Hubo un tiempo en el que despertaba y antes de abrir mis ojos me fijaba primero en el latido de mi corazón, ¿era humano?, ¿era mágico?, ¿qué era? Hoy sé que solo es un corazón más, ¿no es eso lo que importa? Funciona igual que el de todos los demás, tiene latidos con cantos errantes, apuñala mi pecho cuando quiere advertirme de algo. Oh, mi corazón. Ya no lo escucho al despertar, apenas tengo tiempo, lo escucho cuando estoy bajo el agua y las criaturas del mar juegan a mí alrededor, sus corazones siguen al mío, una agradable sorpresa. Ellos me siguen a mí.
¿No es el mar perverso y cruel?, ¿No oculta demonios y males?
Fue una buena sorpresa dado que iba a llevar a un montón de asesinos a una pequeña isla.
—En el islote Dos acaba de haber una pelea, ayer fue transferido un grupo del islote Uno que ya estaban listos para la siguiente etapa —informa Terrence, el seguidor que conocí en Osara hace mucho tiempo.
Cuando llegamos a la isla necesitaba un asistente, ningún mágico conocido quiso el trabajo y decidí tomar a Terrence, él es un buen chico, no un asesino, pero sí un cómplice. Ya tuvo su sentencia y ahora la está pagando, además de eso es mi asistente desde que llegamos aquí, su lengua es un poco afilada para mi gusto, pero es competente.
—Obviamente no estaban listos para la trasferencia —corrijo—. Iré yo misma —aviso levantándome de mi preciosa y cómoda silla, me gusta llamarla un trono, porque es donde recibo a cada seguidor y los juzgo.
Terrence se apresura tras de mí, teniendo cuidado de no tropezarse conmigo.
—Nos han llegado los informes de Arty, la adaptación va bien según leí.
—Lo veré más tarde, ahora ve a la cocina y fíjate si los nuevos están trabajando, luego ve a la cascada y dile a Herick que el gobernador de Telasia vino a curiosear un poco, quiero que lo asuste un poco antes de reunirlo conmigo —sonrío con malicia.
Atormentar curiosos es mi actividad favorita.
Terrence se sonroja, apenado por haber olvidado mencionar la llegada del gobernador de Telasia, balbucea una disculpa antes de marcharse a seguir mis órdenes. Entiendo que no pueda recordarlo todo, que bueno que mis telarañas estén por toda la isla y sepan que pasa a cada segundo.
Salgo de la casa principal, mi casa. Era un antiguo templo o algo así, estaba deshabitado y cayéndose en pedazos, yo lo arreglé para mi comodidad, tiene grandes espacios y ventanales, está hecho de piedra con imágenes esculpidas en las paredes, cuentan una historia que todavía no me sé.
El clima en este lugar es agradable, no hace demasiado calor, las fuertes brisas te hacen olvidar la humedad y la vista hacia la playa es…deliciosa. Sigo un sendero plano construido por los redimidos hacia el sector de construcción. Allí están algunos mágicos trabajando en nuevas y pequeñas casas para los futuros recién llegados. Todos evitan hacer contacto visual conmigo, al menos no me odian, solo me tienen miedo.
Ha sido difícil. Cada paso. Cada respiración.
No sabía hacer nada de esto, no sabía reconstruir en lugar de destruir, no sabía tener compasión en lugar de rencor. Y no sabía que nunca iba a poder hacerlo sola. Wanda fue la primera en venir a mí cuando estuve a punto de perder la cabeza, ella se ofreció para venir aquí y ayudarme, fue ella quien me consiguió a verdaderos especialistas para que crearan un plan de sanación para los seguidores. Yo fui tan…ingenua pensando que podría manejarlo todo. Boyd vino después, solo, sin Ariel, se enlistó para tratar con los seguidores recién llegados, él más que nadie sabe cómo funcionan sus mentes, al igual que yo, pero no puedo estar allí todo el tiempo.
Ahora tengo un puñado de gente ayudándome aquí con todos estos mágicos.
Llego a la playa, desde aquí puedo mirar los otros dos islotes. Tuve que hacer una división cuando me di cuenta que no podíamos juntar a los recién llegados con lo que estaban en una etapa más avanzada de curación. Fue entonces cuando cree el islote Uno, para los seguidores recién capturados y el islote Dos para prepararlos a su transición a la isla.
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La sangre de los mágicos
FantasyUn héroe no terminará con esta guerra. Un monstruo sí. Nota: No es necesario haber leído ninguna historia anterior, aunque puede resultar beneficioso.