1. El Mariana Pineda

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Tener un trabajo era en muchas ocasiones algo tremendamente tedioso, y que en esta nuestra sociedad del siglo XXI era una de las cosas que más preocupaba a los jóvenes

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Tener un trabajo era en muchas ocasiones algo tremendamente tedioso, y que en esta nuestra sociedad del siglo XXI era una de las cosas que más preocupaba a los jóvenes. Nadie quería tener "una vida como la de sus padres", que conllevaba tener un trabajo de mierda que odiabas y en el que te llevabas mal con absolutamente todo el mundo, volvías a casa hecho pedazos y solamente querías irte a la cama, con el desagradable recordatorio de que al día siguiente volverías a tu asqueroso trabajo, así hasta la jubilación, para tener una pensión de mierda que no equivale a las horas y horas de vida malgastadas trabajando. Luego, te das cuenta de que no has hecho nada en la vida que sea recalcable, no has disfrutado de ella, y te mueres.

Emma todavía estaba en la dulce y emocionante edad de los diecinueve; esa edad en la que sientes que tienes el mundo literalmente a tus pies, eres el personaje principal de la película de tu vida, eres joven, universitario y un loco que no piensa tener la mierda de vida que el habitante promedio de este planeta tiene.

Emma, sin embargo, no veía nada de malo en pasarse la vida en un trabajo, si el trabajo era uno que la persona disfrutara. Una persona que es feliz, es una triunfadora, o algo así recuerda que dijo Harry Styles una vez.

Emma llevaba ese nombre porque su madre se puso de parto mientras que estaba leyendo "Emma" de Jane Austen, y como esperaban un niño en lugar de una niña, les pareció que formaría una historia más o menos graciosa de origen de nombre (ella no le veía ninguna gracia). Quien le iba a decir, a sus padres, que Emma fue la inspiración de Jane Austen para escribir la novela.

Sí, literalmente Emma, nacida un 28 de febrero del 2003, fue una inspiración para la autora del siglo XIX.

Por supuesto, sus padres no lo saben; ¿Cómo se lo diría? Aunque no fuera capaz de encontrar las palabras para hacerlo un estamento creíble, tampoco sería capaz de hacerlo sin que tres minutos más tarde la familia se viese envuelta en un trágico accidente como un incendio que los matase a todos o algo así. No podía, jamás de los jamases, revelar a nadie en que consistía su trabajo.

Emma lleva trabajando en lo que lleva trabajando desde que tiene dieciséis años: uno de sus profesores vio en ella excelentes cualidades para realizar el trabajo que se llevaba a cabo en la "oficina" de su hermano. Siempre fue una joven que disfrutaba mucho del conocimiento, pero no fue nunca una persona de ciencias y números, sino de letras, literatura, historia. Historia era lo que se le daba, sino genial, bastante bien. Tenía una cabeza que gozaba de gran facilidad para memorizar aquello que encontraba útil o interesante. Tenía un archivo de fechas, personajes, lugares, guerras y revueltas de las principales sociedades de Occidente (no enseñaban otra cosa en la asignatura de Historia del Mundo Contemporáneo en España), así como datos que ella encontraba graciosos, como que el rey Fernando VII de Borbón tenía una descomunal...

En fin, era el año 2019, y entonces estaba en cuarto de la ESO. Tenía pensado estudiar bachiller de la rama de humanidades, y su profesor de Historia ponía gran interés en la educación de la chica. Era su favorita, sus compañeros se lo decían y la criticaban a veces por ello. El profesor era guapo, tendría que tener como mucho cuarenta años, era gracioso y amable con los alumnos, y le apasionaba su trabajo. Emma tuvo siempre carencias paternales, así que aceptó este favoritismo de forma grata.

E P I F A N Í A   ||Les Miserables (enjoltaire)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora