factura.

Trabajar era una responsabilidad que no podía ignorar, abrió sus ojos y comenzó a escanear su habitación, en ella sólo habían botellas de cerveza y una de vino tinto, dos cajas de pizza, una vacia y la otra aún conservaba una rebanada con una mordida.

Al salir vió en su pequeño pasillo entre su habitación y el resto de su casa, su amigo Ukyo, acostado sobre una cobija y cobijado con otra y una almohada.

Al llegar a su sala fue lo que más lo sorprendió, su amigo Baru estaba en su sala acostado en un sofa cama con una mujer que en su vida había visto.

Ni siquiera parecía la misma con la que lo vió antes de que vinieran a Konoha.

La verdad las aventuras de su amigo le daban algo igual, pero que lo hiciera en su casa le parecía muy fuera de lugar, luego le reclamaría, por ahora, debía alistarse para ir a trabajar, por lo que sutilmente despertó a sus dos amigos también.

El sol aún no salía, la oscuridad y la luna aún estaban presentes, si no fuera por el reloj cualquiera pensaría que aún era de noche.

..........

Las alarmas sonaban del otro lado de Konoha, Karito despertaba un poco más temprano de lo usual, no era común en ella, pero hoy era una fecha especial.

Este día su grupo no tenía clases por lo que el día era para ella, lo normal sería juntarse con sus amigas, pero no, tal vez juntarse con Shikamaru, pero tampoco, el día libre ella quería aprovecharlo para sus cosas.

Si bien amaba dormir, también amaba dormir en lugares fuera de su cama.

Y otros más, quería disfrutar un día para ella.

Cuándo estaba por levantarse, vió que el sol aún comenzaba a salir, por lo que decidió dormir unas pocas horas más.

............

Otra que se preparaba para un nuevo día era Temari, una de las pocas personas que se veía no muy afectada por la rutina de la monotonía.

Sería porque recién comenzó en su empleo, su pasión juvenil, o algún otro factor, pero le encantaba su nueva oportunidad laboral.

Además su salida del día anterior con el jóven rubio fue de su agrado, aunque... su encuentro con ese pelinegro y la castaña, le había causado un mar de sensaciones difíciles de describir.

Ese niño pelinegro, algo había en él, algo que le llamaba su atención más de lo que le gustaría.

"Ya basta Temari, tú eres una mujer hecha y derecha. Él, es sólo un niño, deja de pensar en él y concéntrate en tu trabajo" se regaño mentalmente la Sabaku No.

Terminó de arreglarse, tomó un ligero desayuno y sus cosas para trabajar, además de las llaves de su casa y vehículo.

...........

Las horas del día seguían pasando, el día transcurría con relativa normalidad. Karito despertaba nuevamente, once y media de la mañana marcaba la hora en su teléfono.

Aveces no entendía, ¿por qué despertaba tan temprano? no es que tuviera mucho que hacer, disfrutar su día sí, pero eso se puede hacer desde la comodidad de su cama.

¿Cuál sería una buena manera de disfrutar su día además de tomar siestas? tal vez la pregunta más difícil de responder.

La única que no le aburría tanto era la de pasear por Konoha, la ciudad era grande y no era cómo si fuera un ejercicio, podría recorrer la ciudad con mucha calma.

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