Capítulo XVI

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Narración general

Podías apreciar la camara lenta, esos momentos de tu vida en los que sientes el tiempo detenerse.

Él la vió caer, el rojo de su sangre empapaba el rostro del pequeño y también la ropa de su madre quién ahora yacía tirada en el suelo. No daba ninguna señal de vida, sus ojos estaban cerrados.

Él pequeño Firem de tan sólo cuatro años de edad había presenciado la muerte de su madre.

—Tal vez la próxima vez que les diga, todos al piso, lo harán más rápido— dijo aquél hombre que aún sostenía el arma en la dirección dónde, hace no más de diez segundos, estaba parada su madre.

Firem despertó de repente, estaba sudando y se dió cuenta de que estaba en su departamento. Miró el reloj que marcaba poco más de las diez de la noche, seguramente se durmió en la tarde.

El recuerdo de su madre, aún le atormentaba y su miedo a estar en Konoha. La ciudad dónde todo sucedió, no dejaba de atormentarlo.

Firem decidió salir de su cama, quizás algunos tragos le vendrían bien, se arregló un poco, tampoco demasiado pues no pensaba salir con nadie, solo él, a cualquier lado.

Agarró las llaves de su carro y emprendió la marcha.

..........

La noche seguía para cierto par de parejas, el encuentro tan incómodo había provocado que ambas parejas terminaran sentadas en alguna mesa.

Trataban de mantenerse lo más alejado del otro, a Karito en lo personal no le importaba, pero era obvio que a Shikamaru sí y mucho.

Luke estaba casi igual que la castaña, él no se sentía incómodo pero, para Temari era algo obvio que sí. Cómo buen novio lo único que quería era lo mejor para su dama, entonces decidió no insistir.

—Shikamaru— le habló Karito llamando al Nara.

—¿Qué sucede?— preguntó él, aunque en el fondo se imaginaba que era lo que Karito quería.

—Tú, ¿aún amas a Temari?— le preguntó de forma directa la castaña, era algo que ella necesitaba saber.

Shikamaru se quedó de piedra, ya se imaginaba que basado en su actuar Karito podría preguntar algo cómo eso. Sin embargo no sabía que responder, no quería ser un mentiroso, pero tampoco quería hacer sentir mal a Karito.

—Karito, no puedo decirte que ya no siento nada por Temari— la Sarutobi escuchaba atenta cada palabra—, pero, yo decidí darme una oportunidad contigo porque yo... yo...— por un momento el palpitar del corazón de Karito se disparó, ¿acaso le diría que la ama?—. Yo te amo Karito— dijo casi en un susurro y bastante colorado.

—Podrías repetirlo— pidió la Sarutobi, claro que lo había escuchado la primera vez, aunque tenía ganas de volver a hacerlo.

—Que yo te amo Karito Sarutobi— dijo Shikamaru esta vez elevando mucho más su tono de voz.

El ritmo del corazón de la castaña se normalizó un poco, el escuchar esas palabras de la boca de Shikamaru, de algún modo la hicieron sentirse mejor.

—Yo también te amo Shikamaru Nara— le respondió Karito de una forma, tan de ella, que hizo que el libido de Shikamaru fuera en aumento.

Ambos ya estaban bastante cerca del rostro del otro, ninguno dijo nada, únicamente decidieron dejarse llevar. Fue un beso lento y algo tímido, en el caso de Karito porqué ese se sentía cómo si fuera su primer beso, en el caso de Shikamaru no era su primer beso, aunque el hecho de que estaba besando a su mejor amiga, quién ahora era su novia era algo que sí o sí le causaban nervios, ninguno quería arruinarlo por lo que mantenían un ritmo lento. Al menos en lo que se conocían el uno al otro.

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