Cuando me dejan sola, mi mente vuelve a Zachcarías Losher, pero comienzo a verlo de otra forma. Yo misma he sabido siempre que ese hombre lo único valioso que poseía era su magia. Su cuerpo siempre me pareció acabado, como una montaña de arena que hasta el viento podía deshacer. Si decidiera creer que en realidad está muerto, solo puedo aceptar que su cuerpo ya no está, porque esa magia que él tenía no se podía destruir, la magia no desaparece, no puede morir. Él mismo me explicó de esa forma una vez, dijo: “Todos los cuerpos son vasijas preciosas capaces de contener magia, sin embargo, la porcelana más fina puede quebrarse en un descuido. Un cuerpo natural nunca sería capaz de contener lo que corre en mis venas, pero no es imposible moldear una vasija perfecta”.
El cuerpo de Zachcarías Losher no era una vasija perfecta, era una llena de grietas que apenas podía seguir unida. Sin ese cuerpo donde contenerse, ¿Dónde pudo haber ido a parar esa magia?
Estas personas tienen que saberlo, si conocían tanto como yo a Zachcarías también debieron haberlo sabido. Aunque, si estuvieran mintiendo, quizás no supieran nada sobre eso…Y quizás así es como debería probarlos.
Me quedo dormida en algún momento y siento que pasan tan solo segundos hasta que alguien me despierta. Es el chico pelirrojo, tiene una expresión serena al ofrecerme su mano, no la tomo, me pongo de pie en un segundo.
—Estás ansiosa, lo comprendo.
—No, no lo haces —mascullo dirigiéndome a la puerta.
—Mi nombre es Boyd, por cierto.
Abro la puerta de pesado metal pero antes de que pueda salir un cuerpo se interpone, un cuerpo grande con una extraña arma colgando de su pecho, sus manos masculinas están sobre ella, parece muy preparado para dispararla. Cuando miro sus ojos ya no está la misma dureza que me había atacado horas atrás, sinceramente, lo que hay ahora es mucho peor.
—No me digas —suelto con amargura—, ya la mujer te contó cómo me encontró y ahora…sientes lastima por mí, no deberías, no dudare en desgarrarte el estómago en el momento en que lo desee.
Sorpresa brilla en sus ojos por dos segundos antes de volver a su fría expresión. No responde nada y eso me molesta, yo no quería esto, lo había reconocido como un contrincante digno y ahora tengo esto, un idiota con ojos llenos de culpabilidad.
Boyd sale y hace a un lado a Johan para que me deje pasar, el pelirrojo guía el camino por pasillos de paredes metálicas impregnadas en magia, puedo olerla. Escucho al hombre atosigante seguirnos, no pisa nuestros talones, mantiene una distancia que no parece propia de su acosadora personalidad, sospecho que podría ser por esa arma, tal vez para ser disparada debe haber una distancia controlada.
Debe haber por lo menos diez pies entre nosotros, tomo nota sobre ello, solo por si acaso.
Cuando comienzo a sentir la brisa un nudo se forma en mi garganta y mi piel se eriza, no siento frío, es solo el anhelo, la emoción. Subimos unas escaleras y entonces…el sonido es vivo y lo que ven mis ojos…Me quedo paralizada.
Siento que me tambaleo, que podría caerme pero alguien me sujeta de la muñeca y hace que apoye mi mano contra alguna cosa para que pueda sostenerme, no sé quién y no me importa. No cuando lo que veo me devora entera, está rodeándonos, bajo nosotros, es el mar, tan oscuro como la noche, una noche repleta de incontables estrellas.
Tomo valor y me sigo moviendo, voy hacia adelante, hacia la baranda. Solo ella me detiene. Siento excitación, innegable, rotunda, cuando miro hacia abajo recuerdo el infierno, cuando pensaba en él era fuego lo que iba a mi mente, pero viendo esto, cómo alguien no podría darse cuenta de que si existía un infierno, ese debía estar palpitando bajo el agua.
![](https://img.wattpad.com/cover/227003074-288-k901188.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La sangre de los mágicos
FantasyUn héroe no terminará con esta guerra. Un monstruo sí. Nota: No es necesario haber leído ninguna historia anterior, aunque puede resultar beneficioso.