Narración generalKarito avanzaba furiosa, aunque se detuvo a pocos metros de la entrada de su casa, se sentía algo rara volviendo y le dolía. Pocas veces había venido en esos dos años y por lo general era cuándo su padre no estaba y la invitaba su madre.
Ella había intentado por todos los medios posibles hablar con él, pero se rehusaba a verla y hablar con ella. Se sentía muy decepcionado de las decisiones de su hija. Sin embargo, Karito sabía que no había hecho nada malo en ningún momento, por lo que la reconciliación con su padre aún era un tema pendiente, en cualquier caso había llegado ahí para hablar con su hermano Konohamaru y no con su padre, no por el momento.
La castaña tocó el timbre y para su buena fortuna fue su hermano quién le abrió.
—Tú y yo tenemos que hablar Kon— Karito lo miró de forma seria, cosa que alarmó un poco al pequeño Sarutobi, pues a Karito era muy común verla con una cara y expresión de todo me da igual, nunca se la veía con tanta seriedad, la última vez que recordaba haberla visto así fue cuándo descubrió todo el incidente del robo de su ropa interior, misma fecha en la que rompió su relación con Hanabi y que poco había sabido de ella.
—No sé de que tendríamos que hablar tú y yo con tanta urgencia hermana— Konohamaru trató de hacerse el loco.
—Claro que lo sabes hermanito, me refiero al video que grabaste de Shikamaru— Karito lo miró fijamente a los ojos.
Konohamaru tragó saliva bastante nervioso, estaba empezando a sudar incluso.
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Terzi estaba relajada en el sofá del departamento, es cierto que ahora todo el espacio era para ella, pero ciertamente extrañaba un poco a su hermano Firem y a su cuñada Karito, luego de tanto tiempo se había acostumbrado a vivir con ellos.
En eso un mensaje llegó a su celular, lo que sorprendió a la Saisho fue el remitente.
Se trataba de nada más y nada menos que de su querida amiga Ana, luego de que terminó su año allá en Chile, el único contacto que pudo mantener. De hecho hicieron un grupo las cuatro para siempre estar comunicadas.
Terzi, hola, soy Ana. Resulta que la Francisca se va a casar en un mes, por lo que queremos que vengas, obviamente toda tu familia esta invitada al carrete.
Terzi leyó el mensaje con una sonrisa, después de poco más de un año podría volver a ver a sus amigas.
No te olvides de invitar al mijito rico que tienes por hermano y a la cabra chica de su novia, aunque si ella no viene tampoco hay tanto problema wuajajaja.
Vanesa también se mostraba entusiasmada con la idea, sobre todo ya que era la que más "bromeaba" con Terzi sobre que la presentará con su hermano. Además que no perdía la oportunidad de señalar a Karito como la tremenda cabra chica afortunada, no creía como una chica como ella se pudo quedar con semejante espécimen masculino. A palabras de ella Karito era muy poca yegua para tanto jinete.
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—¿Entendiste Kon?— Karito miró a su hermano, con la esperanza de ver algo de lucidez en sus ojos.
—Sí. Ya te entendí— el Sarutobi estaba algo molesto, no le apetecía nada la idea de borrar el video, menos con lo popular que se había vuelto.
—Es por tu propio bien Kon. Créeme, nadie mejor que yo sabe de los horrores que esa lunática de Fumiko es capaz, no quiero que te pase nada, porque cuando empiece a buscar el origen del video rodarán cabezas— le advirtió su hermana.
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Presión social [ShikaTema y más]
Fanfiction¿Un mundo de fantasía? ¿La cruda realidad? Las historias de ficción están todas llenas de drama, comedia, acción o romance, pintan de colores nuestras vidas y nuestra imaginación... la realidad por su parte es siempre de ese asqueroso color gris...