Capítulo XLI

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Narración general

—Vamos Orochimaru, no dicen que a los viejos les llega la experiencia y todas esas cosas— decía con un tono de soberbia el hombre oculto entre las sombras—. Demuestra lo hombre, únicamente quiero mi dinero de vuelta, el que tú, Obito y Naoki me robaron. La parte de Obito la encontré aunque para eso tuve que matarle. No quiero matarte por esto, ya que apesar de que te quisiste pasar de listo conmigo es verdad que hicimos buenos negocios en el pasado.

—¡Ya! Te diré todo...— Orochimaru respiraba muy agitado, ya le habían cortado tres dedos de su mano derecha. Por lo que recurría a la única carta que le quedaba para salvarse.

—¿Qué me vas a decir Orochimaru? Por tu bien, espero que algo de valor, porque ya perdí mucho tiempo aquí contigo y aún debo buscar a la rata de Naoki, de los tres ha demostrado ser el que mejor se sabe esconder. Cosa que no me sorprende de un cobarde de su calibre la verdad— el hombre miraba a Orochimaru atento. Dando una señal a su secuaz, de que en caso de que lo que Orochimaru dijera no fuera de valor, matarlo de una vez.

—Te aseguró que es de valor... En este momento, yo no tengo el dinero para devolverte lo que te robe, pero estoy muy cerca de conseguirlo. Estoy a casi nada de encontrar la forma de robar todas las arcas de las empresas de las familias Sabaku No y Uchiha, cuándo lo haga podré pagarte hasta el último céntimo y con intereses incluídos— Orochimaru miraba al hombre que se movió de debajo de la oscuridad y salir a la luz, revelando a un hombre relativamente joven.

—De modo que me pides más tiempo, no sé si deba creer en ti Orochimaru, hace tiempo les creí a ti y a los otros dos y me robaron— el sujeto sacó un arma y se la puso a Orochimaru en la frente—. ¿Por qué debería de creerte ahora?

—Muy fácil, porque en lo que yo termino de conseguir el dinero que te debo, te puedo dar a Naoki— Orochimaru se fijó que en la cara de su captor apareció una leve expresión de sorpresa.

—¿Tú sabes dónde se encuentra Naoki?— el hombre se mostraba bastante curioso.

—No, ese maldito es muy cuidadoso de borrar bien sus huellas, pero hay algo que ni siquiera él es capaz de borrar y eso es su pasado— aseguró Orochimaru con una sonrisa maquiavélica.

—¿De qué clase de pasado estamos hablando?— el hombre se así una idea, pero quería escuchar la confirmación de las palabras de Orochimaru.

—Cuándo estuve en España me enteré de la existencia de un chico, un tal Shikamaru, investigando descubrí que estaba relacionado con la familia de mi mentor. Sarutobi sensei. Claro que ahora la familia había crecido, entre ellos hay una nieta llamada Karito Sarutobi. Resulta ser que esa tal Karito Sarutobi tuvo un pasado amoroso con Naoki, por lo que averigüe no llegaron a mucho, es más, ahora Karito sostiene una relación sentimental seria con un tal Saisho Firem, pero a Naoki le pegó mucho eso. Él esta muy enamorado de Karito al parecer, si tienes a esa Sarutobi no tendrás que seguir buscando a Naoki, ya que él mismo vendrá a ti— decía Orochimaru—. ¿Entonces, tenemos un trato?

—Bien, trató hecho, yo buscaré a esa tal Karito Sarutobi de la que hablas, pero te advierto Orochimaru, como sea una trampa tuya para intentar escapar o algo te mataré sin reparo, si te encontré en España. Ten por seguro que te encontraré en dónde sea que te escondas— le aseguró el hombre con una mirada seria.

—Descuida, no escaparé. Me haré cargo de mis asuntos y te pagaré hasta los intereses... Syxne— Orochimaru también miró al hombre al tiempo que el hombre corpulento los liberaba a él y a Kabuto de sus ataduras.

—Por cierto, mencionaste a un tal Shikamaru, ese nombre me suena de algo.

—Oh sí, claro, ese Shikamaru es un Nara igual que Naoki— aseguró Orochimaru.

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